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Historia de la Ley

Historia de la Ley

Nº 19.065

REBAJA LA TASA DE LOS ARANCELES A LAS IMPORTACIONES, INTRODUCE MODIFICACIONES A OTRAS NORMAS DE CARÁCTER TRIBUTARIO Y POSTERGA LA VIGENCIA DEL REEVALÚO DE BIENES RAÍCES NO AGRÍCOLAS.

Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional a partir de la información disponible en sus archivos.

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa, ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de formación de la ley.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley.

Para efectos de facilitar la revisión de la documentación de este archivo, se incorpora un índice.

Al final del archivo se incorpora el texto de la norma aprobado conforme a la tramitación incluida en esta historia de ley.

1. Primer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

1.1. Mensaje

Fecha 17 de junio, 1991. Mensaje en Sesión 8. Legislatura 322.

SANTIAGO, JUNIO 17 DE 1991

MENSAJE DE S.E. EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA. REBAJA LA TASA DE LOS ARANCELES A LAS IMPORTACIONES, INTRODUCE MODIFICACIONES A OTRAS NORMAS DE CARACTER TRIBUTARIO Y POSTERGA LA VIGENCIA DEL REAVALUO DE BIENES RAICES NO AGRICOLAS (BOLETÍN N° 382-05).

HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS:

La estrategia de largo plazo con la que el Gobierno se ha comprometido, se basa en tres pilares fundamentales: la mantención de los equilibrios macroeconómicos; la promoción de una modernización con integración social y la creciente apertura de nuestra economía. El proyecto de ley que someto a vuestra consideración tiene por objeto reafirmar esta estrategia de largo plazo. Las normas y modificaciones que contempla persiguen mejorar las condiciones de vida, fortalecer la apertura de nuestra economía al comercio internacional, hacer más progresiva y eficiente la estructura tributaria y fomentar la inversión y el crecimiento de largo plazo.

Este proyecto de ley sólo puede entenderse en una economía sana, que encara el futuro con confianza y seguridad. Después de un proceso de ajuste inicial durante 1990, la economía chilena se encuentra en una fase de franca expansión. Las proyecciones de mediano y largo plazo son también alentadoras.

La buena situación de la economía chilena se refleja especialmente en las excelentes perspectivas de nuestras cuentas externas, lo que nos permite avanzar hacia una segunda etapa de nuestro desarrollo exportador. Por otro lado, el resultado natural del éxito económico es el interés por asociarse con nuestro país a través de la inversión extranjera.

Como consecuencia de lo anterior, la balanza de pagos ha registrado superávit en forma sistemática, con la consiguiente acumulación de reservas. Además, en el último tiempo, la economía chilena enfrenta una masiva entrada de capitales de corto plazo, la que ha presionado artificialmente la baja del tipo de cambio. Esta entrada de corto plazo, de naturaleza especulativa, ha sido estimulada por el diferencial de las tasas de interés extrema e interna.

Por las consideraciones anteriores, el Gobierno ha decidido someter a la consideración del Honorable Congreso Nacional una rebaja de la tasa general de aranceles a las importaciones, encaminada a abaratar las importaciones de bienes de capital, intermedios y de consumo. Con el propósito de compensar la pérdida de recursos para el Fisco y mantener el equilibrio presupuestario, que ha sido un pilar del buen desempeño económico del país, también se propone hacer extensivo el Impuesto de Timbres y Estampillas a los créditos externos -actualmente exentos- y elevar el impuesto específico a las gasolinas automotrices. Se trata, entonces, de un cambio en la composición de los ingresos fiscales que, sin comprometer el programa social ni de inversiones del Gobierno, da un impulso adicional a nuestro esfuerzo exportador.

La modificación propuesta al Impuesto de Timbres y Estampillas, además de compensar los ingresos fiscales por la' rebaja de los impuestos a las importaciones, tiene la ventaja de gravar el movimiento de capitales producido por las diferencias entre las tasas de interés externa e interna. Además, elimina una discriminación en contra de los créditos nacionales que están gravados por este impuesto. La forma como opera este impuesto, con un recargo fiscal de 0,1% mensual y con un máximo de 1,2%, implica que los créditos externos afectados serán básicamente los de corto plazo.

Cabe señalar, también, que se mantiene la exención a los créditos a las exportaciones chilenas. Asimismo, se mantienen exentos los créditos externos concedidos por organismos multilaterales, y los relativos a la emisión de bonos que se coloquen en el exterior emitidos o suscritos por el Fisco o el Banco Central de Chile. Por otro lado, se gravarán los créditos externos que están implícitos en el pago de las importaciones realizado con posterioridad a su internación.

En relación al impuesto específico a las gasolinas automotrices, el proyecto de ley propone aumentar la tasa desde 2,5847 UTM/m3. a 3,8771 UTM/m3. El efecto resultante sobre los precios internos es el de un abaratamiento relativo de los combustibles distintos a las gasolinas y de un aumento neto en el precio relativo de éstas. De esta manera, la compensación fiscal buscada a través de la elevación de este impuesto específico no afectará los costos de la industria y, de paso, creará un incentivo para el uso más eficiente de los automóviles particulares. No obstante, la aplicación de lo contenido en este proyecto de ley no afectará el precio interno de la gasolina en los próximos meses.

El primero de los artículos del proyecto se refiere a la extensión del impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos, incluyendo los que están implícitos en el pago de las importaciones con posterioridad a su internación. El artículo 2a establece la rebaja de aranceles al 11%. Los artículos 3°, 4° y 5° contienen modificaciones de consistencia con la rebaja de aranceles propuesta, las que se refieren a las sobretasas, Estatuto Automotriz y pago diferido de derechos aduaneros. El artículo 6° se refiere a la modificación del impuesto a las gasolinas automotrices. El artículo 7° establece las vigencias.

El contenido de estos primeros siete artículos del proyecto de ley se basa en el convencimiento de que Chile es capaz de aprovechar los consensos internos, la confianza internacional y la abundancia de divisas para profundizar su desarrollo productivo y alcanzar niveles altos de competividad, productividad, empleo y condiciones de vida. El abaratamiento de una amplia gama de bienes de consumo, bienes intermedios y de maquinarias y equipos que debe producirse, nos permitirá mejorar el poder adquisitivo de los ingresos de todos los chilenos y acentuar el dinamismo de nuestras inversiones.

En virtud de lo dispuesto en la Ley N° 19.000, de 26 de septiembre de 1990, se dejó sin efecto el reavalúo de los bienes raíces no agrícolas que entró en vigencia el 1° de julio de 1990, a la vez que se ordenó practicar un nuevo reavalúo con vigencia a contar del 1° de julio de 1991.

La idea matriz que, a este respecto, tengo a bien someter a vuestra consideración, es postergar la referida vigencia hasta el 1° de enero de 1993, con el objeto de posibilitar que se armonice el resultado de este proceso con las normas que corresponden del proyecto de ley sobre Rentas Municipales que el Ejecutivo se propone enviar próximamente a trámite legislativo. En efecto, dentro de esta última iniciativa se estudia la posibilidad de introducir modificaciones a la Ley de Impuesto Territorial, cuya recaudación es a beneficio municipal, situación que obviamente amerita un análisis global de todos los aspectos vinculados al tema del financiamiento municipal.

Las normas por las cuales se posterga la vigencia del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas, está contenida en los artículos 8° y 9° del proyecto. El primero, modifica los artículos 2° y 3° de la Ley N° 19.000, fijándose como fecha de término de la aplicación de la tasa adicional de 30%, el 31 de diciembre de 1992, y estableciéndose que el reavalúo que practicará al efecto el Servicio de Impuestos Internos entrará a regir el 1° de enero de 1993, en vez del 1° de julio de 1991, como lo dispone el texto actual del precepto legal citado. Mediante el artículo 9°, se repone la facultad entregada al Presidente de la República en el artículo 4° de la Ley N° 19.000, aprobada en relación con el reavalúo que debía regir el 1° de julio de 1991, en iguales términos y con la misma finalidad a fin de morigerar el impacto que eventualmente pudiera significar el resultado de la nueva tasación de los bienes raíces no agrícolas.

En atención a que resulta conveniente que la referida postergación de la vigencia del reavalúo se establezca antes que las disposiciones pertinentes de la Ley N° 19.000, produzcan efectos, con las dificultades administrativas que ello provocaría y habida consideración al claro sentido y alcance del contenido del proyecto, lo cual facilita su estudio, es indispensable que esta iniciativa se tramite dentro, del más breve plazo posible.

En consecuencia, tengo el honor de someter a vuestra consideración para ser tratado con urgencia, en todos sus trámites constitucionales, la que, para los efectos de lo dispuesto en los artículos 26 y siguientes de la Ley N° 18.918, califico de "discusión inmediata", el siguiente

PROYECTO DE LEY:

"Artículo 1°.- Introdúcense las siguientes modificaciones al Decreto Ley N° 3.475, de 1980:

1. Agréganse las siguientes expresiones al inciso final del número 3 de su artículo 1°,suprimiendo el punto final (.):

"y siempre que digan relación con importaciones que no se hubieren afectado con el impuesto establecido en el artículo 3°.";

2. Incorpórase como artículo 3a, nuevo, el siguiente:

"Artículo 3°.- En reemplazo de los impuestos establecidos en las demás disposiciones de esta ley, la documentación necesaria para efectuar una importación o ingreso de mercaderías desde el exterior a zonas francas, bajo el sistema de cobranzas, acreditivos, cobertura diferida o cualquier otro en que el pago de la operación o de los créditos obtenidos para realizarla se efectúe con posterioridad a la fecha de aceptación del respectivo documento de destinación aduanera o de ingreso a zona franca de la mercadería, estará afecta al impuesto único establecido en este artículo.

Este impuesto tendrá una tasa de 0,1% que se aplicará por cada mes o fracción de mes que medie entre la fecha de aceptación o ingreso y aquélla en que se adquiera la moneda extranjera necesaria para el pago del precio o crédito, o la cuota de los mismos que corresponda, y se calculará sobre el monto pagado por dicha adquisición, excluyendo los intereses. En todo caso, la tasa que en definitiva se aplique no podrá exceder del 1,2%.

Para los efectos del presente artículo, entre los documentos necesarios para efectuar la importación o ingreso a zona franca, todos aquellos que se emitan o suscriban con ocasión del pago o la constitución de garantías a favor del exportador extranjero o de los bancos que intervienen en la operación.";

3.- Incorpórase como artículo 10, nuevo, el siguiente:

"Artículo 10.- Tratándose del impuesto del artículo 3° corresponderá al banco o la entidad que venda las divisas recargar en el valor de la operación el impuesto e ingresarlo en arcas fiscales, debiendo para dicho efecto solicitar la documentación que señale el Servicio de Impuestos Internos. En los demás casos el pago del impuesto será efectuado por el importador o quien ingrese la mercadería a zona franca.";

4. Agrégase el siguiente inciso final, nuevo, a su artículo 14:

"Cuando el impuesto del artículo 3° deba ser ingresado en arcas fiscales por el banco o entidad que venda la moneda extranjera, el tributo se devengará al momento de dicha venta. En los demás casos el impuesto se devengará cuando se efectúe el pago al exterior.";

5.Incorpórase el siguiente número 4, nuevo, a su artículo 15:

"N° 4.- El impuesto del artículo 3°, dentro del mes siguiente a aquel en que se devengue.", y

6.Sustitúyese el número 1 de su artículo 24, por el siguiente:

"N° 1.- Documentos que den cuenta o se emitan en relación con préstamos o créditos otorgados del exterior por organismos financieros multilaterales, y los relativos a la emisión de bonos que se coloquen en el exterior emitidos o suscritos por el Fisco o el Banco Central de Chile.".

Artículo 2°.- Sustitúyese el artículo 1° de la Ley N° 18.687, por el siguiente:

"Artículo 1°.- Fíjanse en un 11% los derechos de aduana que deben pagarse por las mercaderías procedentes del extranjero al ser importadas al país, que actualmente están establecidos en un 15% en el Arancel Aduanero o en otras disposiciones legales que los impongan.".

Artículo 3°.- Sustitúyese en el artículo 10 de la Ley N° 18.525, la expresión "y 20%" por ", 20% y 24%".

Artículo 4°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la Ley N° 18.483:

1.- Reemplázase, en sus artículos 3° y 5°, el porcentaje "15%" por "11%";

2.- Sustitúyense, en su artículo 11, los porcentajes "8%" y "15%" por "6%" y "11%", respectivamente, y

3.- Sustitúyese su artículo 6° transitorio, por el siguiente:

"Artículo 6° transitorio.- Hasta el 31 de diciembre de 1994, el crédito fiscal señalado en el artículo 11 de esta ley será, respecto del valor FOB de las exportaciones, de 11%, con el máximo del 11% establecido en dicho artículo.".

Artículo 5°.- Sustitúyese en el artículo 11 de la Ley N° 18.634 la frase "11% del precio neto de factura" por "73% del arancel aduanero vigente determinado sobre el precio neto de factura".

Artículo 6°.- Reemplázase en el inciso quinto del artículo 6a de la Ley N° 18.502, la frase: "A partir del 1° de enero de 1990, el" por "El" y sustitúyese la expresión "gasolinas automotrices será el menor valor entre 3 UTM/m3. y el vigente al 31 de diciembre de 1989, expresado en UTM/m3.", por la siguiente: "gasolinas automotrices será de 3.8771 UTM/m3.".

Artículo 7°.- La presente ley regirá a contar de su publicación en el Diario Oficial, sin perjuicio de las normas especiales de vigencia o aplicación que se establecen a continuación:

1.- Lo dispuesto en los números 1, 2,3,4 y 5 del artículo 1°, se aplicará respecto de la mercadería importada cuya fecha de aceptación del respectivo documento de destinación aduanera o de ingreso a zona franca ocurra a contar de la fecha de publicación de esta ley en el Diario Oficial.

2.- Lo dispuesto en el N° 6 del artículo 1°, regirá para los préstamos o créditos autorizados o registrados a contar de la publicación de esta ley en el Diario Oficial, así como para las renovaciones o prórrogas efectuadas a partir del dicha fecha de aquellos autorizados o registrados anteriormente. Respecto de las renovaciones o prórrogas, se tomará como fecha inicial para el cálculo del impuesto aquella contenida en la documentación que dé cuenta de éstas, y

3.- lo dispuesto en el artículo 2° regirá a contar del día 17 de junio de 1991 respecto de los derechos que deban pagarse a contar de dicha fecha. Los derechos pagados en exceso como consecuencia de esta norma darán origen a devolución por parte del Servicio de Tesorerías, previa certificación del Servicio Nacional de Aduanas, que tendrá un plazo máximo de 30 días para estos efectos, contado desde la fecha en que sea requerida por el interesado. Para estos efectos, el monto pagado deberá expresarse en Unidades Tributarias Mensuales a dicha fecha.

Artículo 8°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la Ley N° 19.000, de 26 de septiembre de 1990:

a)Intercálase, en el inciso tercero de su artículo 2°, la expresión "y hasta el 31 de diciembre de 1992" después de la frase "Restablécese desde el 1° de julio de 1990", y

b)Sustitúyese, en su artículo 3a, la expresión "1° de julio de 1991" por "1° de enero de 1993".

Artículo 9°.- Facúltase al Presidente de la República para rebajar, por una vez, la tasa anual del impuesto territorial de los bienes raíces no agrícolas y aumentar el monto de la exención general habitacional de los citados bienes, ambos con vigencia a contar del primer semestre de 1993.

El Presidente de la República deberá ejercer esta facultad en el caso que, con ocasión del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas con vigencia a contar del 1° de enero de 1993, al comparar en moneda de igual valor las proyecciones anuales del monto total girado para el segundo semestre de 1992, con el que corresponda girar para el primer semestre de 1993, basado en los avalúos reavaluados, este último resultare superior en más de un 10% al primero.

Para los efectos de cumplir con lo dispuesto en los incisos anteriores, el Presidente de la República deberá rebajar la tasa anual de los bienes raíces no agrícolas de acuerdo con la siguiente tabla: al 1,9%, 1,8%, 1,7%, 1,6%, 1,5%, 1,4%, 1,3%, 1,2%, 1,1%, 1,0%, 0,9%, 0,8%, 0,7% y hasta un tope de 0,6%. Aumentará, además, el monto de la exención general habitacional de los citados bienes raíces respecto del valor vigente al 1° de julio de 1992 en un 10%, 20%, 30%, 40%, 50% 60%, 70%, 80%, 90% y hasta un tope de 100%, de tal forma que la combinación de ambas variables permita mantener el monto de la proyección del giro total anual para los bienes raíces no agrícolas después de efectuado el proceso de reavalúo, en un valor que no exceda, en más de un 10% respecto de la misma proyección anual antes de efectuado el citado reavalúo. Con todo, si aplicando los límites de las variables señaladas aún se excediere del 10% indicado, deberá considerarse un porcentaje de rebaja de la tasa del impuesto territorial y uno de aumento de la exención general habitacional, cuya combinación permita mantener la proyección del giro total anual para los bienes raíces no agrícolas después de efectuado el proceso de reavalúo, en un valor que no exceda, en caso alguno, el señalado 10%, respecto de la misma proyección anual antes de efectuado el citado reavalúo.

En todo caso, estas facultades deberán ejercerse para los efectos de la emisión del Rol de Contribuciones y los Boletines de Cobro a partir de la primera cuota de contribuciones de los bienes raíces no agrícolas para 1993.".

Dios guarde a V.E.,

(Fdo.): Patricio Aylwin Azócar, Presidente de la República.- Alejandro Foxley Riose-co, Ministro de Hacienda".

1.2. Informe de Comisión de Hacienda

Cámara de Diputados. Fecha 19 de junio, 1991. Informe de Comisión de Hacienda en Sesión 10. Legislatura 322.

