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Asia Pacífico | Observatorio Parlamentario

Las causas que llevaron a Corea del Sur anunciar la creación de un Ministerio para la natalidad

12 julio 2024

Según cifras del Banco Mundial, el país asiático es el segundo con menor natalidad a nivel mundial después de Hong Kong. Las consecuencias de esta tendencia son preocupantes para el gobierno coreano, quien ya anunció la creación de una cartera especializada en atender los múltiples factores que inciden en la decisión de miles de parejas jóvenes de posponer la natalidad.

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Corea del Sur es un país que está envejeciendo a un ritmo acelerado. El 10 de julio de 2024 el Ministerio del Interior coreano comunicó que los mayores de 65 años superaron los 10 millones de personas, siendo el 19,51 por ciento de la población. Esta tendencia se complementa con la baja en la tasa de natalidad, que también disminuye año a año. Una revisión de esta situación y un análisis desde la realidad chilena que se manifiesta con tendencias similares, en la siguiente nota.

Nuevo ministerio para dar solución a los problemas que causan la baja fertilidad

La baja natalidad no es un problema aislado y no son pocos los países donde esta situación se está evidenciando en las últimas décadas. El Este de Asia es una región donde la fertilidad se considera como “ultra baja”. Con este término Sam Hyun Yoo denomina este fenómeno que ocurre en Corea del Sur, pero también en Hong Kong, Japón y Singapur. Tal comportamiento se observó especialmente entre 2001 y 2005 debido a un retraso en la celebración de matrimonios y una disminución considerable de la procreación.

Esto a diferencia de lo que ocurre en América Latina -y algunos países de Europa- donde los nacimientos extramatrimoniales han atenuado la baja de fertilidad. En el caso de Corea, a partir de 2001 que la fertilidad se situó por debajo de los 1,3 hijos por mujer. Aunque en 2015 se reportó un leve aumento de 1,23 respecto del mínimo histórico de 1,08 en 2005, para 2016 se situó en 1,17. Esta cifra ha ido descendiendo, al punto que según cifras del Banco Mundial, para 2022 Corea del Sur alcanzó los 0,8 hijos por mujer.

Al revisar estos números en los datos entregados por el organismo internacional, se comprueba que la tendencia a la baja es similar a la mundial, que a pesar de descender se ubica en los 2,3. Sin embargo, es el segundo lugar con menores nacimientos, detrás de Hong Kong, China. Para las autoridades coreanas este descenso es preocupante, sobre todo porque si no se toman medidas oportunas, en pocos años podría llegar a ser demasiado tarde. Así lo advirtió el presidente Yoon Suk Yeol, cuando a mediados de mayo de 2024 anunció que creará un ministerio para enfrentar las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento de la población.

Tanto la disminución de los nacimientos y el aumento de las personas mayores tienen y tendrán un impacto perjudicial en la economía, sobre todo en los indicadores sociales. Es por ello que -manifestó el Presidente coreano- para superar la crisis demográfica es necesario encontrar soluciones, más que solamente identificar las causas del problema. Una nota del Korea Times describe la situación por la que atraviesan las familias coreanas. “Tener hijos es una decisión que requiere que las parejas casadas contemplen varios factores como la seguridad laboral, los costos de la educación, el equilibrio entre el trabajo y la familia, y el cuidado de los niños…”, comenta.

Ello en un contexto económico, en el que el crecimiento económico de las últimas décadas ha originado una sociedad más rica, pero paradójicamente más insegura sobre sus medios de vida. Precisamente, parte de ello explicaría la baja de nacimientos. De manera tal que el anuncio del nuevo ministerio tendrá como misión la supervisión y formulación de políticas efectivas que concilien el bienestar, la educación y el trabajo, con el fin de movilizar todos los medios posibles para estabilizar la población.

Pero ¿qué se requiere para la creación de este ministerio? En primer lugar, la revisión y aprobación de la Ley de Estructura Gubernamental por parte de la Asamblea Nacional, sostiene la nota. Además, plantea que establecer un nuevo ministerio para supervisar la crisis demográfica no sería algo complicado si se llega a un acuerdo entre los partidos. Además, los líderes del Partido del Poder Popular (PPP), como del Partido Democrático de Corea (DPK) prometieron crear un ministerio independiente sobre este problema.

Complicaciones en la crianza

Tal como se señaló anteriormente, uno de los factores que explican la baja en la tasa de la natalidad en Corea es la dificultad para la crianza como un desincentivo para las nuevas generaciones. Un artículo de Jisoo Hwang publicado en 2023 por la Universidad de Duke da cuenta de algunas de las tendencias que mostrarían la complejidad de este fenómeno. Entre otros, plantea que en el país asiático hay menos mujeres casadas, pero también en las parejas formadas hay una menor cantidad de hijos. Incide sobre ello el alto nivel educativo y sus consecuentes aspiraciones personales, que se ven truncadas con la crianza.

El artículo de Kwang agrega además que hay factores económicos, como el aumento del costo de la educación, ya que más de un 70 por ciento de niñas, niños y adolescentes a lo largo de todo el ciclo escolar reciben clases y cursos en instituciones privadas fuera de la escuela, aumentando considerablemente el gasto mensual. A esto se suma el costo de la vivienda, que también ha subido su valor en las grandes ciudades.

