Otorga a los ciudadanos el derecho a derrocar al gobierno bajo ciertas circunstancias. Este derecho se expresa habitualmente en términos de defender el orden constitucional, en lugar de establecer uno nuevo.
4. Contra cualquiera que intente eliminar este orden todos los alemanes tienen el derecho de resistencia cuando no fuere posible otro recurso.
El pueblo y cada ciudadano tienen derecho a resistirse a cualquiera que altere por la fuerza la independencia, la integridad territorial o el orden constitucional del Estado de Lituania.
Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador ni a quienes asuman funciones o empleos públicos por la fuerza de las armas o usando medios o procedimientos que quebranten o desconozcan lo que esta Constitución y las leyes establecen. Los actos verificados por tales autoridades son nulos. El pueblo tiene derecho a recurrir a la insurrección en defensa del orden constitucional.
4. La observancia de la Constitución se confía al patriotismo de los helenos que tienen el derecho y el deber de resistir por todos los medios a cualquiera que pretenda su abolición por la violencia.
Se reconoce el derecho del pueblo a la insurrección, para el solo objeto de restablecer el orden constitucional alterado por la transgresión de las normas relativas a la forma de gobierno o al sistema político establecidos, o por graves violaciones a los derechos consagrados en esta Constitución.
El ejercicio de este derecho no producirá la abrogación ni la reforma de esta Constitución, y se limitará a separar en cuanto sea necesario a los funcionarios transgresores, reemplazándolos de manera transitoria hasta que sean sustituidos en la forma establecida por esta Constitución.
Las atribuciones y competencias que corresponden a los órganos fundamentales establecidos por esta Constitución, no podrán ser ejercidos en ningún caso por una misma persona o por una sola institución.
La alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República es indispensable para el mantenimiento de la forma de gobierno y sistema político establecidos. La violación de esta norma obliga a la insurrección.
Los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución.
El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.
3. Portugal reconoce el derecho de los pueblos a la autodeterminación e independencia y el desarrollo, así como el derecho de insurrección contra todas las formas de opresión.
Todos tendrán derecho a resistir a cualquier orden que atente a sus derechos, libertades y garantías y a repeler por la fuerza toda agresión, cuando no sea posible recurrir a la autoridad pública.
Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las leyes.
La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del orden constitucional.
Son nulos los actos de quienes usurpan funciones públicas.
Los individuos y los colectivos podrán ejercer el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público o de las personas naturales o jurídicas no estatales que vulneren o puedan vulnerar sus derechos constitucionales, y demandar el reconocimiento de nuevos derechos.
Si no hay otros medios disponibles, los ciudadanos estonios tienen derecho a oponerse, por iniciativa propia, a cualquier cambio forzoso del orden constitucional.
Todo ciudadano tiene el deber de combatir a toda persona o grupo de personas que intente cambiar por la fuerza el orden democrático establecido en esta Constitución.
Los ciudadanos tienen derecho a oponer resistencia contra cualquier persona que elimine el orden democrático de derechos humanos y libertades fundamentales enumerados en esta Constitución, si la actividad de los órganos constitucionales y el uso efectivo de los medios jurídicos resultan imposibles.
Todo el poder es inherente a la gente. Todos los gobiernos libres son instituidos por su autoridad y para su beneficio y tienen el derecho de alterar y reformar los mismos cuando su seguridad y felicidad así lo requieran. A fin de garantizar un gobierno democrático que responda a los deseos de los gobernados, el pueblo tendrá derecho, en ese período y en la forma prevista en la presente Constitución, a hacer que sus funcionarios públicos abandonen el cargo y llenen las vacantes mediante elecciones regulares y nombramientos.
Todos los congoleños tienen el deber de oponerse a toda persona o grupo de personas que se apoderen del poder por la fuerza o que lo ejerzan en violación de las disposiciones de esta Constitución.
Cualquier intento de derrocar imprescriptiblemente el régimen constitucional constituye una infracción contra la nación y el Estado. Se castiga de conformidad con la ley.
En consecuencia, Nosotros, el pueblo chadiano:
Proclamamos solemnemente nuestro derecho y nuestro deber de resistir y desobedecer a cualquier individuo o grupo de personas, así como a cualesquiera órganos del Estado que asuman el poder por la fuerza o lo ejerzan en violación de esta Constitución;
La fuente de toda legitimidad se deriva de esta Constitución.
Todo poder que no deriva de esta Constitución, en particular el resultante de un golpe de Estado, es ilegal.
En este caso, todos los ciudadanos reconocen el derecho a la desobediencia civil.
En caso de golpe de Estado, de golpe de Estado, de agresión de mercenarios o de cualquier acción por la fuerza, todo miembro de un organismo constitucional tendrá el derecho y el deber de recurrir por cualquier medio para restablecer la legitimidad constitucional, incluido el recurso a los acuerdos vigentes de militar o de defensa.
En estas circunstancias, el hecho de que cualquier béninés desobedezca y se organice para poner un control a la autoridad ilegítima constituirá el más sagrado de los derechos y los deberes más imperativos.