?INFORME DE LA COMISIÓN DE HACIENDA, RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY QUE REBAJA LA TASA DE LOS ARANCELES A LAS IMPORTACIONES; INTRODUCE MODIFICACIONES A OTRAS NORMAS DE CARÁCTER TRIBUTARIO Y POSTERGA LA VIGENCIA DEL REAVALÚO DE BIENES RAÍCES NO AGRÍCOLAS (BOLETÍN N° 382-05).

"Honorable Cámara:

Vuestra Comisión de Hacienda pasa a informaros el proyecto de ley indicado en el epígrafe, originado en un Mensaje de S.E. el Presidente de la República, en conformidad con lo dispuesto en el artículo 17 de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y las disposiciones reglamentarias correspondientes.

Para los efectos de su tramitación el proyecto fue calificado con urgencia de "discusión inmediata".

Asistieron a la Comisión durante el estudio del proyecto en informe los señores Alejandro Foxley, Ministro de Hacienda; Carlos Ominami, Ministro de Economía; Andrés Bianchi, Presidente del Directorio del Banco Central de Chile; Roberto Zahler, Vicepresidente de dicha entidad; José Pablo Arellano, Director de Presupuestos; Manuel Marfán, Coordinador de la política económica del Ministerio de Hacienda, y Nicolás Eyzaguirre, Director de Estudios del Banco Central de Chile.

Concurrieron a la sesión, especialmente invitados, los señores Hernán Briones, Vicepresidente de la Sociedad de Fomento Fabril y Gustavo Gallardo, Gerente de Estudios de dicho organismo.

Remitieron antecedentes a la Comisión, en relación con el proyecto, las siguientes entidades:

-la Asociación de Exportadores de Chile A.G.

-La Asociación de Distribuidores de Combustibles de Chile, ADICO A.G.

-La Central Unitaria de Trabajadores.

I.- OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DEL PROYECTO

En síntesis, cabe señalar que el propósito del proyecto consiste en efectuar un ajuste de la economía que, como lo expresa el Mensaje, permita avanzar al país hacia una segunda etapa de su desarrollo exportador. Además, pretende la iniciativa, a través de la modificación de normas legales vigentes, corregir algunos efectos no deseados que se presentan en la economía hoy en día, producidos básicamente por una entrada masiva de capitales de corto plazo, lo que ha presionado a la baja en el tipo de cambio.

Otro objetivo propuesto en el proyecto dice relación con la postergacion del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas, que debían entrar en vigencia el 1° de julio de 1991, con el propósito de analizar este tema conjuntamente con las modificaciones a la Ley de Rentas Municipales.

El proyecto de ley contiene nueve artículos permanentes. El primero, se refiere a la extensión del impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos. El segundo, establece la rebaja de los aranceles. Los artículos 3°, 4° y 5° son adecuaciones a la legislación sobre tasas, Estatuto Automotriz y pago de derechos aduaneros, todas consistentes con la rebaja de aranceles. El artículo 6° corresponde a la modificación del impuesto a las gasolinas automotrices y el artículo 7° se refiere a la entrada en vigencia del proyecto.

II.- IDEAS MATRICES Y FUNDAMENTALES DEL PROYECTO.

1.- Rebaja la tasa general de aranceles a las importaciones de15%a 11% (artículo 2°).

2.- Hacer extensivo el impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos (artículo 1°).

3.- Elevar el impuesto específico a las gasolinas automotrices (artículo 6°).

4.- Aprobar disposiciones complementarias de la reducción de los derechos aduaneros (artículos 3°, 4°, 5°).

III.- DISPOSICIONES LEGALES QUE EL PROYECTO MODIFICA.

Las modificaciones legales propuestas en el proyecto tienen por objeto coordinar la disminución de los aranceles con el conjunto de medidas económicas destinadas a mantener el nivel de los ingresos fiscales, readecuando su composición.

En efecto, se modifica por el artículo 1°, N° 1 del proyecto el artículo 1o, N° 3, del decreto ley N° 3.475, que establece las actuaciones y documentos que son gravados por la Ley de Timbres y Estampillas, en lo relativo a las situaciones en que este tributo será aplicable a las cartas de crédito.

El artículo 14 del citado decreto ley, relativo al momento en que se devenga el impuesto, es modificado por el artículo 1°, N° 4 del proyecto.

El artículo 15 del decreto ley N° 3.475, que establece los plazos de cancelación de este tributo, es modificado por el artículo 1°, N° 5, del proyecto.

El artículo 24 del mencionado decreto ley, que establece los documentos que estarán exentos de este impuesto, es modificado por el artículo 1°, N° 6 del proyecto.

Se modifica, también, el artículo 10 de la ley N° 18.525, que establece, en los porcentajes que indica, sobretasas ad valórem y derechos compensatorios a la importación de aquellas mercancías cuyo ingreso al país origine grave daño a la producción nacional, según lo expresado en el artículo 3° del proyecto.

Por el artículo 4°, se introducen una serie de modificaciones a la ley N° 18.483, que estableció un nuevo régimen legal para la industria automotriz, principalmente, en lo relativo a los porcentajes de derechos ad valórem a que están afectas la importación de partes o piezas o conjuntos para el proceso de ensamblaje.

De igual modo, el artículo 5° del proyecto modifica el porcentaje señalado en el artículo 11 de la ley N° 18.634, relativo al beneficio del crédito fiscal concedido en la adquisición de bienes de capital sin uso en el país.

El artículo 6° de la ley N° 18.502, relativo al impuesto específico aplicable a las gasolinas automotrices, es modificado en su inciso quinto por el artículo 6° del proyecto.

Finalmente, en el artículo 8° del proyecto se modifica la ley N° 19.000, en sus artículos 2° y 3°, que se refieren el primero, al restablecimiento de los avalúos de los bienes raíces no agrícolas vigentes al 30 de junio de 1990 y a la tasa adicional establecida por la ley N° 18.206 y el segundo, a la facultad concedida al Servicio de Impuestos Internos para practicar un nuevo reavalúo de dichos bienes raíces.

IV.- DISCUSION Y VOTACION EN GENERAL DEL PROYECTO.

La Comisión tuvo un apretado, pero extenso debate respecto a las bondades y dudas que presenta el proyecto a la luz de las exposiciones efectuadas en su seno por los señores Ministros de Hacienda, de Economía, del Presidente del Banco Central, sus asesores y representantes de entidades invitadas, produciéndose una opinión en general favorable entre sus miembros en relación al hecho inédito de que estas materias sean discutidas en el Parlamento, sin perjuicio de que sea necesario manifestar que el manejo de la conducción económica corresponde al Supremo Gobierno.

Asimismo, se tuvo especialmente presente en el análisis en general de la iniciativa, que ésta representa un todo equilibrado y coherente, lo cual se manifestó en la votación de mayoría expresada en su favor, que dio por resultado 8 votos afirmativos y 3 abstenciones. No obstante, mereció observaciones a la posición de minoría la introducción de nuevos tributos para compensar la baja en los ingresos derivada de la disminución del nivel arancelario.

V.- INCIDENCIA FINANCIERA DEL PROYECTO

De los antecedentes técnicos proporcionados por el Ministerio de Hacienda cabe destacar los siguientes datos a propósito del régimen propuesto:

1.- La rebaja de los aranceles produce un menor rendimiento de $ 80.070 millones.

2.- la aplicación de los impuestos de timbres y estampillas a los préstamos o créditos externos un mayor rendimiento de $ 17.600 millones.

3.- El aumento del impuesto específico a las gasolinas una mayor recaudación de $35.311 millones.

4.- Además, el efecto financiero de la aplicación del encaje sobre los créditos externos de corto plazo tendría para el Banco Central un resultado positivo de $ 20.000 millones.

5.- Por otra parte, de la aplicación de las tasas y sobretasas a los bienes raíces no agrícolas, según la legislación propuesta, se deriva un mayor ingreso fiscal de $ 15.000 millones.

Los personeros del Ejecutivo hicieron presente que en cuanto al efecto fiscal para 1991, en consideración a que esta normativa se aplicará sólo por los últimos 6 meses, la situación de la rebaja en los aranceles debería producir un menor ingreso fiscal de $ 44.600 millones y mayores ingresos por concepto del impuesto específico a las gasolinas por $ 16.100 millones y de $ 7.200 millones por la aplicación del impuesto de la ley de Timbres y Estampillas, lo que generará una pérdida de ingresos de $ 21.300 millones, sin considerar el mayor ingreso que obtendrá el Banco Central proveniente de los encajes, suma que se estimó en $ 3.000 millones.

Se planteó, por parte de las autoridades económicas, que si bien a nivel macro-económico la situación fiscal estaría equilibrada, respecto a la caja fiscal se produciría una brecha cuya reducción deberá efectuarse en la discusión de la Ley de Presupuestos para 1992.

VI.- DISCUSION Y VOTACION EN PARTICULAR DEL PROYECTO.

En el artículo 1° del proyecto se introducen seis modificaciones al decreto ley N° 3.475, de 1980, sobre Ley de Timbres y Estampillas.

El artículo 3° del cuerpo legal referido contempla un impuesto de timbres que afectaba toda la documentación necesaria para efectuar una importación, el cual se derogó hace algunos años.

Por el N° 2 del artículo 1° del proyecto, se agrega un nuevo artículo 3°, que establece un impuesto único a la documentación necesaria para efectuar una importación o para el ingreso de mercaderías desde el exterior a zona franca. Se gravan operaciones en que existe un crédito externo implícito en la postergación del pago, en relación con la recepción de la mercadería. La tasa es de 0,1% por cada mes o fracción de mes que medie entre la fecha de aceptación de la destinación aduanera o ingreso de la mercadería y aquella en que se adquiera la moneda extranjera necesaria para el pago de la operación o de los créditos destinados a financiarla. La tasa máxima no podrá exceder de un 1,2%.

La norma anterior se complementa con otras modificaciones menores en este mismo artículo.

Sometido a votación el artículo 1°, se aprobó por 7 votos a favor, 4 votos en contra y una abstención, con modificaciones formales que se recogen en el texto final aprobado.

En el artículo 2° del proyecto se sustituye el artículo 1 de la ley N° 18.687, fijándose en 11% los derechos de aduana que indica.

La Comisión consideró una indicación del Diputado Palma, don Andrés, que modifica la redacción del artículo por razones de técnica legislativa, la cual fue aprobada por 8 votos a favor y 4 abstenciones.

En el artículo 3° del proyecto se sustituyen los porcentajes de las sobretasas que contempla el artículo 10 de la ley N° 18.525 que afectan a las mercaderías cuya importación pueda originar grave daño a la producción nacional por importarse a precios inferiores dadas las distorsiones existentes en sus respectivos mercados.

Sometido a votación este artículo, se aprobó por 7 votos a favor y 5 abstenciones.

En el artículo 4° se modifica la ley N° 18.483 que establece el régimen legal para la industria automotriz.

Los artículos 3° y 5° de este cuerpo legal contemplan un derecho ad valórem de 15%, sustitutivo de los gravámenes que establece el Arancel Aduanero. Por el N° 1 del artículo 4° del proyecto se propone reducir este derecho ad valórem de 15% a 11% y en el N° 2 se reemplazan los porcentajes del 8% y 15% del artículo 11 por 6% y 11%, respectivamente. Además, en el N° 3 se modifica el artículo 6° transitorio de la ley N° 18.483 reduciendo de un 15% a un 11% el crédito del artículo 11 de la misma ley, que se aplica transitoriamente hasta el 31 de diciembre de 1994.

Además, por indicación del Diputado Devaud, don Mario, se sustituye el guarismo "8%" por "6", en el artículo 11 bis, referente al crédito fiscal a que tienen derecho las industrias terminales.

Puesta en votación la indicación con el artículo 4° del proyecto, fueron aprobados por 8 votos a favor y 4 abstenciones.

En el artículo 5° se sustituye del artículo 11 de la ley N° 18.634, la frase que se señala por "73% del arancel aduanero vigente determinado sobre el precio neto de factura".

A este respecto, se consideró por la Comisión la observación de carácter puntual planteada por los representantes de la SOFOFA, en orden a que se hiciera aplicable la disposición con un desfase de seis meses, a lo menos, para evitar la retroactividad de la norma, comprometiéndose el señor Ministro de Hacienda a estudiar la observación.

Sometido a votación el artículo, se aprobó por 7 votos afirmativos, 2 votos contra y 3 abstenciones.

En el artículo 6° se modifica el artículo 6° de la ley N° 18.502 que contempla un impuesto especial a las gasolinas automotrices, elevándose en 50%.

Puesto en votación el artículo 6°, se aprobó por 7 votos a favor, 3 votos en contra y 2 abstenciones.

Por el artículo 7° se contempla la entrada en vigencia de las normas del proyecto de ley, disposición que fue aprobada por 7 votos a favor, 1 voto en contra y 4 abstenciones.

En el artículo 8° se modifica la ley N° 19.000, que dejó sin efecto el reavalúo de bienes raíces no agrícolas que indica, fijándose como fecha de término de la aplicación de la tasa adicional de 30%, el 31 de diciembre de 1992 y estableciéndose que el reavalúo entrará a regir el 1° de enero de 1993.

Sometido a votación este artículo, fue aprobado por unanimidad.

Por el artículo 9° se repone la facultad entregada al Presidente de la República en el artículo 4° de la ley N° 19.000, a fin de atenuar el impacto que eventualmente pudiera tener el nuevo avalúo de los bienes raíces no agrícolas.

Sometido a votación el artículo, fue aprobado por unanimidad.

VII.- CONSTANCIAS.

1.- Disposiciones del proyecto que deben aprobarse con quórum especial. Ninguna.

2.- Disposiciones o indicaciones rechazadas. Ninguna.

3.- Además, de las modificaciones antes señaladas, se han introducido al proyecto otras de carácter formal, que son recogidas en el texto que a continuación se consigna.

VII.- CONCLUSION.

En virtud de lo antes expuesto y de los antecedentes que os dará a conocer oportunamente el señor Diputado informante, la Comisión de Hacienda recomienda la aprobación del siguiente:

PROYECTO DE LEY

"Artículo 1°.- Introdúcense las siguientes modificaciones al decreto ley N° 3.475, de 1980:

1.Agréganse las siguientes expresiones al inciso final del N° 3 de su artículo 1°,suprimiendo el punto final (.):

"y siempre que digan relación con importaciones que no se hubieren afectado con el impuesto establecido en el artículo 3°.";

2.Incorpórase como artículo 3°, nuevo, el siguiente:

"Artículo 3°.- En reemplazo de los impuestos establecidos en las demás disposiciones de esta ley, estará afecta al impuesto único establecido en este artículo, la documentación necesaria para efectuar una importación o para el ingreso de mercaderías desde el exterior a zonas francas, bajo el sistema de cobranzas, acreditivos, cobertura diferida o cualquier otro en que el pago de la operación o de los créditos obtenidos para realizarla se efectúe con posterioridad a la fecha de aceptación del respectivo documento de destinación aduanera o de ingreso a zona franca de la mercadería.

Este impuesto tendrá una tasa de 0,1% que se aplicará por cada mes o fracción de mes que medie entre la fecha de aceptación o ingreso y aquella en que se adquiera la moneda extranjera necesaria para el pago del precio o crédito, o la cuota de los mismos que corresponda, y se calculará sobre el monto pagado por dicha adquisición, excluyendo los intereses. En todo caso, la tasa que en definitiva se aplique no podrá exceder del 1,2%.

Para los efectos del presente artículo, se incluirán entre los documentos necesarios para efectuar una importación o para el ingreso a zona franca todos aquellos que se emitan o suscriban con ocasión del pago o la constitución de garantías a favor del exportador extranjero o de los bancos que intervienen en la operación.";

3.Incorpórase como artículo 10, nuevo, el siguiente:

"Artículo 10.- Tratándose del impuesto del artículo 3°, corresponderá al banco o a la entidad que venda las divisas recargar en el valor de la operación el impuesto e ingresarlo en arcas fiscales, debiendo para dicho efecto solicitar la documentación que señale el Servicio de Impuestos Internos. En los demás casos, el pago del impuesto será efectuado por el importador o quien ingrese la mercadería a zona franca.";

4.Agrégase el siguiente inciso final, nuevo, al artículo 14:

"Cuando el impuesto del artículo 3o deba ser ingresado en arcas fiscales por el banco o entidad que venda la moneda extranjera, el tributo se devengará al momento de dicha venta. En los demás casos, el impuesto se devengará cuando se efectúe el pago al exterior.";

5.Incorpórase el siguiente N° 4, nuevo, al artículo 15:

"N° 4.- El impuesto del artículo 3°, dentro del mes siguiente a aquel en que se devengue.", y

6.Sustitúyese el N° 1 del artículo 24, por el siguiente:

"N° 1.- Documentos que den cuenta o se emitan en relación con préstamos o créditos otorgados del exterior por organismos financieros multilaterales, y los relativos a la emisión de bonos que se coloquen en el exterior emitidos o suscritos por el Fisco o el Banco Central de Chile.".

Artículo 2°.- Reemplázanse en el artículo 1° de la ley N° 18.687, los guarismos: "15" y "20" por "11" y "15", respectivamente.

Artículo 3°.- Sustitúyese en el artículo 10 de la ley N° 18.525, la expresión "y 20%" por ", 20% y 24%".

Artículo 4°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la ley N° 18.483:

1.- Reemplázase, en los artículos 3° y 5°, el porcentaje "15%" por "11%";

2.- Sustitúyese, en el artículo 11, los porcentajes "8%" y "15%" por "6%" y "11%", respectivamente, y

3.- Sustitúyese el artículo 6° transitorio, por el siguiente:

"Artículo 6° transitorio.- Hasta el 31 de diciembre de 1994, el crédito fiscal señalado en el artículo 11 de esta ley será, respecto del valor FOB de las exportaciones, de 11%, con el máximo del 11% establecido en dicho artículo.".

4.- Sustitúyese en el artículo 11 bis, el porcentaje "8%" por "6%".

