Preámbulo
En nombre de Dios en lo alto, y con Su Bendición, y con Su ayuda, nosotros Hamad bin Isa Al Khalifa, Soberano del Reino de Bahrein, de acuerdo con nuestra determinación, certeza, fe y conciencia de nuestras responsabilidades nacionales, panárabes e internacionales; y en reconocimiento de nuestras obligaciones para con Dios, nuestro obligaciones con la patria y los ciudadanos, y nuestro compromiso con los principios fundamentales y nuestra responsabilidad para con la Humanidad.
Y en aplicación de la voluntad popular expresada en los principios consagrados en la Carta de Acción Nacional, de conformidad con la autoridad que nos ha confiado nuestro gran pueblo para enmendar la Constitución; por nuestro deseo de completar las exigencias del sistema democrático de gobierno para nuestra querida nación; esforzarse por un futuro mejor en el que la patria y el ciudadano gocen de un mayor bienestar, progreso, desarrollo, estabilidad y prosperidad mediante una cooperación seria y constructiva entre el gobierno y los ciudadanos, que elimine los obstáculos al progreso; y convencidos de que el futuro y el ciudadano trabajar por el futuro es lo que todos buscamos en el estado venidero; y en vista de nuestra convicción de que ese objetivo requiere el esfuerzo de esfuerzos; y para completar la marcha, hemos enmendado la Constitución vigente.
Esta enmienda ha tenido en cuenta todos los nobles valores y los grandes principios humanos consagrados en la Carta de Acción Nacional. Estos valores y principios confirman que el pueblo de Bahrein avanza en su marcha triunfante hacia un futuro brillante, si Dios quiere, un futuro en el que se unan los esfuerzos de todas las partes y de todos los individuos, y las autoridades con su nuevo atuendo se dediquen a lograr las esperanzas y aspiraciones de su tolerante, declarando su adhesión al Islam como una fe, un código de leyes y un modo de vida, con su afiliación a la gran nación árabe, y su asociación con el Consejo de Cooperación del Golfo ahora y en el futuro, y su esfuerzo por todo lo que logre la justicia, el bien y la paz para todos de la Humanidad.
Las enmiendas a la Constitución proceden de la premisa de que el noble pueblo de Bahrein cree que el Islam trae la salvación en este mundo y en el próximo, y que el Islam no significa inercia ni fanatismo, sino que declara explícitamente que la sabiduría es el objetivo del creyente dondequiera que lo encuentre, debe llevarla, y que el Corán ha sido negligente en nada.
Para lograr este objetivo, es esencial que escuchemos y miremos a todo el patrimonio humano tanto en Oriente como en Occidente, adoptando aquello que consideramos beneficioso y adecuado y coherente con nuestra religión, valores y tradiciones, y que sea apropiado a nuestras circunstancias, con la convicción de que sociales y humanos no son herramientas e instrumentos inflexibles que pueden moverse sin cambios de un lugar a otro, sino que son mensajes transmitidos a la mente, el espíritu y la conciencia del hombre y están influenciados por sus reacciones y las circunstancias de su sociedad.
Así pues, estas enmiendas constitucionales son representativas del pensamiento cultural avanzado de nuestra querida nación. Fundan nuestro sistema político en una monarquía constitucional fundada en el consejo [shura], que en el Islam es el modelo más alto de gobierno, y en la participación del pueblo en el ejercicio del poder, que es la base del pensamiento político moderno. El gobernante, con su perspicacia, elige a ciertas personas experimentadas para constituir el Consejo Consultivo (Majlis al-Shura), y las personas conscientes, libres y leales eligen a través de las elecciones a los que componen la Cámara de Diputados (Majlis al-Nuwwab), y así las dos cámaras juntas logran la voluntad popular representado por la Asamblea Nacional (Al-Majlis al-Watani).
Estas enmiendas constitucionales reflejan sin duda la voluntad conjunta del Rey y del pueblo, y logran para todos los nobles ideales y los grandes principios humanitarios contenidos en la Carta de Acción Nacional, y aseguran que el pueblo avance a la elevada posición para la que su capacidad y la preparación los califica y está de acuerdo con la grandeza de su historia y les permite ocupar el lugar que les corresponde entre las naciones civilizadas del mundo.
Esta Constitución que hemos promulgado contiene las enmiendas que se han llevado a cabo de conformidad con las disposiciones de la Carta de Acción Nacional y que complementan todos los textos no enmendados.
Hemos adjuntado un memorando explicativo que se utilizará para explicar su juicio.