Pero también alude a temas de género, ya que Corea es uno de los países con las jornadas laborales más largas entre los países OCDE. Esto hace que sea difícil que las mujeres pidan permisos parentales sin que se sientan discriminadas en su lugar de trabajo. Pero también, desde una perspectiva cultural, el confucionismo le asigna a la mujer una responsabilidad más preponderante en el hogar y en el cuidado infantil.

Todos estos factores hacen que sea muy difícil la conciliación entre el desarrollo de una trayectoria profesional y laboral en general, con la posibilidad de llevar adelante una familia.

Ahora bien, en consideración de esta realidad cabe la pregunta respecto de qué análisis se puede hacer desde la realidad chilena, considerando que al igual que Corea, nuestras tasas de natalidad están bajando y nuestra población está envejeciendo.

Una mirada de la baja natalidad desde Chile: desafíos y propuestas

Tal como se muestra en el siguiente gráfico, el Banco Mundial sitúa a Corea y a Chile como parte de una misma tendencia decreciente en el comportamiento demográfico global, aunque ambos países se sitúan por debajo de los 2,3 hijos por mujer. En el caso de Chile son 1,5 hijos por mujer, mientras que en el país asiático apenas alcanza el 0,8.





Las causas de esta tendencia en nuestro país también son múltiples y son explicadas por Alexandra Obach, directora Ejecutiva Centro de Salud Global Intercultural (CeSGI), del Instituto de Ciencias e Innovaciones Médicas (ICIM), de la Facultad de Medicina Clínica Alemana, Universidad del Desarrollo (UDD). Desde su perspectiva, este es un tema que revela muchos elementos fundamentales de nuestro sistema cultural como países latinoamericanos. “Hemos avanzado en varias transformaciones, pero hemos dejado la responsabilidad de la reproducción, el trabajo doméstico y los cuidados en manos de las mujeres”, señaló.

En las últimas décadas, reconoció que los gobiernos han priorizado poner en la agenda pública temas que históricamente se consideraban privados y se han implementado diversas estrategias para promover la participación de las mujeres en el mercado laboral. “Sin embargo, la carga de los cuidados sigue recayendo en las mujeres. Esto ha llevado a un cambio drástico en las nuevas generaciones, donde se cuestiona la obligación tradicional de las mujeres de ser madres. Se ha trabajado en políticas públicas para equilibrar esta carga y promover la igualdad de género, pero aún queda mucho por hacer”, explicó.

De forma tal que la decisión de tener hijos estaría cada vez más relegada. “Las transformaciones sociales han avanzado más rápido que las políticas públicas, especialmente con crisis como la pandemia que han acelerado ciertos cambios sociales, como la decisión de tener menos hijos. Se han implementado políticas de apoyo para compartir los cuidados y aliviar la carga sobre las mujeres. También se han desarrollado políticas importantes en salud sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes, permitiendo acceder a anticoncepción y ampliando sus opciones de vida más allá de la maternidad. A pesar de los avances, todavía existen desafíos culturales para lograr una verdadera corresponsabilidad en los cuidados y la crianza. Por lo tanto, es necesario seguir trabajando en políticas que valoren el trabajo doméstico y los cuidados, así como fomentar la participación masculina en estas tareas”, agregó.

Asimismo, Alexandra Obach comentó las dificultades que tienen quienes si deciden tener hijos. “Hay jóvenes que desearían formar una familia con más de uno o dos hijos, pero las condiciones económicas y sociales actuales hacen que esto sea prácticamente imposible. Los jóvenes se ven limitados al no poder acceder a un trabajo estable, a la compra de una vivienda propia ni siquiera al alquiler de un lugar adecuado. Esto los obliga a compartir arriendo solo o con su pareja, e incluso con otras personas, lo que dificulta la posibilidad de planear tener hijos en un futuro”, sostuvo.

Por otra parte, consultada si la idea de un ministerio, como la que se planteó en Corea, sería una buena medida a considerar, señaló que para definir un objetivo como ese, es crucial considerar que la creación de nuevas herramientas administrativas no siempre es positiva por si sola. “En mi opinión, lo fundamental radica en la creación de redes de apoyo social sólidas que permitan sostener un proyecto de vida que incluya la crianza de hijos e hijas, sin que eso signifique sacrificar las aspiraciones laborales o personales de las mujeres. Las generaciones jóvenes observan a generaciones mayores agotadas y sobrecargadas, y no desean reproducir ese modelo, especialmente en lo que respecta a las mujeres”, resaltó.

Por último, afirmó que es común ver a madres sobrecargadas, estresadas y ansiosas por cumplir con múltiples responsabilidades. “Es necesario fomentar redes de apoyo para las familias, independientemente de su estructura, con el fin de aliviar esta carga y promover un cambio cultural donde todos participen en el cuidado. Este enfoque propone una distribución equitativa de responsabilidades entre géneros, lo cual puede transformar la maternidad en una experiencia placentera en lugar de una carga abrumadora. Es esencial desarrollar políticas públicas y estrategias sociales que fomenten este cambio de paradigma y hagan que la crianza sea una parte integral y gozosa del proyecto de vida de las personas”, sentenció.

Por equipo Asia Pacífico: asiapacifico@bcn.cl


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