Artículo 5°.- Sustituyase en el artículo 11 de la ley N° 18.634 la frase "11% del precio neto de factura" por "73% del arancel aduanero vigente determinado sobre el precio neto de factura".

Artículo 6°- Reemplázase en el inciso quinto del artículo 6° de la ley N° 18.502 la frase: "A partir del 1 de enero de 1990, el" por el término "El", y sustitúyese la frase "gasolinas automotrices será el menor valor entre 3 UTM/m3 y el vigente al 31 de diciembre de 1989, expresado en UTM/m3, por la siguiente: "gasolinas automotrices será de 3,8771 UTM/m3.

Artículo 7°.- La presente ley regirá a contar de su publicación en el Diario Oficial, sin perjuicio de las normas especiales de vigencia o aplicación que se establecen a continuación:

1.- Lo dispuesto en los N°s 1, 2, 3, 4 y 5 del artículo 1° se aplicará respecto de la mercadería importada cuya fecha de aceptación del respectivo documento de destinación aduanera o de ingreso a zona franca ocurra a contar de la fecha de publicación de esta ley en el Diario Oficial.

2.- Lo dispuesto en el N° 6 del artículo 1° regirá para los préstamos o créditos autorizados o registrados a contar de la publicación de esta ley en el Diario Oficial, así como para las renovaciones o prórrogas efectuadas a partir de dicha fecha de aquellos autorizados o registrados anteriormente. Respecto de las renovaciones o prórrogas, se tomará como fecha inicial para el cálculo del impuesto aquella contenida en la documentación que dé cuenta de éstas, y

3.- Lo dispuesto en el artículo 2° regirá a contar del día 17 de junio de 1991 respecto de los derechos que deban pagarse a contar de dicha fecha. Los derechos pagados en exceso como consecuencia de esta norma darán origen a devolución por parte del Servicio de Tesorerías, previa certificación del Servicio Nacional de Aduanas, que tendrá un plazo máximo de 30 días para estos efectos, contado desde la fecha en que sea requerida por el interesado. Para estos efectos el monto pagado deberá expresarse en unidades tributarias mensuales a dicha fecha.

Artículo 8°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la Ley N° 19.000, de 26 de septiembre de 1990:

a)Intercálase, en el inciso tercero de su artículo 2°, la expresión "y hasta el 31 de diciembre de 1992", después de la frase "Restablécese desde el 1 de julio de 1990", y

b)Sustitúyese, en su artículo 3°, la expresión "1 de julio de 1991" por "1 de enero de 1993".

Artículo 9°.- Facúltase al Presidente de la República para rebajar, por una vez, la tasa anual del impuesto territorial de los bienes raíces no agrícolas y aumentar el monto de la exención general habitacional de los citados bienes, a contar del primer semestre de 1993.

El Presidente de la República deberá ejercer esta facultad en el caso que, con ocasión del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas a contar del 1 de enero de 1993, al comparar en moneda de igual valor las proyecciones anuales del monto total girado para el segundo semestre de 1992 con el que corresponda girar para el primer semestre de 1993, basado en los avalúos reavaluados, este último resultare superior en más de 10% al primero.

Para los efectos de cumplir con lo dispuesto en los incisos anteriores, el Presidente de la República deberá rebajar la tasa anual de los bienes raíces no agrícolas de acuerdo con la siguiente tabla: al 1,9%, 1,8%, 1,7%, 1,6%, 1,5%, 1,4%, 1,3%, 1,2%, 1,1%, 1,0%, 0,9%, 0,8%, 0,7% y hasta un tope de 0,6%. Aumentará, además, el monto de la exención general habitacional de los citados bienes raíces respecto del valor vigente al 1 de julio de 1992 en un 10%, 20%, 30%, 40%, 50%, 60%, 70%, 80%, 90% y hasta un tope de 100%, de tal forma que la combinación de ambas variables permita mantener el monto de la proyección del giro total anual para los bienes raíces no agrícolas después de efectuado el proceso de reavalúo, en un valor que no exceda en más de 10% respecto de la misma proyección anual antes de efectuado el citado reavalúo. Con todo, si aplicando los límites de las variables señaladas, aún se excediere del 10%, indicado, deberá cosiderarse un porcentaje de rebaja de la tasa del impuesto territorial y uno de aumento de la exención general habitacional, cuya combinación permita mantener la proyección del giro total anual para los bienes raíces no agrícolas después de efectuado el proceso de rea-valúo, en un valor que no exceda, en caso alguno, el señalado 10% respecto de la misma proyección anual antes de efectuado el citado reavalúo.

En todo caso, estas facultades deberán ejercerse para los efectos de la emisión del Rol de Contribuciones y los Boletines de Cobro a partir de la primera cuota de contribuciones de los bienes raíces no agrícolas para 1993".

Sala de la Comisión, a 19 de junio de 1991.

Acordado en sesión de fecha 18 de junio de 1991, con la asistencia de los Diputados señores Longueira, don Pablo (Presidente); Arancibia, don Armando; Devaud, don Mario; Estévez, don Jaime; Fantuzzi, don Angel (Alessandri, don Gustavo); García, don José; Huenchumilla, don Francisco; Huepe, don Claudio; Munizaga, don Eugenio; Palma, don Andrés; Ramírez, don Gustavo; Rodríguez, don José Alfonso, y Sota, don Vicente.

Se designó Diputado informante al señor Huepe, don Claudio,

(Fdo.): Javier Rosselot Jaramillo, Secretario de la Comisión".

1.3. Discusión en Sala

Fecha 19 de junio, 1991. Diario de Sesión en Sesión 10. Legislatura 322. Discusión General. Se aprueba en general y particular.

MODIFICACIONES ARANCELARIAS Y TRIBUTARIAS Y POSTERGACIÓN DE VIGENCIA DE REAVALUOS NO AGRÍCOLAS. PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde tratar, en primer trámite constitucional, el proyecto de ley que rebaja la tasa de los aranceles a las importaciones, introduce modificaciones a otras normas de carácter tributario y posterga la vigencia del reavalúo de bienes raíces no agrícolas, informado por la Comisión de Hacienda.

Diputado informante es el señor Claudio Huepe.

El proyecto de ley impreso en el boletín N° 382-05, figura en el N°4 de los documentos de la Cuenta de esta sesión.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Huepe.

El señor HUEPE.-

Señor Presidente, me corresponde informar el proyecto de ley que rebaja la tasa de los aranceles a las importaciones, introduce modificaciones a otras normas de carácter tributario y posterga la vigencia del reavalúo de bienes raíces no agrícolas.

Como la Honorable Cámara sabe, el proyecto fue calificado con urgencia de "discusión inmediata", razón por la cual, en el día de ayer, la Comisión de Hacienda destinó 8 horas para su estudio. Contó con la presencia de los señores Alejandro Foxley, Ministro de Hacienda; Carlos Ominami, Ministro de Economía; Andrés Bianchi, Presidente del Directorio del Banco Central de Chile; Roberto Zahler, Vicepresidente de dicha entidad; José Pablo Arellano, Director de Presupuestos; Manuel Marfán, Coordinador de la Política Económica del Ministerio de Hacienda, y Nicolás Eyzaguirre, Director de Estudios del Banco Central.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¿Me permite una interrupción, señor Diputado?

El señor Ministro de Hacienda ha solicitado a la Mesa autorización para que ingresen a la Sala el Director de Presupuestos, don José Pablo Arellano, y el Coordinador de Política Macroeconómica, don Manuel Marfán.

Un señor DIPUTADO.-

No hay acuerdo.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No hay acuerdo.

Continúa con el uso de la palabra el Diputado señor Huepe.

El señor SOTA.-

¡Señor Presidente, esto es increíble! Estoy seguro de que el Diputado que se opone no se atreve a expresarlo públicamente.

El señor HUEPE.-

Señor Presidente, debido al poco tiempo con que se cursaron las citaciones, sólo concurrieron especialmente invitados los representantes de la Sociedad de Fomento Fabril, don Hernán Briones, Vicepresidente, y don Gustavo Gallardo, Gerente de Estudios. Enviaron antecedentes y opiniones a la Comisión, vía fax, la Asociación de Exportadores de Chile, A. G., que preside el señor Ronald Bown; la Central Unitaria de Trabajadores, y la Asociación de Distribuidores de Combustibles de Chile, ADICOA. G.

Debo informar a los señores Diputados que el proyecto trata de dos materias totalmente distintas. Una es el paquete de medidas macroeconómicas; la otra está referida a la postergación de la vigencia del reavalúo de bienes raíces no agrícolas.

En la Comisión primeramente se votaron los artículos 8° y 9°, que fueron aprobados por unanimidad y que tienen que ver con la postergación de la vigencia del reavalúo de bienes no agrícolas. Posteriormente, se entró en el análisis de las medidas macroeconómicas.

Quisiera continuar con el mismo orden, para despejar el problema de la postergación de la vigencia del reavalúo de bienes raíces no agrícolas y dar a conocer a esta Corporación los antecedentes que se tuvieron en cuenta para aprobar estas disposiciones por unanimidad.

Los artículos 8° y 9° plantean dicha postergación, modificando los artículos 2° y 3° de la ley N° 19.000; fijan el 31 de diciembre de 1992 como fecha de término de la aplicación de la tasa adicional del 30 por ciento, y establecen que el reavalúo qué practicará el Servicio de Impuestos Internos entrará a regir el 1 de enero de 1993, en vez del 1 de julio de 1991. Mediante el artículo 9° se repone la facultad entregada al Presidente de la República en el artículo 4° de la ley N° 19.000, aprobada en relación con el reavalúo que debía regir al 1 de julio de 1991, en iguales términos y con la misma finalidad, ya que este artículo establece la posibilidad de que el Presidente de la República pueda morigerar el impacto que, eventualmente, significaré el resultado de la nueva tasación de los bienes raíces no agrícolas, cuando el aumento del avalúo exceda de una determinada cifra.

Este es el contenido central de los artículos 8° y 9°, que –reitero- no tienen que ver directamente con el paquete de medidas macroeconómicas.

Algunos señores Diputados plantearon su preocupación por el financiamiento municipal. Sin embargo, dado que en el mismo mensaje se plantea que, en breve plazo, esta Corporación estudiará el proyecto de ley sobre Rentas Municipales que el Ejecutivo enviará próximamente a trámite legislativo y que en esa iniciativa se estudia la posibilidad de introducir modificaciones a la Ley de Impuesto Territorial, cuya recaudación es a beneficio municipal, se pensó, obviamente, que la situación amerita un estudio global de todos los aspectos vinculados al tema del financiamiento municipal. Como lo único que se pretende por esta ley es postergar la vigencia del reavalúo y no se introduce ninguna modificación de fondo y, en la práctica, lo que hacemos es otorgar tiempo para que esta Corporación pueda analizar con más calma la Ley de Rentas Municipales, la Comisión acordó, por unanimidad, despachar los referidos artículos 8° y 9°, relacionados, reitero, con la idea matriz de postergación de la vigencia del reavalúo de bienes raíces no agrícolas.

Paso, enseguida, a referirme a las medidas macroeconómicas que deben ser aprobadas a través de un proyecto de ley, porque las otras que adoptó el Banco Central no necesitan ratificación por esta Cámara, como explicaré posteriormente.

El su mensaje el Gobierno señala que, desde el punto de vista de la estrategia de desarrollo planteada, hay dos pilares fundamentales: la mantención de los equilibrios macroeconómicos y una creciente apertura de nuestra economía. Dicha estrategia, a juicio de los Ministros de Hacienda y de Economía, ha sido exitosa, pero, paradójicamente, ese mismo éxito es el que la ha colocado en riesgo. Creo que es interesante, en lugar de analizar artículo por artículo, tratar de transmitir a los señores Diputados el análisis de la coyuntura económica en que vivimos los problemas que advierten las distintas autoridades que concurrieron a la Comisión y el contexto en el cual se aprueban estas disposiciones legales. ¿Cuál es el diagnóstico que se hace de la situación coyuntural que vivimos? Después del proceso de ajuste inicial, realizado durante 1990, la economía, de acuerdo con las cifras analizadas en la Comisión, aparece en un proceso de clara expansión y con proyecciones bastante alentadoras en el mediano y largo plazos, sobre todo para el sector exportador. Pero, paradójicamente, este aumento de las exportaciones implica riesgos, y el Banco Central ha observado un fenómeno inédito en la economía chilena: abundancia de dólares que produce algunos efectos peligrosos en los equilibrios macroeconómicos. En cuanto a este fenómeno se señala el hecho de que las reservas ascienden a alrededor de 6 mil millones de dólares, y que las estimaciones de la balanza de pagos para este año son muy superiores a las de fines del año pasado, cuando se analizó el Presupuesto Nacional. Por ejemplo, la Balanza Comercial presenta un excedente mucho mayor que el presupuestado, y el antecedente que se dio fue que las exportaciones no tradicionales -o sea, aquellas en las que se incluyen los 15 productos de mayor significación y con mayor tradición exportadora- han crecido en un 25 por ciento. Como a su vez esas exportaciones no tradicionales superan los 2 mil millones de dólares, sobre un saldo de 8 mil millones -o sea, dichas exportaciones, a su vez, son del orden del 25 por ciento- su crecimiento significará el impacto de un aumento de los ingresos por ese concepto superior al 6.25 por ciento. Es decir, un 25 por ciento de crecimiento de un 25 por ciento, a su vez, que constituye la participación del total de las exportaciones. Se observa también un ingreso de capitales de mediano y largo plazos más alto que el presupuestado.

Otro elemento importante de analizar, y tal vez el que más debe tenerse en cuenta, en función de las medidas adoptadas, es el ingreso especulativo de capitales de corto plazo, estimulado por las diferencias de interés. O sea, es buen negocio traer dólares, comprar pesos, colocarlos a interés, recoger ese interés y remitirlo al exterior. Da tasas de rentabilidad muy superiores a las que se pueden obtener en otros países. ¿Por qué ese negocio no se hace con más frecuencia en todos los países que tienen estas diferenciales, que a veces son transitorias? Obviamente, para los que traen los dólares, los cambian en pesos para invertirlos y obtener la rentabilidad suficiente, hay siempre un fantasma y un temor, el de la devaluación. Sin embargo, como hay un signo de confianza de que no habrá devaluación, el aumento del ingreso de los capitales especulativos ha sido muy alto, y, para evitarlo, una alternativa sería bajar la tasa de interés.

Quiero tratar de reproducir un poco los dilemas en que se ve la autoridad económica respecto de las opciones que debe tomar, las que siempre conllevan riesgos y que hay que escoger en un momento determinado.

Habría que bajar la tasa de interés, pero esa medida sería un estímulo para la inflación. El resultado práctico del ingreso de capital especulativo, del superávit de la balanza de pagos, es un tipo de cambio que permanentemente tiende a la baja. Ello complica la política monetaria que debe aplicar el Banco Central, puesto que debe salir al mercado a comprar dólares para que no baje el nivel inferior de la banda, como se dice normalmente, para que "rebote" en el piso de la banda, lo cual significa emisión. Como ustedes saben, actualmente el precio del dólar se fija sobre la base del dólar acuerdo, que es el centro de una banda que oscila en más o menos 5 por ciento, y que cada vez que ese dólar está en el piso de la banda, el Banco Central se ve obligado a comprar dólares en el mercado, para impedir que baje de ese piso, lo que se traduce en emisión, con el riesgo consecuente de inflación.

Según los antecedentes entregados por el Presidente del Banco Central, la emisión no ha significado hasta ahora impacto inflacionario, porque ha habido éxito en otro instrumento de la política del Banco Central, en la esterilización de la emisión de dinero en pesos utilizado para la compra de dólares mediante la colocación de papeles que recogen del mercado esa misma emisión. Eso, hasta el momento, ha sido exitoso, pero es obvio que esta situación no puede mantenerse durante mucho tiempo.

Para ilustrar a los estimados colegas, leeré un párrafo del análisis que hizo "El Mercurio", en su página editorial el domingo pasado, donde, incluso, plantea este problema con anticipación. Es un artículo elaborado, aparentemente, antes de que se conocieran las medidas económicas aplicadas y que resume la situación que estamos viviendo. Leo textualmente:

"Una segunda duda estructural tiene que ver con el comportamiento del tipo de cambio y sus efectos colaterales en la política monetaria del .Banco Central. Como es sabido, durante ya muchos meses el dólar observado se ha mantenido pegado en el piso de la banda dentro de la cual puede variar.

Esto ha provocado una caída del tipo de cambio real, perjudicándose el sector exportador. Paralelamente, la abundancia de dólares ha obligado al instituto emisor a comprarlos, aumentando así la emisión de dinero, lo que le complica sus objetivos de política monetaria. En este campo las dudas se centran en cómo la autoridad resolverá esta sobreoferta de dólares".

Ese es, precisamente, el problema que se pretende enfrentar con estas medidas.

Frente a esta situación, que describe tan gráficamente "El Mercurio" como el dilema de la política económica, desde el punto de vista general, hay varias alternativas.

Una es la revaluación pura y simple: dar mayor amplitud a la banda. El tipo de cambio, obviamente, podría bajar; pero eso afectaría a las exportaciones.

Otra alternativa es reducir la tasa de interés, lo que permitiría una expansión del gasto que podría compensarse eventualmente mediante la reducción del gasto público. Pero ése es un problema del debate que no me corresponde como Diputado informante, porque el gasto, según las informaciones, presenta importantes rigideces.

Otra alternativa es la baja de aranceles, con lo cual tenemos un estímulo para importar más. Ello aumenta la demanda de dólares y el tipo de cambio. El Gobierno optó por esta última alternativa. El proyecto de ley se refiere fundamentalmente a esa baja de aranceles y a las medidas compensatorias que ellos exigen.

Según la información que entregaron a la Comisión, el Ministro de Hacienda y sus asesores, la disminución de aranceles cumple un doble objetivo. Primero, responde a esa situación de coyuntura que analizaba y, segundo -y esto es muy importante-, es consistente con una política de largo plazo orientada a generar condiciones de competitividad a nuestros industriales. Si, como país, queremos mantener la competitividad en el largo plazo, independiente del problema coyuntural del dólar, en algún momento deben bajarse los aranceles. Por lo demás, es la tendencia en los acuerdos que se negocian con México y Venezuela, y en las conversaciones iniciales con Estados Unidos, país que después de concretar acuerdos con México, ha expresado su voluntad de negociar eventualmente con Chile.

Una primera medida establecida en el proyecto de ley es la disminución de aranceles del 15 por ciento al 11 por ciento. Esta disminución de aranceles significa, a su vez, una disminución de los ingresos fiscales que debe ser compensada con otros ingresos, a fin de mantener los equilibrios presupuestarios, y para esa compensación se han planteado dos medidas.

La primera consiste en hacer extensivo el impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos que actualmente afecta a los préstamos que se realizan en el interior del país. Con esta medida se elimina una discriminación en contra de los capitales nacionales y se grava el movimiento de capitales, producto de las diferencias entre las tasas de interés interna y externa.

La forma de operar de este impuesto, implica que los créditos externos afectados serán, básicamente, los de corto plazo. ¿Por qué razón? Esta materia figura en detalle en el artículo l°, números 1 a 5, del informe que está a disposición de los señores Diputados. Se plantea que la forma de aplicación del impuesto es de 0.1 por ciento mensual, pero con un tope de 1.2. Eso significa que créditos de un año hacia arriba tienen la misma tasa que aquellos de un año. Ese es el tope. A créditos de dos o tres, por ejemplo, se les aplicará igualmente el impuesto de 1.2 por ciento, que, obviamente, tiene una incidencia mucho menor, en términos proporcionales, en los créditos de mediano y largo plazos.

La segunda medida consiste en aumentar la tasa del impuesto específico a la gasolina, de 2,58 unidades tributarias mensuales por metro cúbico a 3,88 unidades tributarias mensuales por metro cúbico. En este sentido hubo consultas sobre la incidencia de dicho aumento en el precio de la gasolina, y el Ministro de Hacienda informó que no tendrá un impacto en los costos de la industria, desde luego, porque ésta no consume gasolina, sino diesel, que, en gran parte, se importa, y que la baja de aranceles influirá en ello en un menor costo. Agregó, asimismo, que la expectativa del Gobierno en relación con la evaluación del precio de la gasolina en el mercado mundial es que en los próximos meses habrá una tendencia a la baja, incluso, por razones estacionales, si se analiza en el tiempo el ciclo de los precios de éste. Esa es una duda que preocupó a algunos parlamentarios de la Comisión.

Estas son las medidas adoptadas que requieren ratificación del Congreso. Obviamente, no las podríamos aprobar sin conocer otras que, si bien no requieren ratificación, es necesario tenerlas presentes, porque son complementarias, adoptadas por el Banco Central. Si bien no le compete a la Cámara aprobarlas, se deben considerar como una referencia importante, pues son un complemento esencial para enfrentar la situación macroeconómica de manera coherente.

El Presidente del Banco Central nos informó del conjunto de medidas adoptadas para enfrentar este problema. Fundamentalmente son tres:

Primero, desestimular los movimientos de capitales de corto plazo, exigiendo la constitución de un encaje de 20 por ciento a los créditos externos, cuya incidencia sobre su costo será decreciente para aquellas operaciones que excedan el plazo de un año. La modalidad con que esto se aplica es similar al caso anterior, en el sentido de que se hace de manera discriminatoria. De manera que cuando las operaciones son inferiores al plazo de un año el impacto, en términos relativos, es bastante más alto que cuando exceden ese lapso.

Segundo, flexibilizar el uso de recursos en moneda extranjera de la banca nacional, autorizándola para firmar operaciones de comercio exterior entre terceros países, acogidos al convenio de pagos de créditos recíprocos de la ALADI.

Es importante considerar que la información dada por el Presidente del Banco Central fue muy categórica para decir que esta flexibilización se hizo pensando en dos elementos: uno, que no corresponden a operaciones riesgosas, porque todas cuentan con el respaldo de los respectivos bancos centrales, y dos, que se está favoreciendo la exportación de servicios de la banca por el hecho de que también tiene una cierta ventaja comparativa por la manera en que opera, lo que puede ser una manera de salir al exterior no sólo con bienes, sino también con servicios.

Tercero, modificar el valor del tipo de cambio acuerdo, que corresponde al "dólar acuerdo", considerando el impacto favorable de la rebaja arancelaria sobre los costos de los productos de exportación, con lo cual se mantiene la posición competitiva de los exportadores. El argumento radica en que si hay disminución de aranceles, mejora la posición competitiva de los exportadores, porque los insumos importados que forman parte de sus costos también van a tener una reducción en el precio. Entonces, la posición competitiva de los exportadores no se altera al reducir el valor del tipo de cambio acuerdo en 2 por ciento.

Aquí nos encontramos frente a un tema debatible en el que, quizás, los señores Diputados quieran opinar.

Se le consultó al Presidente del Banco Central si esto puede ser calificado de revaluación, y técnicamente no lo es.

Quisiera explicar el punto con mayor claridad. Lo que ocurre es que se baja el promedio de la banda. Por lo tanto, puede haber una revaluación, porque si el medio baja, el piso de la banda también baja 2 puntos. Como el sistema de fijación de precio del dólar tiene una oscilación de más o menos 5 por ciento, en la práctica el nivel en que ha estado el precio del dólar -que es el piso de la banda-, de acuerdo al comportamiento de los agentes económicos, podría subir, incluso, 8 por ciento, porque todavía queda un margen para subir del fondo del piso en que estaba.

Este punto deberá ser analizado, porque hubo posiciones distintas en la Comisión. En todo caso, se dio un antecedente práctico. Hasta el día de ayer, después de haber bajado, el valor del dólar comenzó a repuntar y estaba exactamente al nivel que tenía antes de adoptarse estas medidas.

Estas tres medidas, en conjunto, tienden a subir el tipo de cambio observado, que es el que importa.

Este tema hizo que los miembros de la Comisión destinaran bastante tiempo al análisis de la situación macroeconómica. Se les preguntó a los representantes del Banco Central por qué no se habían tomado antes estas medidas. Se nos contestó que se había actuado pensando en que la respuesta de los agentes económicos sería distinta. De hecho, ha habido una reducción significativa de las tasas de interés en los últimos meses. Se pensó que eso haría disminuir el ingreso especulativo de capitales de corto plazo. Sin embargo, ello no se produjo, entre otras razones que allí se dieron, porque también hubo una disminución de la tasa de interés en el exterior, con lo cual, si bien la diferencial se redujo, de todas maneras se mantuvo en cierto nivel. Además, los signos de confianza hicieron que algunos inversionistas, operadores financieros extranjeros que no temen a la devaluación, aprovechen cualquiera diferencia de tasa de interés, aunque sea menor, para seguir operando con ese capital especulativo.

Los estudios del Banco Central de Chile y los antecedentes reunidos demuestran que el ingreso de dólares de las últimas semanas que se pensó sería una situación coyuntural, se transformó en permanente. Ello indujo a adoptar las medidas que he señalado.

Algunos Diputados de la Comisión plantearon la eventual analogía que esta situación podría tener con otras vividas a principios de la década del ochenta. Tanto el Ministro de Hacienda como el Presidente del Banco Central fueron muy categóricos en señalar que ésta es una situación radicalmente distinta, fundamentalmente porque el tipo de cambio real, hoy día, es doble del de 1982. Además, en ese momento el estado de la balanza de pagos era muy distinta y la deuda mucho mayor; o sea, a juicio de ambos personeros se trata de situaciones imposibles de comparar.

Finalmente, debo informar que entre las medidas complementarias anunciadas por el Ministro de Economía está el programa de promoción de inversiones, cuyos antecedentes, por razones de tiempo, no voy a entregar en esta oportunidad. Se trata de medidas que –reitero- no requieren de la ratificación del Congreso, aunque deben analizarse dentro del contexto.

En resumen, se adoptarán tres tipos de medidas: primero, las que son materia de este proyecto de ley, propuestas por el Ministro de Hacienda, relacionadas con la disminución de los aranceles, y el aumento de los impuestos que compensan la caída de los ingresos fiscales que eso significa; segundo, las adoptadas por el Banco Central, que he explicado, y tercero, las de tipo económico, para promover las inversiones en nuestro país.

Los artículos 1° al 7° se refieren a las siguientes materias: el 1°, modifica el decreto ley N° 3.475, de 1980, sobre Ley de Timbres y Estampillas.

Su N° 1 elimina la posibilidad de que las importaciones financiadas con cartas de crédito queden afectas a doble tributación.

Su N° 2 incorpora al decreto ley N° 3.475 un nuevo artículo 3°, con el fin de establecer un impuesto único a la documentación necesaria para efectuar una importación o ingresar mercaderías del exterior a zonas francas. Dicho en otros términos, se trata de gravar operaciones en que existe un crédito externo implícito en la postergación del pago, en relación con la recepción de mercaderías. Es decir, aunque no exista una operación crediticia formal, el solo hecho de haber un desfase en el tiempo desde el momento de la internación de la mercadería y el pago efectivo de ella se considera como un crédito implícito. Eso es lo que grava el N° 2 del artículo 1°.

El segundo inciso de este número establece la tasa del impuesto, de 0.1 por ciento mensual, la que no podrá exceder del 1.2 por ciento, con lo cual hay una ventaja relativa para aquellos créditos a plazos más largos.

En el inciso tercero se señala cuál es el documento gravado y la operatoria del impuesto.

En el N° 3 se incorpora un artículo 10 nuevo al decreto ley N° 3.475, que establece el momento en que se devenga el impuesto y quién lo paga. En el N° 4 se dispone el momento en que se devenga el impuesto, y en el N° 5, la oportunidad en que ingresa a arcas fiscales.

Ese es el sentido de los cinco números del artículo 1°, que modifican el decreto ley N° 3.475, de 1980. Es decir, se refieren a esta concepción de considerar los pagos diferidos de importaciones como créditos y, por lo tanto, susceptibles de impuesto.

El N° 6 se refiere a las operaciones de crédito corriente y al pago diferido de importaciones.

La aprobación de este artículo tuvo 7 votos a favor, 4 en contra y una abstención.

El artículo 2° rebaja el arancel aduanero de 15 a 11 por ciento.

Por indicación del Diputado señor Andrés Palma se cambió la redacción primitiva, con lo cual se modificaron en la ley vigente, la N° 18.687, los guarismos 15 y 20 por 11 y 15. O sea, una ley decía que los aranceles anteriores, que eran del 20 por ciento, se rebajan al 15, y ahora se plantea que se rebajan al 11 por ciento.

El artículo 2° se aprobó con 8 votos a favor, ninguno en contra y 4 abstenciones.

Los artículos 3°, 4° y 5° modifican diversas disposiciones legales para hacerlas concordantes con la rebaja de aranceles del 15 al 11 por ciento.

Según los acuerdos del GATT, Chile aceptó un límite de aranceles del 35 por ciento; si antes era el 15 por ciento, la diferencia de veinte puntos debe lograrse con una sobretasa. Si los aranceles son ahora del 11 por ciento, se produce una diferencia de veinticuatro puntos para llegar al 35 por ciento. Por lo tanto, el artículo 3° del proyecto tiene por objeto reemplazar el guarismo 20 por 24 en la ley N° 18.525, que en su artículo 10° contempla esta sobretasa arancelaria.

El artículo 4° aborda materias relacionadas con el Estatuto Automotor actualmente vigente y no con el proyecto pendiente en el Senado. Se sustituyen guarismos, para hacerlos concordantes con la reducción arancelaria del 15 al 11 por ciento.

El artículo 5° se refiere a los bienes de capital adquiridos en el mercado nacional, en que existía un subsidio del 11 por ciento del precio neto de factura, que se reemplaza por 73 por ciento del arancel aduanero vigente determinado sobre el precio neto de factura, equivaliendo, si se analiza la sustitución, a la rebaja arancelaria, en su proporción, del 15 al 11 por ciento.

En relación con esta materia, es conveniente señalar que la Sofofa planteó una observación en la Comisión, con el objeto de que esta norma se aplicara con un desfase de ciento ochenta días, para evitar una eventual retroactividad de ella. El Ministro de Hacienda se comprometió a estudiar esta situación. Se aprobó el artículo con 7 votos a favor, 2 en contra y 2 abstenciones.

El artículo 6° modifica el inciso quinto del artículo 6° de la ley N° 18.502, que contempla un impuesto especial a la gasolina, elevándose éste en un 50 por ciento. Este artículo se aprobó con 7 votos a favor, 3 en contra y 2 abstenciones.

El artículo 7° establece la entrada en vigencia de las normas del proyecto de ley, disposición que fue aprobada por 7 votos a favor, uno en contra y 4 abstenciones.

El último punto, que es necesario explicar para completar la información. Es que la aplicación integral de estas medidas consideran algunas variaciones en la estructura de ingresos del país. La rebaja de los aranceles del 15 al 11 por ciento representa un menor rendimiento de 80 mil millones de pesos; la aplicación del impuesto de timbres y estampillas significará un rendimiento de 7.600 millones, y el aumento del impuesto específico a la gasolina tendrá un mayor rendimiento de 35 mil millones de pesos.

Además, habría que tener presente el efecto financiero sobre los resultados del Banco Central. Por la aplicación del encaje, sólo en los créditos externos se estima un ingreso anual de 20 mil millones de pesos. O sea, aquí se compensa, todavía subsistiendo un cierto déficit, la rebaja de los aranceles por la aplicación de estos impuestos.

Sin embargo, y esta es la última reflexión, que es necesario tener en cuenta, hay que distinguir el problema macroeconómico de la situación fiscal.

El paquete de medidas propuesto está concebido de manera tal que sea neutro, desde el punto de vista macroeconómico. ¿Qué quiere decir esto? Que los mayores ingresos, ya sea para el Fisco o el Banco Central, se compensen con los menores ingresos, es decir, que estas medidas no sean un factor de expansión monetaria. Sin embargo, si lo miramos desde la perspectiva de la caja fiscal, hay un déficit, porque los fondos que recibe el Banco Central no pueden ser considerados como ingresos. Es un problema que deberá ser analizado en el proyecto de Ley de Presupuestos que verá esta Corporación a fines de este año, oportunidad en que habrá que estudiar el problema de transferencia entre el Fisco y el Banco Central. Es claro que la aplicación de esta medida, durante este año, producirá un excedente en el Banco Central.

Es todo cuanto puedo informar al respecto.

El señor VIERA GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra don Eugenio Munizaga.

El señor MUNIZAGA.-

Señor Presidente, la materia que analizamos hoy en verdad corresponde a dos proyectos. Los artículos 8° y 9° se separan totalmente de la idea matriz del resto de la iniciativa. En consecuencia, se puede decir que éste es un proyecto misceláneo.

Los parlamentarios de Renovación Nacional solicitamos en la Comisión de Hacienda que los artículos relativos a la postergación de los reavalúos de bienes raíces no agrícolas se votaran aparte. Y así fue. Nuestra posición respecto de estos dos artículos, a pesar de que tenemos grandes aprensiones en torno del tema del financiamiento municipal, es aprobarlos.

Ahora bien, en relación con la otra parte del proyecto -el tema fuerte- cabe señalar que el Ejecutivo ha enviado para la discusión del Parlamento un texto con propuestas para implementar una serie de medidas económicas destinadas a evitar que continúen en los próximos meses tasas de inflación como las que ya se están registrando en los indicadores económicos y que afectan el bolsillo de muchos chilenos. Con este proyecto el Gobierno quiere regular el flujo de dólares a raíz del superávit que ha registradora balanza de pagos en forma sostenida.

El proyecto en estudio contiene disposiciones que, estudiadas por separado, pueden ser aceptables, pero que analizadas en su conjunto y tomando en consideración las últimas medidas adoptadas por la autoridad económica hacen que el denominado paquete de medidas sea tremendamente pernicioso para las principales actividades económicas y, por consiguiente, para el país entero.

Es lamentable que para afrontar un problema como el de la inflación, como muchas otras veces, se pretenda imponer obligaciones al sector productivo, cuando el Gobierno no da señal alguna de querer disminuir el gasto público. Esto constituye una antigua costumbre que le hace mucho daño al país. El mismo Gobierno ha señalado que el "paquete" es un conjunto de medidas que deben ser analizadas globalmente, porque forman parte de una misma intención. ¿Cuál es ella? A nuestro judo, única y exclusivamente mostrar un índice de inflación no superior al promedio prometido por el Gobierno, Pero si es un conjunto, manifestamos en forma categórica que el proyecto contiene muchas medidas que no nos parecen adecuadas y que se pretenden camuflar con una, en particular, que va por el camino correcto: la rebaja de los aranceles.

Pero, ¿por qué el Gobierno habla de "paquete"? ¿Qué sucede con la rebaja de aranceles, analizando este mismo "paquete"? En definitiva, esta rebaja unida a una revaluación del peso, significa para los agricultores que producen carne, trigo, remolacha, y para los medianos y pequeños industriales, una carga difícil de llevar.

¿Dónde repercutirán estas medidas? Repercutirán en forma negativa en los sectores productivos e igualmente afectarán el empleo y los ingresos de los trabajadores y empleados. ¿Por qué el Gobierno golpea a la gente y no restringe el gasto público? Es la pregunta que formulo.

Hace mucho tiempo que venimos insistiendo en aranceles bajos y parejos. El Gobierno se equivoca si cree que con esto nos obligará a aceptar otras medidas que propone de contrabando, como el aumento de los impuestos. Todos saben cuánto costó imponer reglas claras en el país y dar seguridad a los actores económicos para que desarrollaran con confianza su labor. Todos los sectores reconocen los beneficios que esta medida trajo aparejados. Después de muchos esfuerzos se logró poner a Chile a la cabeza de los países latinoamericanos y hoy el actual Gobierno se siente orgulloso de ello.

Sin embargo, vemos con tristeza que el Gobierno está dispuesto a despilfarrar todo con tal de dar la sensación al país de que él cumple. En realidad, de alguna manera se está faltando al compromiso de no aplicar nuevos impuestos asumido por el Gobierno el año pasado al aprobarse la Reforma Tributaria. No obstante, vemos que a través de la aplicación del impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos y el aumento del impuesto específico de la gasolina no se cumple con la promesa. No olvidemos que el impuesto a la gasolina afectará a muchos chilenos. Hoy son miles y miles las personas que tienen su automóvil para desplazarse y trabajar. Se ha sostenido que este impuesto no modificará el precio en el corto plazo, debido a un efecto temporal de los precios de los combustibles en la época de verano en el hemisferio norte, pero pasado este período el público usuario sentirá este impuesto en sus propios bolsillos, porque se aumenta en un 50 por ciento.

Comprendemos que el Gobierno quiera compensar los menores ingresos que tendrá con la rebaja de los aranceles, pero, ¿estudió con detención fórmulas alternativas a las que propone? Tal vez una reducción del gasto en consumos del sector público o una disminución de la tasa de interés, u otras fórmulas. Estaríamos dispuestos a apoyar un proyecto de este tipo que sea, en verdad coherente. Creemos que no se estudiaron otras fórmulas y se optó por el camino que, a simple vista, resulta más fácil: el de los impuestos. Pero no olvidemos que ya se dio la posibilidad al Gobierno para que a través de la Reforma Tributaria del año pasado administrara los dineros que aportan todos los chilenos mediante el pago de sus impuestos.

Hoy existen muchas aprensiones en cuanto a la utilización que se dio a esos mayores ingresos. Se suponía que el país iba a tener menos enfermos y allegados, que disminuiría la delincuencia y, por otro lado, que habría más hospitales, un incremento en la construcción de viviendas y mayor seguridad. A la fecha se puede decir que ha aumentado la burocracia, hay mayor número de planes en los ministerios, más plantas y menos mejoramientos efectivos de la calidad de vida de nuestra población.

Renovación Nacional exige el cumplimiento de lo manifestado por el Gobierno, en orden a no crear y aumentar impuestos.

Por estas consideraciones, los Diputados de Renovación Nacional nos abstendremos en la votación general de este proyecto.

He dicho.

El señor DUPRE (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el señor Estévez. Después están inscritos los señores Longueira, Palma, don Andrés, Fantuzzi, Devaud, Rodríguez, García, Pizarro, Pérez y Huenchumilla.

El señor ESTEVEZ.-

Señor Presidente, el proyecto que hemos empezado a discutir, por el cual se propone la rebaja de los aranceles del país, está vinculado a opciones de fondo de la estrategia de desarrollo que queremos propugnar para nuestra economía.

Esta iniciativa de ley busca reafirmar la opción exportadora y competitiva de la economía chilena, a partir de reconocer los cambios que el progreso ha traído, que no podemos ver como problemas u obstáculos, con una mentalidad conservadora, sino, por el contrario, tenemos el desafío de transformarlos en oportunidades para el futuro.

Si el país ha mejorado, ¿cómo nos adecuamos frente a ello? Esa es la pregunta que hoy debemos responder. ¿A qué responde este proyecto? En nuestra opinión, a un cambio estructural en nuestra economía y también a dificultades a corto plazo que aquí se han mencionado. Pero ellas no son válidas en sí mismas, no son la motivación propia y no se pueden manejar sólo con pequeños afinamientos de corto plazo, porque están surgiendo como señales, como signos de algo más profundo de nuestra economía, cual es la falta de adecuación de nuestras normas a cambios que ya se produjeron en el mercado. El cambio principal es que la moneda de Chile se ha valorado. Ese es un hecho que todos podemos constatar. La moneda chilena, comparada con la de otros países, se ha fortalecido, tanto por razones económicas -es decir, porque ha habido un sostenido dinamismo exportador de nuestra economía- como por motivos de tipo político, porque el país aparece más sólido y más creíble. Si nuestra moneda vale más hoy es porque exportamos más, porque nos creen y porque el país se ve con confianza y solidez; además, porque el capital y los créditos vienen a Chile. Eso no podemos entenderlo -así lo consideran algunos colegas- como un drama, una dificultad o algo que nos atemoriza, porque rompe determinado equilibrio tradicional del pasado o un modo de funcionamiento, ya que tenemos el desafío de convertirlo en algo que nos sirva para construir la economía.

Entiendo que muchas veces las posiciones están adoptadas, ya sea por intereses de partes o por compromisos de tipo ideológico. Pero también quisiera creer que, ante el hecho inédito en la historia de la Patria de que se discutan aranceles y un conjunto de medidas económicas en el Congreso Nacional, tendremos la posibilidad de escuchamos, para sostener un diálogo y asumir el compromiso de todos en la gestión de nuestra economía, porque no podemos desentendemos y decir que no somos responsables o, simplemente, hacer propuestas de carácter demagógico o poco pensadas, ya que, finalmente, lo que este Congreso haga o deje de hacer posibilitará u obstaculizará el desarrollo económico del país. Por ello quiero insistir en un primer punto clave, cual es entender que hay un hecho real: la valoración de nuestra moneda -la apreciación de la moneda chilena es una tendencia secular, histórica- que es el resultado natural del robustecimiento de nuestras exportaciones y del fortalecimiento político y económico que el país tiene.

Frente a este hecho, ¿qué podemos hacer? ¿Negarlo por decreto? ¿Sacar un papel que diga: "Mire, no es así", y prohibir por ley a la economía que valore nuestra moneda? Naturalmente que no, porque si pretendiéramos tapar simplemente sobre la base de decretos o de debates la autenticidad de la propia transformación económica del país, estaríamos falseando la realidad, la que nos cobraría muy caro ese falseamiento.

Entonces, ¿o aceptamos la revaluación de la moneda y trasladamos los beneficios de la mayor riqueza en cuanto a que se pueden comprar más cosas con la misma moneda de antes, pero con costo para los exportadores y también para los productores internos, o buscamos nuevas opciones económicas a este hecho fundamental?

¿Cuál es esa opción económica? La baja de aranceles, porque al hacerlo estamos asumiendo el hecho de que nuestras exportaciones han tenido un buen éxito y estamos permitiendo o facilitando la importación de productos de capital o de consumo, sin producir, como en la revaluación, un costo para nuestros exportadores. Es decir, la baja de aranceles, por la vía de promover o facilitar la importación de bienes de capital o el consumo de bienes desde el exterior, busca evitar el tener que reconocer en el tipo de cambio la modificación estructural de la economía. Es la opción a una revaluación de 10 puntos, o quizás más, que, en caso contrario, tendríamos que hacer en nuestra moneda; o sea, es una opción para defender la orientación exportadora del país.

Ahora, si no queremos aceptar que el país, para ser económicamente más fuerte, debe competir, y también nos negamos a revaluar y a bajar los aranceles, ¿qué opción nos queda? Sólo una: bajar drásticamente el consumo. Sólo la posibilidad de disminuirlo en 2 mil millones o en 3 mil millones de dólares es una alternativa a la revaluación del 10 por ciento de nuestra moneda o a la baja de 4 puntos en los aranceles que hoy estamos proponiendo.

De estas tres alternativas económicas, en las bancadas del Partido Socialista y del Partido por la Democracia rechazan del modo más tajante la vía de comprimir el consumo, como la solución para los nuevos cambios económicos que el país tiene, vía de la cual ya se hizo uso exageradamente en el pasado. Nos quedamos con la propuesta de bajar los aranceles, porque entendemos que ella acepta los cambios estructurales producidos en nuestro país y, al mismo tiempo, permite proteger nuestro dinamismo exportador.

El segundo tema apunta al efecto de estas medidas sobre la realidad de nuestra economía.

Al respecto, quiero empezar despejando un aspecto sicológico, diría yo. El país está traumatizado por la forma en que se bajaron los aranceles y se enfrentaron estos problemas durante el régimen militar. Cuando a la gente le dicen que bajan los aranceles eso lo asocia a la quiebra masiva de empresas que se produjo cuando este tipo de instrumento fue usado en un contexto distinto, con un criterio disímil y por otro Gobierno. Se nos quiere hacer una analogía fácil entre los efectos que tuvo para los productores locales la rebaja de aranceles durante el régimen de Pinochet y los efectos que esa medida puede tener ahora.

Trataré de explicar la diferencia, diciendo que hay dos tipos distintos de situaciones económicas. Por ejemplo, fabrico un bien cualquiera, un maletín, por mencionar algo, y vendo cien maletines al mes en 10 mil pesos cada uno. Si en esta situación se abre la economía, y llegan 40 o 50 maletines importados a competir conmigo, tengo que bajar mis precios y perder o debo disminuir mis ventas y posiblemente bajar el empleo, como se teme. Eso es lo que sucedió en el pasado.

Pongámonos ahora en otra situación posible. Vendo los cien maletines a 10 mil pesos cada uno, pero bruscamente sube la demanda y en vez de esa cantidad me quieren comprar 140 unidades, al mismo precio. ¿Qué sucede? Si no importo, seguiré vendiendo los mismos cien maletines, aunque ya no a 10 mil pesos, sino a 12, 14 o 15 mil pesos. Cobraré más caro por ellos. Si importo 20, 30 o 40 satisfaré la demanda y venderé 120, 130 o 140 maletines. Es decir, seguiré vendiendo los mismos 100, a los mismos 10 mil pesos, porque lo que estoy importando es para complementar la demanda.

Este tema es clave para analizar el efecto que tendrá en la economía. Entonces, ¿cuál es la situación que vivimos hoy? ¿Hay estancamiento en las ventas? ¿Tenemos un exceso de producción que no se puede vender? ¿O será que los indicadores económicos muestran persistentemente que crecen las ventas, sin que reaccione la producción? ¿Será que en el mes anterior, o en el antepasado, las ventas subieron casi 5 por ciento en el país y la producción, virtualmente, no creció? ¿O que en el mes recién pasado las ventas crecieron 8 por ciento y la producción empezó a crecer en dos o tres puntos? ¿Cuál es el efecto de este empuje de ventas reactivador frente a la lentitud en la reacción nacional? Lo que ha aumentado son los márgenes de comercio. O sea, se ha producido el siguiente caso: se siguen vendiendo los mismos cien maletines, pero subió el precio de los mismos.

El señor DUPRE (Vicepresidente).-

Hago presente a Su Señoría que está haciendo uso del tiempo de su segundo discurso.

El señor ESTEVEZ.-

Gracias, señor Presidente.

Si una persona va a comprar una camioneta nueva y ese modelo no se encuentra en el mercado debe esperar un tiempo y, además, pagar un 20 por ciento de sobreprecio, en circunstancias que en el país hay dólares, compradores dispuestos y personas dispuestas a vender.

Entonces, esta situación es completamente distinta de la existente cuando se abrió la economía en el pasado. Ahora hay fuerte demanda, un nivel de producción que no alcanza a satisfacer esa demanda y la mayor importación por 180 millones o 200 millones de dólares que permitirá este proyecto no afectará ni detendrá este crecimiento exportador.

Por eso respaldamos la medida central de rebajar los aranceles. Producida esta rebaja, se nos plantea la siguiente pregunta: ¿Cómo compensar los 200 millones de dólares de menor ingreso fiscal que significa esta medida? Naturalmente, aquí hay distintas opciones. Se nos ha planteado la opción de rebajar el gasto fiscal, la cual estamos dispuestos a analizar. El gasto fiscal hoy está creciendo y lo está haciendo más allá del presupuesto, porque hemos acogido, entre otras cosas, la proposición de devolverle el 10.6 por ciento a los pensionados. Esto implica un crecimiento mayor, porque también hemos aprobado la ayuda para paliar los efectos de la sequía y también, ahora, de la inundación; igualmente, para afrontar el problema derivado del cólera. Entonces, ¿de qué se trata? ¿Qué gastos disminuiremos en 200 millones de dólares? ¿Tres o cuatro funcionarios del Instituto de la Juventud, como se nos propone? Naturalmente ése es un mal chiste. ¿Rebajaremos el monto de las pensiones de los jubilados? ¿Detendremos el plan de vivienda o paralizaremos las obras públicas? ¿No reaccionaremos frente a las inundaciones? ¿Rebajaremos el presupuesto de Carabineros, el de Investigaciones o el de las Fuerzas Armadas? ¿Qué haremos?

Si se quiere lograr un acuerdo que implique restar 200 millones de dólares a la vivienda, a Carabineros o a los pensionados no contarán con nuestros votos.

Si llegamos a un acuerdo para modificar la Ley Orgánica de Defensa y se establece que el país no necesita 200 millones de dólares en defensa, naturalmente que sí aceptaremos ahorrar lo que significaba este gasto.

Pero seamos serios. Cuando se sugiere reducir el gasto público por bancadas, que ahora se acuerdan de lo que no consideraron cuando gobernaban y, con justa razón, todo el día plantean los graves problemas sociales que el país tiene, les respondemos que no estamos dispuestos a cercenarlo.

Por esta razón proponemos compensar la baja de aranceles con un impuesto a los excesivos créditos externos de corto plazo, porque ése es un segundo elemento que ataca al tipo de cambio.

Ayer se nos expresó: "Ustedes con ese impuesto disminuirán los créditos externos para Chile". Precisamente de eso se trata. Buscamos que lleguen menos créditos de corto plazo, dado que el exceso de dinero originado de este tipo de operaciones echa para abajo el tipo de cambio.

En síntesis, con estas medidas queremos defender el valor del dólar y tratar de que no se reavalúe, como el mercado lo ha solicitado. Para ello debemos establecer impuestos y encaje a los créditos financieros de corto plazo y modificar los aranceles.

Si no se imponen tributos a los créditos financieros especulativos de corto plazo, o no hay encaje para ellos, mayor es la caída de aranceles y la necesidad de reavaluar que tendría la economía. Por el contrario, si existen estos gravámenes se produce el cambio.

Erróneamente se sostuvo acá -se ha incurrido en una falla técnica- que se reavaluado nuestra moneda. Eso no es efectivo. Lo que se ha hecho es modificar la banda de flotación de 10 por ciento, haciéndola caer en dos puntos.

Si la moneda se reavalúa o no, será un hecho que el mercado indicará, según las medidas que proponemos en este paquete. Durante meses hemos tenido al dólar pegado al piso de la banda, y al Gobierno comprando dólares y emitiendo moneda, porque teníamos una banda artificial e irreal.

Lo que hemos hecho es modificar levemente la banda; pero, fundamentalmente, plantearle al país un paquete serio y riguroso de política económica que busca mantener la exportación, bajar los aranceles y detener los créditos de corto plazo. Ya tenemos el resultado sobre la mesa.

En efecto, hoy el dólar ha crecido fuertemente, se ha despegado del piso de la banda y se ha anulado la eventual reavaluación de nuestra moneda. Esto demuestra que teníamos razón -mucho antes de lo que incluso nosotros mismos pensábamos- al sostener que el paquete propuesto por el Gobierno, reitero, defiende al dólar, fortalece la posición exportadora, detiene la caída del tipo de cambio, y que para ello no se requieren milagros ni decretos, sino medidas económicas.

Por último, cabe destacar que este conjunto de medidas tiene un efecto socialmente positivo, porque se cambia el impuesto a las importaciones, las que todo el mundo consume, por uno al crédito externo, al que no todos los chilenos tienen acceso, y por un impuesto a la gasolina, que no todos los chilenos usan. Por tanto, tiene, obviamente un efecto fiscal socialmente progresivo.

Las medidas propuestas fomentan la producción, más que la especulación financiera. Un objetivo central de nuestro Gobierno es que la ganancia no se haga con el tipo de cambio, ni con la especulación financiera, ni con el "dinero dulce" o fácil de corto plazo, sino con la producción, con el trabajo y con el empleo. Por ello, este conjunto de medidas se asocia a la importación de bienes de capital, maquinaria y equipos, tanto para la gran empresa como para la pequeña y la mediana. Así lo anunciará hoy el Presidente de la República.

Además, como se sabe, la inversión tiene un componente importado mucho más alto que el consumo, por lo que ya, de un modo natural y de mercado, se está beneficiando más a la primera que al segundo.

El Parlamento, por primera vez en su historia, discute la política de aranceles; mientras la debatimos, esta afecta a los mercados de la economía chilena. Nosotros como parlamentarios de Gobierno, respaldamos la propuesta seria y rigurosa que se nos hace, de un conjunto equilibrado de medidas económicas. Mal se podría tomar lo de dulce y dejar lo de agraz; mal se podría tomar el fácil camino de decir: "Me gusta el pedacito dulce, pero no quiero la parte compensación", o "Apruebo una parte, pero rechazo la otra". Eso significaría un déficit fiscal, un desbalance en la economía chilena y un desequilibrio, lo que haría imposible aceptar la rebaja de aranceles sin la compensación fiscal. Estaríamos obligados a desechar el proyecto y a que el país enfrentara el hecho de que el Congreso de la República se ha negado a la modernización, a la competitividad y al fortalecimiento de las exportaciones.

He dicho.

El señor DUPRE (Vicepresidente).-

Solicito el asentimiento de la Sala para autorizar el ingreso, a ella, de don José Pablo Arellano, Director de Presupuestos, y de don Manuel Marfán, Coordinador de Política Macroeconómica del Ministerio de Hacienda.

Si le parece a la Sala, así se acordará.

Acordado.

Tiene la palabra el Diputado señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.-

Señor Presidente, este proyecto de ley contempla una serie de normas bastante distintas entre sí, que se nos ha tratado de "vender" como un solo paquete. Y se nos dice que si no se aprueba en esa forma, estaríamos impidiendo la modernización del país.

Debemos tener absolutamente claro que existen en esta materia, dos cuestiones específicas. Una, que celebramos, es la rebaja de aranceles, que disminuye del 15 al 11 por ciento. Pero no compartimos el juicio antes mencionado, en cuanto a que sea una caída traumática. El cambio que debió hacer el Gobierno de las Fuerzas Armadas, evidentemente, fue traumático, porque cuando existen aranceles de más de mil por ciento para una serie de artículos y se quiere llegar a aranceles razonables para que el país se modernice, obviamente eso tiene un costo. Hoy todos celebramos contar con una economía moderna, con aranceles que han permitido que Chile compita en los mercados externos, y todos estamos orgullosos del grado de exportaciones que ha alcanzado el país.

En consecuencia, una disminución de cuatro puntos no será traumática para la industria nacional. Sin duda, tendrá costos en algunos sectores que deberán adecuarse. En muchos casos significará una disminución en las ventas y, finalmente, desempleo. Pero cuando la economía ha logrado una competitividad como la actual, con aranceles de un 15 por ciento parejo para todos los sectores productivos del país, la rebaja de cuatro puntos es una medida muy saludable y contribuirá a mejorar ese aspecto de nuestra economía.

Lo que está en discusión en este paquete de medidas, es cómo se financiará la caída de esos cuatro puntos. Se nos ha dicho que si no la financiamos como el Gobierno nos propone, impediremos que el país siga por esta senda de desarrollo, progreso y modernización, como señalaba el Diputado señor Estévez. Eso es una falacia.

Desde hace mucho tiempo, dirigentes políticos de la Oposición y destacados economistas de varios sectores, venían sosteniendo que había un problema estructural en la macroeconomía. Cuando argumentaban de esa forma eran descalificados personalmente, incluso tildando a algunos de "terroristas económicos", por anunciar este desequilibrio que se observaba, el cual finalmente, conduciría a una inflación muy superior al 18 por ciento estimado por el Gobierno para el presente año. Por lo tanto, nos complace que las autoridades económicas hayan dado este paso y reconocido que existía un desequilibrio macroeconómico que requería actuar con un paquete que armonizara la situación.

Sin embargo, no compartimos el equilibrio macroeconómico fijado por el Gobierno, en los términos señalados por el Diputado señor Estévez. Se ha optado por no reducir el nivel de consumo, del gasto fiscal, por mantener el tipo de cambio real alto. Todo eso tiene que ser acompañado de tasas de interés altas, lo que atrae un flujo de capitales externos, porque nuestras tasas son más altas que las extranjeras. Pero todo ese equilibrio es coherente, desde el punto" de vista del equilibrio macroeconómico que la autoridad ha decidido conservar, pero que reitero, no compartimos. Se eligió un equilibrio macroeconómico que castiga la inversión.

Celebramos la medida de rebajar los aranceles; la veníamos planteando hace bastante tiempo. El problema surge en el financiamiento de los 200 millones de dólares que implica la caída. No estamos de acuerdo con la proposición del Ejecutivo.

Hace pocos días conocimos la política de privatización del Gobierno, que obviamente es una posibilidad de obtener fondos para el Fisco. Sin embargo, se nos dice: "No, señores; financiaremos esto con una extensión de impuestos de timbres y estampillas.", lo que grava a la inversión y, finalmente, introduce un costo financiero a los créditos que utiliza el sector productivo. Es decir, se afecta directamente a la inversión. Por esa vía, se pretende obtener una recaudación fiscal, que, según informaciones que nos entregaron las autoridades económicas, asciende a 17.600 millones de pesos. Como eso no es suficiente, dado que la caída de cuatro puntos significa 80.070 millones de pesos, se recurrió a un camino muy fácil: "Adicionalmente, subamos el impuesto a la gasolina".

Para enfrentar la situación de desequilibrio macroeconómico, el Gobierno nos ofrece medidas y propone, paralelamente, el financiamiento, que no compartimos. Aprobamos las normas que mejoran la competitividad de nuestra economía, que van en el sentido correcto para que el país siga en la senda del desarrollo, pero rechazamos el criterio establecido para financiarlo.

Por ello, la votación general de un proyecto de esta naturaleza, prácticamente misceláneo, resulta muy compleja. Se propone la disminución de los aranceles, la extensión del impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos de corto plazo, el incremento de la tasa específica de la gasolina y, paralelamente, se introducen dos artículos, el 8° y el 9°, que disponen la prórroga de los reavalúos de los bienes raíces no agrícolas.

Por lo tanto, frente a la disyuntiva de despachar el proyecto en discusión, la UDI lo votará, en general, favorablemente, porque en este conjunto hay una medida trascendental para la economía chilena, como es la disminución de los aranceles. Sin embargo, rechazaremos categóricamente los artículos que nos proponen para financiar la caída en cuatro puntos de la tasa arancelaria.

Por último, quiero hacer presente que no hay ninguna contribución del Fisco para aliviar esta disminución de las tasas arancelarias, sino que se cuadra todo y se presentan normas legislativas que aumentarán los impuestos, aunque efectivamente sean neutros fiscalmente. El país conoce claramente la posición que tuvimos cuando se aprobó en el Congreso la reforma tributaria. Consecuentes con eso, no contribuiremos a apoyar y a aumentar los impuestos, como sucede en el caso de la gasolina y en la extensión del impuesto de timbres y estampillas.

Aquí hay un mecanismo muy claro. El Gobierno, en una política estatista, que no compartimos, decidió no privatizar empresas que hoy maneja el Estado, las que pueden ser una fuente de ingresos mucho mayor que la caída que tendrán por la disminución de cuatro puntos de los aranceles.

Por lo tanto, si el Gobierno ha decidido financiar este paquete de medidas subiendo impuestos, no tenemos porqué sentimos responsables o casi "chantajeados" por el hecho de que, si no aprobamos estas proposiciones para financiar la caída de recursos que tendrá el Fisco por la disminución de los aranceles, estaríamos entorpeciendo la modernización y el camino de crecimiento del país y afectando la política de desarrollo.

El Gobierno fijó un equilibrio macroeconómico que permitirá un crecimiento de alrededor de 24 por ciento, lo que no compartimos. Evidentemente, las medidas que propone son coherentes para el crecimiento que desea de la economía chilena; pero preferimos un equilibrio macroeconómico con un crecimiento superior.

Por eso, cuando llegue el momento, rechazaremos los artículos que sugieren el método de financiamiento de la caída de los aranceles por la vía del aumento de los impuestos, independientemente, tal como lo señalé, de que aprobemos el proyecto en general.

He dicho.

El señor DUPRE (Vicepresidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Andrés Palma.

El señor PALMA (don Andrés).-

Señor Presidente, hoy hemos visto y escuchado cosas insólitas. Un Honorable Senador ha venido a esta Corporación a hablar por teléfono. Como es algo inusual deberíamos recomendar al Senado que instale teléfonos, para evitar que los Honorables Senadores vengan a esta Sala para ese efecto.

Pero hemos escuchado cosas mucho más insólitas.

La afirmación del Diputado Longueira, como punto central de su intervención, es perfectamente válida. El Gobierno y el Banco Central -que no es parte de aquel-, han propuesto al país un nuevo equilibrio macroeconómico. Han confirmado y compartido la tesis de muchos economistas -como él decía, algunos de Gobierno y otros de Oposición-, de que los desequilibrios que se estaban manifestando en la economía, sobre todo en los mercados monetario y cambiario, que se reflejaban en los enormes excedentes de la cuenta de capitales, de la balanza comercial y de la balanza de pagos, no eran transitorios, como se discutió y sostuvo, en particular por el Banco Central, por largo tiempo, sino que constituían una modificación de fondo de las condiciones de la economía.

Nadie afirma hoy que la economía chilena no es atractiva para los inversionistas nacionales e internacionales. Esto ha hecho que la balanza de pagos tenga un comportamiento único en nuestra historia. Por primera vez, tenemos un superávit comercial permanente, y las proyecciones son que éste va a continuar.

Por primera vez, además, tenemos un superávit de la cuenta de capitales.

En el pasado, hubo un gran superávit de la cuenta de capitales, pero fue para financiar un déficit muy grande de la balanza comercial.

Hoy, las dos cosas se dan simultáneamente. Por lo tanto, si no se adoptan medidas que corrijan esta situación, el dólar caerá de manera sostenida y afectará de diversas maneras a la economía, en particular al dinamismo del sector exportador.

Eso ha ocurrido en otros países. Por ejemplo, en España, la relación entre la peseta y el dólar ha significado que el cambio sea más bajo que hace 12 años, después de sucesivas devaluaciones. Pero la apertura de España hacia el mercado europeo ha significado que el valor del tipo de cambio haya caído a la mitad en los últimos cinco años. Esta opción del Gobierno español ha consolidado al sector exportador.

Sin duda, en Chile, si permitiéramos la caída del tipo de cambio, modificaríamos la estrategia que el actual Gobierno y la mayor parte de los economistas de la Oposición, por lo menos, los más serios, sostienen que debe ser el camino de desarrollo del país: un camino de inserción en los mercados internacionales y de desarrollo del sector exportador.

Por lo tanto, la afirmación de que el sector exportador debe ser el motor del desarrollo del país, requiere corregir el desequilibrio existente en la economía. Para esto, es necesario apuntar hacia un nuevo equilibrio macroeconómico.

Para el actual Gobierno y para quienes lo respaldamos, ese nuevo equilibrio económico no puede ser con los mismos contenidos de los equilibrios económicos del pasado, obtenidos a costa de grandes tasas de desocupación; de altas tasas de inflación; de mantener artificialmente un tipo de cambio, y de no corregir los comportamientos de fondo de la economía. Eso trajo graves crisis, caídas de la producción, incrementos del desempleo y, en algunos momentos, una caída del 15 por ciento del producto. Y no queremos que esto se vuelva a repetir.

Por estas razones, el Gobierno ha planteado un conjunto coherente de medidas de política económica. No sólo él ha tomado la iniciativa. Ha habido coincidencia con el Banco Central, que fue establecido como una institución autónoma. Sus consejeros no representan mayoritariamente al Gobierno pues existe equilibrio de fuerzas con la Oposición.

El consejo del Banco Central, por unanimidad, adoptó las medidas de su responsabilidad y competencia y respaldó, también por unanimidad, el conjunto de medidas de competencia del Ejecutivo, propuestas para ser ratificadas por el Congreso Nacional, como corresponde constitucionalmente.

Por lo tanto, no hay ligereza ni incoherencia en las proposiciones formuladas. Tampoco hay irresponsabilidad respecto de sus consecuencias.

Ningún economista serio para aquellos que gustan de la tecnocracia, ni ningún político serio, para aquellos que nos complacemos en respetar la soberanía popular, puede afirmar que el conjunto de medidas es perjudicial para el país.

Algunos podrán decir que se perjudicarán ciertos sectores, pero será así en la fase de transición, porque el país debe adecuarse al conjunto de medidas. Por lo tanto, en la transición al nuevo equilibrio macroeconómico se van a pagar costos.

Por su parte, el Gobierno ha manifestado -y está contenida en la iniciativa legislativa- su voluntad de paliar con medidas transitorias de protección o programas de asistencia, los costos por pagar en determinados sectores.

De todas maneras, es evidente que van a existir costos. La economía no es algo en que se pueda corregir un desequilibrio sin que nadie pierda, sin que nadie tenga que ajustarse o alterar su situación anterior.

En este sentido en nombre de la bancada democracristiana sostengo que el paquete de medidas económicas debe ser entendido en su conjunto y, como tal, no puede aprobarse parcialmente, pues ello generaría desequilibrios peores.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó el tiempo de su primer discurso, señor Palma.

El señor PALMA (don Andrés).-

Gracias, señor Presidente.

Este conjunto de medidas no ha recibido críticas convincentes de parte de los parlamentarios de la Oposición. Particularmente, resultan increíbles las afirmaciones formuladas en la Sala por el Diputado señor Munizaga. Se contradicen en todo con los planteamientos de Renovación Nacional, hechos de manera pública y sostenida, respecto del comportamiento del Gobierno y de las medidas que ese partido aprobó en el pasado, las cuales llevaron a una reforma tributaria.

Se ha afirmado que el único ajuste consistiría en reducir el gasto público. Sin embargo, durante muchos meses, por ejemplo, el señor Galilea y las señoras Cristi y Matthei, parlamentarios de Renovación Nacional, han sostenido que el Gobierno no ha incrementado el gasto público social como debía. Hoy, nos dicen que para resolver los problemas macroeconómicos, producto del sector externo, tenemos que reducir el gasto público. Bien saben ellos, porque fueron parte del Gobierno anterior y ahora son del Parlamento, que discutió la Ley de Presupuestos y la reforma tributaria, que no hay posibilidad de reducir el gasto público, sino sólo en aquellos gastos que no están "amarrados". Entre los no "amarrados", figura el gasto social, que va en beneficio de los más pobres.

El equilibrio macroeconómico que Renovación Nacional quiere en el país, es el mismo que tuvieron en el pasado, en el cual el costo de las políticas macroeconómicas lo pagaron los más pobres. ¡Esto es lo que no desea el actual Gobierno ni aprobaremos nosotros!

Hay que realizar un ajuste, hay que llevar a efecto una compensación de los nuevos equilibrios macroeconómicos; pero no vamos a aceptar que este ajuste lo paguen nuevamente los más pobres. El conjunto de medidas propuestas por el Gobierno apunta, exactamente, en el sentido de que no lo paguen los más pobres. El Gobierno se hará cargo de un porcentaje importante, porque tendrá menos ingresos. Ayer se nos informó que la cuarta parte de la diferencia será de cargo del Gobierno; el resto, se tendrá que pagar con menor consumo de parte de los automovilistas, particularmente.

En el conjunto de medidas adoptadas hay una señal positiva, en términos del consumo y de la inversión. El impuesto a la gasolina significa menor gasto en automóviles y estimular al país a resolver el problema de transportes existente. El impuesto a los timbres y estampillas, al hacerlo extensivo al sector externo, implica desestimular el ingreso de capitales especulativos de corto plazo, con una consecuencia directa en la inversión y en la balanza de pagos. Justamente, el objeto de ellas es resolver el problema.

Por lo tanto, las medidas propuestas son coherentes, tienen lógica y nosotros las vamos a respaldar, ya que apuntan a resolver el actual problema de fondo de la economía, que se produce por la llegada de capitales especulativos. Se va a detener por la baja de aranceles, por el encaje dispuesto por el Banco Central de Chile y por el impuesto a los timbres y estampillas, que hace menor el diferencial de tasas de interés entre créditos del mercado internacional y del mercado doméstico. Además, las medidas compensatorias significan aplicar políticas impositivas con un sentido claramente redistributivo.

Por las razones señaladas, aprobaremos todas las medidas propuestas por el Gobierno.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Fantuzzi.

El señor FANTUZZI.-

Señor Presidente, no quisiera gastar mi tiempo en contestar algunas insolencias del señor Andrés Palma, al tratarnos de políticos poco serios a quienes no compartimos su posición. A lo mejor, si él hubiera trabajado alguna vez en su vida, podría tener una opinión distinta...

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor FANTUZZI..., pero trataré de no entrar en este terreno.

Tampoco le contestaré al Diputado señor Estévez por no entender cómo funciona el libre mercado en el ejemplo de los maletines.

El señor PALESTRO.-

¡Malo el ejemplo!

El señor FANTUZZI.-

A lo mejor, esto se debe a que viene de un sistema en que existían quince tipos de dólares. Por eso, le costará un poco entenderlo, porque si hubiera un mayor mercado para maletines, ya se habrían importado.

Para ser muy honrado, no me gusta ninguna de las medidas que establece este proyecto.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¡Ruego a los señores Diputados guardar silencio!

El señor FANTUZZI.-

Hay varias razones por las cuales este proyecto no es coherente ni oportuno.

Primero, no crea un desarrollo armónico.

Al bajar los aranceles en un 4 por ciento y revaluar el peso en un 2 por ciento, se perjudica a un gran sector de la economía formado por los pequeños y medianos empresarios, los cuales tendrán que rebajar sus productos en un 5,5 por ciento, lo que no están en condiciones de hacer, porque muchos ni siquiera han cumplido sus obligaciones con los bancos, con la Corfo, o Sercotec.

Nadie puede negar que hay otros sectores, fuera de los pequeños y medianos empresarios, que también se verán afectados, como los productores agrícolas, en especial los que se dedican al rubro del trigo, de la leche, y de la carne. No sé qué haremos con las bandas de precios del azúcar y del trigo, porque, indudablemente, los precios internacionales bajarán como consecuencia de los menores aranceles. Por lo tanto, habría que entrar a regular nuevamente estas bandas de precios. Al aplicar aranceles inferiores en un 4 por ciento y una tasa de dólar de un 2 por ciento más baja se producirá cesantía. Es decir, sufrirán tanto los empresarios como los trabajadores.

Hoy leía en el diario que continúa el aumento del empleo y de los salarios; pero, pareciera que estuviéramos descontentos de esta realidad cuando trata de cambiar las reglas del juego.

Por otro lado, los exportadores no se benefician con la baja de aranceles. Por uno u otro mecanismo se les devuelven los valores arancelarios incluidos en sus materias primas importadas. En esta misma Sala, hemos aprobado mecanismos de reintegro automático de estos valores, que tendríamos que entrar a corregir, porque en este momento, al bajar los aranceles, les estamos entregando un subsidio que será reclamado por el GATT.

Por lo tanto, también deberíamos corregir ese tipo de medidas.

El éxito de la política económica con un dólar alto y un arancel de 15 por ciento, que se sostiene que es alto -yo lo encuentro bajo- ha traído como consecuencia que hoy a Chile le sobran los dólares. Como no tenemos ingenio para hacer algo interesante para seguir creciendo, hay que gastarlos en productos manufacturados importados, perjudicando a nuestros trabajadores.

Si una política ha dado resultados, no entiendo cómo podemos tener ganas de echarla a perder. Su éxito se ha debido, justamente, a un dólar alto y a aranceles que protejan adecuadamente y en forma responsable a la empresa y a las industrias chilenas, y también al productor.

Hay países que han aplicado políticas similares a la nuestra. Por ejemplo, Taiwán tenía una política de cambio alto y aranceles prohibitivos para los productos manufacturados; hoy tiene 70 mil millones de reserva en dólares y no ha tenido que tomar una medida como la señalada. Nos ha faltado ingenio para tomar medidas que no vayan en contra de nuestra productividad.

Estamos negociando con países vecinos algunos convenios de comercio exterior. Bajar los aranceles nos deja en desventaja para negociar; y no lo digo yo: lo ha dicho el Ministro de Hacienda el 19 de abril de este año, cuando señaló: "Chile no bajará unilateralmente sus aranceles". Así se dijo. No lo digo yo. Por eso, a veces hay crisis de confianza.

En esta oportunidad, daré a conocer mi posición.

En el gobierno pasado, discutí este tema durante largo tiempo y estuve en contra de la rebaja de aranceles, medida que significó la cesantía de más de un millón de trabajadores. No quiero que hoy pese sobre nuestras espaldas esa misma responsabilidad. Si bien es cierto que la situación es distinta, va en la misma dirección tomada el año 82, que causó en Chile problemas gravísimos de cesantía y de quiebra de empresas.

En una oportunidad en que me dieron un espacio, escribí un artículo, que decía: "El socialismo por la otra punta".

A veces, sospecho que la bancada del frente tiene la estrategia de los "chicagos" para apoderarse de toda la productividad del país. Porque antes he peleado con los "chicagos", y, ahora, tengo que discutir con los socialistas -libremercadistas, como son ahora- los mismos temas que llevaron al país a una situación, realmente, espantosa.

El señor PALESTRO.-

¡Usted los conoce bastante!

El señor FANTUZZI.-

Parece. A unos los conozco; a otros, no tanto.

Señor Presidente, anuncio que me retiraré de la Sala durante la votación, con el objeto de que no se interprete como que participo en ella por intereses creados. Pero mi posición es negativa frente al proyecto.

El señor PEREZ (don Ramón).-

Señor Presidente, por su intermedio, le solicito una interrupción al Diputado señor Fantuzzi.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Pérez.

El señor PEREZ (don Ramón).-

Señor Presidente, Honorables colegas, las zonas extremas de nuestro país se hicieron acreedoras a un sistema aduanero especial, denominado zona franca, de acuerdo con lo dispuesto por el decreto con fuerza de ley N° 1.055 de 1975. Esto, como una compensación a lo difícil que significa hacer soberanía en territorios tan alejados del centro del país, de los mercados consumidores, de la salud moderna y de la educación superior con mayor especialización.

La ley N° 18.211 estipuló que la importación de mercancías extranjeras a la zona franca de extensión estará afecta al pago de un impuesto único de 10 por ciento sobre su valor CIF, el que ingresará a rentas generales de la nación.

En esa época el país pagaba un 20 por ciento de arancel. El actual impuesto del 9 por ciento a las ventas de mercancías extranjeras en la zona franca de extensión se estableció como eminentemente transitorio, para superar una situación de crisis económica nacional. Aun cuando gravadas, las operaciones de zona franca mantenían el diferencial del 10 por ciento, entre el régimen general y la zona franca de extensión. En diciembre de 1984, cuando correspondía aplicar la rebaja de dicho impuesto del 9 al 8 por ciento, no se materializó.

El sábado pasado, el Ministro de Hacienda, don Alejandro Foxley, informó a la opinión pública sobre la rebaja de aranceles de un 15 a un 11 por ciento, lo que significa acercar en dos puntos los diferenciales de las zonas francas de extensión de las regiones extremas y del resto del país.

Obviamente, esto significa que, para los usuarios, seguir operando en las zonas francas deja de ser atractivo, especialmente en el norte y, en particular, en la ciudad de Arica, que compite con la zona franca de Tacna, donde, según informes de prensa, las mercancías están en un 40 por ciento más baratas que en Arica, puesto que el gobierno del Presidente Fujimori, junto con decretar esa zona liberada, eximió del pago de todos los impuestos a las mercancías que ingresan a la zona de tratamiento especial, que es toda la ciudad de Tacna.

Esto significa que para los habitantes de las regiones extremas, este diferencial del 2 por ciento en los aranceles, de ninguna manera compensa el mayor costo que implica residir en ellas, por las razones ya conocidas.

¿Dónde está la falta de equidad? En el resto del país bajarán los precios de los productos importados por la baja de aranceles; sin embargo, en las regiones extremas no la hay, pero sí hay aumento del impuesto a los combustibles y a la Ley de Timbres y Estampillas.

Por esto, solicito al Presidente de la República, a través del Ministro de Hacienda, don Alejandro Foxley, aquí presente, que elimine el impuesto único del 9 por ciento que afecta a las zonas francas de extensión de Iquique y Punta Arenas, a fin de que estos centros de comercio exterior cumplan el cometido para el que fueron creados, y, principalmente, mantengan los beneficios de los residentes en ellas. Debe incorporarse esta petición al articulado del proyecto en discusión, por ser de iniciativa del Ejecutivo.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).- Tiene la palabra el Diputado señor Devaud.

El señor DEVAUD.-

Señor Presidente, como éste proyecto es de discusión inmediata y se debate en general y en particular a la vez, formularé algunas observaciones a su articulado.

En primer lugar, revisaré las ideas matrices que lo informan. La rebaja de la tasa arancelaria, que es, a mi juicio, la idea matriz más importante, está contenida en el artículo 2°, que sustituye, a su vez, el artículo l° de la ley N° 18.687, ley que, en su oportunidad, modificó el arancel aduanero. Fija en un 11 por ciento, en lugar de un 15 por ciento, los derechos de aduana de las mercancías que se internan en el país, a contar del 17 de junio de 1991, cuyo efecto financiero -como ya se ha señalado reiteradamente en esta Sala- significa un menor ingreso de 200 millones de dólares al Fisco de Chile.

Desde el punto de vista del desarrollo económico, en la fórmula asumida por el Gobierno, en virtud de los resultados de la balanza comercial, la rebaja de aranceles es, a mi entender, un buen mecanismo de apertura de la economía, que sigue siendo un pilar fundamental de la estrategia de desarrollo a largo plazo. Por esa razón, la apoyamos. La apoyamos también porque, a su vez, existen medidas de equilibrio fiscal, que están contenidas en los artículos siguientes, y desarrolladas en las otras medidas del proyecto.

La extensión del impuesto establecido en la Ley de Timbres y Estampillas a los créditos externos nos parece una fórmula complementaria y componente del conjunto de medidas asumidas por los Ministerios del área económica y el Banco Central. Modifica los artículos pertinentes del decreto ley N° 3.465 que lo estableció, cuyo efecto general es sobre la base del principio de igualdad ante la ley y de equidad tributaria, y que extiende este gravamen a los documentos que reflejan las operaciones de comercio exterior en la tasa común de 0,1 por ciento del monto de la operación, por cada mes o fracción de mes, con un tope máximo de 1,2 por ciento del monto de la operación, lo que es idéntico al impuesto que grava los documentos que consignan operaciones de crédito interno. De tal manera que no vemos una gran dificultad en la aplicación de este impuesto, particularmente, porque se trata de una medida complementaria que mantiene los equilibrios fiscales.

Respecto de la tercera idea matriz, el aumento del impuesto especial a la gasolina, también la calificamos como una medida complementaria y competente de las medidas económicas, que tiende fundamentalmente a mantener los equilibrios fiscales, que no afecta, en lo principal, según se ha señalado en la discusión y en el debate en la Comisión de Hacienda, a uno de los más importantes agentes económicos: la empresa. Se trata de un mecanismo correcto, según lo han señalado una serie de economistas, de quienes hacemos fe.

La cuarta idea matriz es la postergación del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas. Esta medida hay que entenderla como independiente y autónoma de las anteriormente señaladas. No requiere mayor comentario por tratarse de una idea sobre la que existe unanimidad en la Cámara, salvo destacar que el estudio de las próximas modificaciones a la Ley de Rentas Municipales debe necesariamente contemplar un estudio profundo de esta fuente de financiamiento de los municipios.

En cuanto a las rebajas arancelarias, la salvaguarda proteccionista sectorial, aún con este proyecto, se mantiene excepcionalmente y con mayor fuerza con la modificación propuesta al artículo 10 de ley N° 18.525, sobre importación de mercancías al país, en cuanto establece sobretasas arancelarias posibles de hasta un 24 por ciento, ad valórem, y derechos compensatorios para la importación de mercancías cuyo ingreso al país origina grave daño actual o inminente a la producción nacional, al importarse con precios disminuidos debido a efectos artificiales en sus respectivos mercados. Para este caso debe existir un informe previo de la Comisión Nacional de Distorsión de Precios del mercado internacional. En la actualidad, aun cuando se apruebe este proyecto, mediante la aplicación del artículo 12 de la referida ley, existen derechos específicos que protegen los precios internos del trigo, de las semillas oleaginosas, de los aceites vegetales comestibles y del azúcar.

Es obvio que la preocupación de los Diputados, especialmente los del sur, es, en particular, la situación de la leche. Sin embargo, en mi concepto, la mantención de los principios de protección del artículo 10 de la ley N° 18.525, con el posible aumento de sobretasas arancelarias de hasta un 24 por ciento que puede sugerir la Comisión a que hacía referencia, en caso de competencia internacional desleal, es un mecanismo adecuado para impedir la distorsión que puede ocasionar la importación de productos con precios artificiales en su país de origen.

Hago esta observación puesto que hoy día la Derecha ha manifestado dos posturas antagónicas, muy contradictorias. La representada por el Diputado señor Munizaga, que eleva a la categoría de principio la rebaja arancelaria y que nosotros -como hemos señalado- compartimos y votaremos favorablemente; y la manifestada y representada en la Sala por el Diputado señor Fantuzzi, quien se opone a dicha rebaja, en abierta contradicción con la posición del señor Munizaga, lo que probablemente explique al país la fuerte tendencia a la abstención de la bancada de Renovación Nacional en la votación de este proyecto de ley.

Por nuestra parte, anuncio que lo votaremos favorablemente en su integridad.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

El Comité Radical ha pedido la clausura del debate.

Si le parece a la Sala, así se procederá.

Varios señores DIPUTADOS.-

No, señor Presidente.

El señor ESPINA.

- Pido la palabra para plantear un problema reglamentario.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ESPINA.-

Quisiera que me aclarara la norma reglamentaria que permite votar la clausura del debate cuando han hablado dos parlamentarios por el rechazo del proyecto.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Así es, y así ha ocurrido.

El señor ESPINA.-

¿Quiénes son los dos parlamentarios?

El Diputado señor Fantuzzi no ha hablado en contra del proyecto.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

El Reglamento dice: "que hayan manifestado opiniones distintas". La Mesa entiende que existen opiniones distintas cuando se manifiesta que se rechazará una parte -podríamos decir- no secundaria del proyecto.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, eso rige para la discusión en particular.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No es así.

El señor ESPINA.-

Es así. Su Señoría está equivocado.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

El artículo 138 del Reglamento indica que "En la discusión de los proyectos calificados de suma urgencia o discusión inmediata, se podrá pedir la clausura del debate cuando hayan hablado cuatro Diputados, dos de los cuales emitieren opiniones distintas." Aquí han intervenido más de dos Diputados que han emitido opiniones distintas.

El señor ESPINA.-

¿Quiénes?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Es el criterio de la Mesa.

El señor ESPINA.-

Pero señor Presidente, estoy preguntando quiénes, porque realmente no escuché.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Los Diputados señores Longueira y Fantuzzi, además de otros que han intervenido, como el señor Munizaga. De lo contrario, quiere decir que el debate no ha tenido sentido.

Entiendo que algunos señores Diputados votarán en contra de una parte del proyecto -así lo han anunciado-, y otros a favor. Si todos hubieran expresado que lo van a votar a favor, sería distinto.

En votación la clausura del debate.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 45 votos; por la negativa, 27 votos. Hubo 5 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Clausurado el debate.

El señor ALESSANDRI BALMACEDA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ALESSANDRI BALMACEDA.-

Señor Presidente, invito al Diputado Peña a sumarse al acuerdo existente de los Comités, puesto, que no lo conoce por ser Comité nuevo, en el sentido de que antes de solicitar el cierre del debate, converse e intercambie opiniones con las diferentes bancadas a fin de llegar a un acuerdo justo.

El señor PALESTRO.-

¡La Sala es soberana, señor!

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde votar en general el proyecto. Según el Reglamento, se entenderán también aprobadas en particular todas aquellas disposiciones que no han sido objeto de indicaciones. El señor Secretario dará a conocer los artículos que han sido objeto de indicaciones.

El señor LOYOLA (Secretario accidental).-

Son los artículos 3°, 7°, 8° y 9°.

El señor LONGUEIRA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor LONGUEIRA.-

Señor Presidente, solicito que se someta a votación cada uno de los artículos por separado.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Tenemos que aprobarlo en general primero, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Para ello tendría que formular una indicación, porque el Reglamento dispone que al votarse en general un proyecto de despacho inmediato, de aprobarse se entiende que se aprueban, asimismo, todos los artículos que no han sido objeto de indicaciones, salvo en este caso, los que ha indicado el señor Secretario. Entonces, si se quiere una votación dividida de los artículos, basta con que se formule indicación a todos ellos.

El señor ORPIS.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ORPIS.-

Señor Presidente, en la práctica, cuando en la Comisión se ha votado en forma unánime ocurre eso; pero cuando no ha sido así, se vota artículo por artículo.

El señor MELERO.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor MELERO.-

Señor Presidente, ese criterio, si bien reglamentariamente puede ser correcto, nos induce a una aberración legislativa.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

El problema está solucionado porque se han presentado indicaciones a todos los artículos.

El señor ELIZALDE.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ELIZALDE. -

Su Señoría acepta esta posibilidad, pero, reglamentariamente, cerrado el debate, no puede haber indicaciones. Lo lamento pero es así.

El señor ESTEVEZ.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ESTEVEZ.-

Señor Presidente, creo que tenemos una situación reglamentaria fácil de solucionar si hay buen ánimo. Lo que se quiere es separar la aprobación o rechazo de la votación de los distintos artículos, porque hay Diputados que quieren expresar una votación discrepante en algunos. Sugiero que, por acuerdo unánime de la Sala, se permita votar en general, y que luego se voten, a favor o en contra, pero sin discusión, aquellos artículos sin indicaciones al momento del cierre del debate, y que se voten con discusión los que han tenido indicaciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En todo caso, no hay discusión ni siquiera en los que han sido objeto de indicaciones.

Si le parece a la Sala, se procedería como lo solicita el Diputado señor Estévez.

Un señor DIPUTADO.-

No corresponde.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No existe acuerdo.

Tiene la palabra el Diputado señor Jorge Pizarro.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Señor Presidente, sólo para aclarar la situación planteada por el colega Elizalde. Hace poco más de un mes tuvimos un problema similar, en que la Mesa, en el momento de la votación, no acogió indicaciones hechas con posterioridad. De manera que, en rigor, hasta el momento tendríamos sólo indicaciones presentadas con anterioridad a la clausura, y ninguna otra más.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Así es. Reglamentariamente, sólo pueden hacerse indicaciones hasta antes de la clausura del debate. Por tanto, la indicación presentada a la Mesa con posterioridad no es admisible.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Exactamente. Por eso, le ruego que nos aclare cuáles son las únicas indicaciones admisibles.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Está claro. Son las que se leyeron en primer lugar.

Hay un planteamiento del Diputado Estévez. Para que las cosas se hagan en una forma adecuada...

El señor URRUTIA.-

¡Democrática!

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No, el Reglamento es democrático. Lo que pasa es que no se le conoce bien, porque de lo contrario las indicaciones se habrían presentado antes. Pero, para que haya más instrucción sobre él y podamos actuar conforme a normas precisas, el Diputado Estévez plantea que se acuerde, por la unanimidad de los presentes, el desglose de la votación, en el sentido de votar, primero en general y después cada artículo, pero sin discusión.

Si le parece a la Sala, se votará el proyecto en general, y después, en particular.

Varios señores DIPUTADOS.-

De acuerdo.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Acordado.

En votación general el proyecto.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 67 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 26 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado en general el proyecto.

En votación el artículo 1°.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 56 votos; por la negativa, 36 votos. No hubo abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo 1°.

En votación el artículo 2°.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 65 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 26 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo 2°.

En votación el artículo 3°

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 61 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 27 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo 3°.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, pido la palabra por un asunto de Reglamento.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ruego a los señores Diputados guardar silencio, porque hay un problema con los micrófonos.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Les solicito un mínimo de responsabilidad, porque si este proyecto no se despacha a las 13:30 horas, no será posible tratarlo hoy en el Senado, y el acuerdo de Comités, logrado entre la Cámara y el Senado, queda sin efecto.

Tiene la palabra el Diputado señor Espina.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, estoy planteando que el artículo 191 no contiene ninguna disposición legal que impida el debate respecto de los artículos cuando estamos en votación en particular. La única referencia figura en el inciso tercero cuando señala que lo dispuesto en el N° 3 deberá entenderse sin perjuicio de lo establecido en el inciso penúltimo del artículo 130, el cual se refiere a los acuerdos de Comités en que se renuncia al tiempo. No veo la razón por la cual Su Señoría no ha permitido la discusión en particular del proyecto.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

E1 inciso final del artículo 191 dice: "La discusión de estos proyectos se hará en general y particular a la vez".

El señor ESPINA.-

¿Qué tiene que ver eso?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Eso quiere decir que se discute en general y en particular. Después se vota en general y en particular, porque la discusión ya está hecha.

El señor ESPINA.-

Cuando Su Señoría sometió el proyecto a consideración de la Sala, no lo puso en discusión particular, sino sólo en general.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Y en particular. Todos saben que los proyectos de discusión inmediata se discuten y se votan en general y en particular.

El señor ESPINA.-

No es posible que en un proyecto de esta importancia, se impida a los parlamentarios dar a conocer sus puntos de vista respecto de los artículos que se están votando.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación el artículo 4°, que no ha sido objeto de indicación.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 66 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 26 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo 4°.

En votación el artículo 5°, que no tiene indicaciones.

Si le parece a la Sala, se aplicará la misma votación.

El señor ULLOA.-

¡No!

El señor LEAY.-

¡No!

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 58 votos; por la negativa, 37 votos. No hubo abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo 5°.

En votación el artículo 6°.

Si le parece a la Sala, se aprobará con la votación anterior.

Varios señores DIPUTADOS.-

¡No!

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

No hay acuerdo.

En votación.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 60 votos; por la negativa, 36 votos. No hubo abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo 6°.

El señor Secretario dará lectura a las indicaciones formuladas al artículo 7°.

El señor LOYOLA (Secretario accidental).-

Las indicaciones son del señor Pizarro, don Jorge, y tienen por objeto: agregar en el número 3 del artículo 7°, luego de la expresión "Servicio de Tesorerías", la frase: "a solicitud de los afectados, en un plazo máximo de seis meses", y reemplazar, en el número 3 del artículo 7°, la frase "Para estos efectos, el monto pagado deberá expresarse en unidades tributarias mensuales a dicha fecha", por la frase "Para estos efectos, el monto pagado deberá expresarse en dólares de los Estados Unidos de América, y la suma a devolver se determinará con el tipo de cambio vigente a la fecha de devolución que, con carácter general, fije el Banco Central de Chile.".

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación el artículo 7° con las indicaciones.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 51 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 38 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo 7° con las indicaciones.

En votación el artículo 8°, que tiene indicaciones, a las cuales dará lectura él señor Secretario.

El señor LOYOLA (Secretario accidental).-

Las indicaciones son de los señores García, don José; Munizaga, Estévez, Palma, don Andrés; Melero, Recondo, Orpis, Ulloa y Pérez, don Víctor.

"Artículo 8°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la ley N° 19.000, de 26 de septiembre de 1990.

"a) Intercálese, en el inciso tercero de su artículo 2°, la expresión "y hasta el plazo que se fije en la Ley de Rentas Municipales para su entrada en vigencia o, a más tardar, el 31 de diciembre de 1992", y

b) Sustitúyese, en su artículo 3°, la expresión "el 1° de julio de 1991" por "el plazo que entre en vigencia la nueva Ley de Rentas Municipales o, en todo caso, el 1° de enero de 1993".

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación el artículo con las indicaciones.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 87 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 6 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo con las indicaciones.

En votación el artículo 9°, que tiene indicaciones, a las cuales el señor Secretario dará lectura.

El señor LOYOLA (Secretario accidental).-

Las indicaciones son de los mismos diputados señores García, don José, Munizaga, Estévez, Palma, Andrés, Melero, Recondo, Orpis, Ulloa y Víctor Pérez.

"Reemplazar, en el inciso primero del artículo 9°, la expresión final "del primer semestre de 1993" por "del plazo que se fije en la nueva Ley de Rentas Municipales o, en todo caso, el primer semestre de 1993", y

En el inciso final del artículo 9°, reemplazar la expresión final "a partir de la primera cuota de contribuciones de los bienes raíces no agrícolas para 1993" por "a partir de la cuota de contribuciones de los bienes raíces no agrícolas siguiente al plazo que se fije en la nueva Ley de Rentas Municipales, para su entrada en vigencia o, en todo caso, a la primera cuota de contribuciones correspondiente a 1993".

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación el artículo con las indicaciones.

Durante la votación.

El señor MONTES.-

¡Es inadmisible!

El señor CERDA.-

No existe la nueva Ley de Rentas Municipales.

Un señor DIPUTADO.-

¡La habrá!

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 62 votos; por la negativa, 28 votos. Hubo 1 abstención.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobado el artículo 9° con las indicaciones.

Despachado el proyecto en general y en particular.

1.4. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio de Ley a Cámara Revisora. Fecha 19 de junio, 1991. Oficio en Sesión 10. Legislatura 322.

PROYECTO DE LEY DE LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS QUE MODIFICA DIVERSOS PRECEPTOS DE CARÁCTER TRIBUTARIO Y POSTERGA LA VIGENCIA DEL REAVALUO AGRICOLA

A S.E. EL PRESIDENTE DEL H. SENADO

Con motivo del Mensaje, Informes y demás antecedentes que tengo a honra pasar a manos de V.E., la Cámara de Diputados ha tenido a bien prestar su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

"Artículo 1°.- Introdúcense las siguientes modificaciones al Decreto Ley N° 3.475, de 1980:

1. Agréganse las siguientes expresiones al inciso final del número 3 de su artículo 1°,suprimiendo el punto final (.):

"y siempre que digan relación con importaciones que no se hubieren afectado con el impuesto establecido en el artículo 3°.";

2.Incorpórase como artículo 3°, nuevo, el siguiente:

"Artículo 3°.- En reemplazo de los impuestos establecidos en las demás disposiciones de esta ley, la documentación necesaria para efectuar una importación o ingreso de mercaderías desde el exterior a zonas francas, bajo el sistema de cobranzas, acreditivos, cobertura diferida o cualquier otro en que el pago de la operación o de los créditos obtenidos para realizarla se efectúe con posterioridad a la fecha de aceptación del respectivo documento de destinación aduanera o de ingreso a zona franca de la mercadería.

Este impuesto tendrá una tasa de 0,1% que se aplicará por cada mes o fracción de mes que medie entre la fecha de aceptación o ingreso y aquélla en que se adquiera la moneda extranjera necesaria para el pago del precio o crédito, o la cuota de los mismos que corresponda, y se calculará sobre el monto pagado por dicha adquisición, excluyendo los intereses. En todo caso, la tasa que en definitiva se aplique no podrá exceder del 1,2%.

Para los efectos del presente artículo, entre los documentos necesarios para efectuar la importación o ingreso a zona franca, todos aquellos que se emitan o suscriban con ocasión del pago o la constitución de garantías a favor del exportador extranjero o de los bancos que intervienen en la operación.";

3. Incorpórase como artículo 10, nuevo, el siguiente:

"Artículo 10.- Tratándose del impuesto del artículo 3° corresponderá al banco o la entidad que venda las divisas recargar en el valor de la operación el impuesto e ingresarlo en arcas fiscales, debiendo para dicho efecto solicitar la documentación que señale el Servicio de Impuestos Internos. En los demás casos el pago del impuesto será efectuado por el importador o quien ingrese la mercadería a zona franca.";

4.- Agrégase el siguiente inciso final, nuevo, a su artículo 14:

"Cuando el impuesto del artículo 3° deba ser ingresado en arcas fiscales por el banco o entidad que venda la moneda extranjera, el tributo se devengará al momento de dicha venta. En los demás casos el impuesto se devengará cuando se efectúe el pago al exterior.";

5. Incorpórase el siguiente número 4, nuevo, a su artículo 15:

"N° 4.- El impuesto del artículo 3°, dentro del mes siguiente a aquel en que se devengue.", y

6.Sustitúyese el número 1 de su artículo 24, por el siguiente:

" 1.- Documentos que den cuenta o se emitan en relación con préstamos o créditos otorgados del exterior por organismos financieros multilaterales, y los relativos a la emisión de bonos que se coloquen en el exterior emitidos o suscritos por el Fisco o el Banco Central de Chile.".

Artículo 2°.- Reemplázase en el articulo 1° de la ley 18.687, los guarismos: “15” y “20” por “11” y “15”, respectivamente.

Artículo 3°.- Sustitúyese en el artículo 10 de la Ley N° 18.525, la expresión "y 20%" por ", 20% y 24%".

Artículo 4a.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la Ley N° 18.483:

1.- Reemplázase, en sus artículos 3° y 5°, el porcentaje "15%" por "11%";

2.- Sustitúyense, en su artículo 11, los porcentajes "8%" y "15%" por "6%" y "11%", respectivamente, y

3.- Sustitúyese su artículo 6° transitorio, por el siguiente:

"Artículo 6° transitorio.- Hasta el 31 de diciembre de 1994, el crédito fiscal señalado en el artículo 11 de esta ley será, respecto del valor FOB de las exportaciones, de 11%, con el máximo del 11% establecido en dicho artículo.".

Artículo 5°- Sustitúyese en el artículo 11 de la Ley N° 18.634 la frase "11% del precio neto de factura" por "73% del arancel aduanero vigente determinado sobre el precio neto de factura".

Artículo 6°.- Reemplázase en el inciso quinto del artículo 6a de la Ley N° 18.502, la frase: "A partir del 1° de enero de 1990, el" por "El" y sustitúyese la expresión "gasolinas automotrices será el menor valor entre 3 UTM/m3. y el vigente al 31 de diciembre de 1989, expresado en UTM/m3.", por la siguiente: "gasolinas automotrices será de 3.8771 UTM/m3.".

Artículo 7°.- La presente ley regirá a contar de su publicación en el Diario Oficial, sin perjuicio de las normas especiales de vigencia o aplicación que se establecen a continuación:

1.- Lo dispuesto en los números 1, 2,3,4 y 5 del artículo 1°, se aplicará respecto de la mercadería importada cuya fecha de aceptación del respectivo documento de destinación aduanera o de ingreso a zona franca ocurra a contar de la fecha de publicación de esta ley en el Diario Oficial.

2.- Lo dispuesto en el N° 6 del artículo 1°, regirá para los préstamos o créditos autorizados o registrados a contar de la publicación de esta ley en el Diario Oficial, así como para las renovaciones o prórrogas efectuadas a partir del dicha fecha de aquellos autorizados o registrados anteriormente. Respecto de las renovaciones o prórrogas, se tomará como fecha inicial para el cálculo del impuesto aquella contenida en la documentación que dé cuenta de éstas, y

3.- lo dispuesto en el artículo 2° regirá a contar del día 17 de junio de 1991 respecto de los derechos que deban pagarse a contar de dicha fecha. Los derechos pagados en exceso como consecuencia de esta norma darán origen a devolución por parte del Servicio de Tesorerías, previa certificación del Servicio Nacional de Aduanas, que tendrá un plazo máximo de 30 días para estos efectos, contado desde la fecha en que sea requerida por el interesado. Para estos efectos, el monto pagado deberá expresarse en Unidades Tributarias Mensuales a dicha fecha.

Artículo 8°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la Ley N° 19.000, de 26 de septiembre de 1990:

a)Intercálase, en el inciso tercero de su artículo 2°, la expresión "y hasta el 31 de diciembre de 1992" después de la frase "Restablécese desde el 1° de julio de 1990", y

b)Sustitúyese, en su artículo 3a, la expresión "1° de julio de 1991" por "1° de enero de 1993".

Artículo 9°.- Facúltase al Presidente de la República para rebajar, por una vez, la tasa anual del impuesto territorial de los bienes raíces no agrícolas y aumentar el monto de la exención general habitacional de los citados bienes, ambos con vigencia a contar del primer semestre de 1993.

El Presidente de la República deberá ejercer esta facultad en el caso que, con ocasión del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas con vigencia a contar del 1° de enero de 1993, al comparar en moneda de igual valor las proyecciones anuales del monto total girado para el segundo semestre de 1992, con el que corresponda girar para el primer semestre de 1993, basado en los avalúos reavaluados, este último resultare superior en más de un 10% al primero.

Para los efectos de cumplir con lo dispuesto en los incisos anteriores, el Presidente de la República deberá rebajar la tasa anual de los bienes raíces no agrícolas de acuerdo con la siguiente tabla: al 1,9%, 1,8%, 1,7%, 1,6%, 1,5%, 1,4%, 1,3%, 1,2%, 1,1%, 1,0%, 0,9%, 0,8%, 0,7% y hasta un tope de 0,6%. Aumentará, además, el monto de la exención general habitacional de los citados bienes raíces respecto del valor vigente al 1° de julio de 1992 en un 10%, 20%, 30%, 40%, 50% 60%, 70%, 80%, 90% y hasta un tope de 100%, de tal forma que la combinación de ambas variables permita mantener el monto de la proyección del giro total anual para los bienes raíces no agrícolas después de efectuado el proceso de reavalúo, en un valor que no exceda, en más de un 10% respecto de la misma proyección anual antes de efectuado el citado reavalúo. Con todo, si aplicando los límites de las variables señaladas aún se excediere del 10% indicado, deberá considerarse un porcentaje de rebaja de la tasa del impuesto territorial y uno de aumento de la exención general habitacional, cuya combinación permita mantener la proyección del giro total anual para los bienes raíces no agrícolas después de efectuado el proceso de reavalúo, en un valor que no exceda, en caso alguno, el señalado 10%, respecto de la misma proyección anual antes de efectuado el citado reavalúo.

En todo caso, estas facultades deberán ejercerse para los efectos de la emisión del Rol de Contribuciones y los Boletines de Cobro a partir de la primera cuota de contribuciones de los bienes raíces no agrícolas para 1993.".

Dios guarde a V.E.,

(Fdo.) José Antonio Viera-Gallo Quesney.- Carlos Loyola Opazo.

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado

2.1. Informe Comisión Legislativa

Senado. Fecha 19 de junio, 1991. Informe Comisión Legislativa

?No existe constancia del Informe de Comisión Legislativa.

2.2. Discusión en Sala

Fecha 19 de junio, 1991. Diario de Sesión en Sesión 10. Legislatura 322. Discusión General y Particular . Se aprueba en general y particular con modificaciones.

ENMIENDAS A NORMAS TRIBUTARIAS Y POSTERGACIÓN DE VIGENCIA DE REAVALÚOS DE BIENES RAÍCES NO AGRÍCOLAS

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Como no se ha concluido aún de elaborar el informe de la Comisión de Hacienda, solicito autorización de la Sala para suspender la sesión hasta recibir dicho documento.

Acordado.

Se suspende la sesión.

______________

-Se suspendió a las 19:15.

-Se reanudó a las 23:9.

______________

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Continúa la sesión.

El proyecto en consideración, en segundo trámite constitucional, que introduce modificaciones a diversos preceptos de carácter tributario y posterga la vigencia del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas, está calificado de "Discusión Inmediata", por lo cual debe ser discutido y votado en general y particular en esta sesión. Previamente, será informado en la Sala por el Presidente de la Comisión de Hacienda , Honorable señor Lavandero.

-Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 10a, en 19 de junio de 1991.

El señor VALDÉS (Presidente).-

En discusión general y particular el proyecto.

Tiene la palabra el Honorable señor Lavandero.

El señor LAVANDERO .-

En primer lugar, señor Presidente y Honorables colegas, debo hacer notar que respecto de esta iniciativa -que rebaja las tasas de aranceles a las importaciones, introduce modificaciones a otras normas de carácter tributario y posterga la vigencia del reavalúo de bienes raíces no agrícolas-, el Gobierno y los Senadores de la Concertación han llegado a un acuerdo con los Senadores de Renovación Nacional e institucionales, en la forma que paso a exponer.

En el artículo 1°, se aprobó por unanimidad el texto despachado por la Cámara de Diputados.

En el artículo 2°, se rechazó la modificación de la Cámara, acogiéndose por unanimidad la disposición original contenida en el Mensaje del Ejecutivo, por encontrarse redactada en forma más clara, sin, por ello, variar el fondo.

Los artículos 3°, 4° y 5° fueron aprobados también por unanimidad.

En el artículo 6°, que se refiere al impuesto específico a las gasolinas automotrices, se decidió aceptar el texto propuesto por el Ejecutivo , que en el precepto correspondiente sustituye el guarismo "3,8771" por "3,4893". Es decir, reajusta esta tasa en sólo un 35 por ciento, la que sube a un 40 por ciento -como se verá más adelante- en el artículo 1° transitorio.

En el artículo 7°, se acogió una indicación del Honorable señor Ruiz que consiste en intercalar una frase en la primera parte del número 3, el cual quedaría como sigue:

"3.- Lo dispuesto en el artículo 2° regirá a contar del día 17 de junio de 1991 respecto de los derechos que deban pagarse" -y aquí se agrega la frase- "por las mercaderías que inicien su trámite de importación a contar de dicha fecha.".

Además, se agrega un número 4, cuyo tenor es el siguiente:

"4.- Lo dispuesto en el artículo 6° regirá a contar del 1° de enero de 1993.".

En el artículo 9° se aprobó unánimemente una indicación formulada por varios señores Senadores (entre ellos el Honorable señor Eduardo Frei y el que habla), consistente en agregar un inciso segundo -que la Cámara de Diputados omitió al transcribir este proyecto y al cual se alude en el inciso tercero-, que expresa:

"El Presidente de la República ejercerá esta facultad en el caso que -con ocasión del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas, a contar del plazo que se fije en la nueva Ley de Rentas Municipales o, en todo caso, a contar del 1° de enero de 1993-, al comparar en moneda de igual valor las proyecciones anuales del monto total girado antes de este reavalúo con el que corresponda girar después del reavalúo basado en los avalúos nombrados, este último resultare superior en más de 10% al primero.".

En seguida, se incorporó un artículo 10, nuevo, que dispone:

"Facúltase al Presidente de la República para rebajar el 9% que estableció la ley N° 18.211 y, asimismo, para rebajar o suprimir los derechos de aduana, impuestos o cualquier otro gravamen que deba pagarse por la internación de mercaderías procedentes del extranjero que se importen al país en las Regiones I y XII, y en la provincia de Isla de Pascua.

"El ingreso al resto del territorio nacional de las mercaderías importadas en conformidad al inciso precedente, se regirá por la legislación general que corresponda.

"El Presidente de la República dentro del plazo de seis meses fijará las normas para la aplicación de la presente disposición.".

En este artículo -aprobado también por unanimidad- se refundieron las indicaciones presentadas, entre otras, por los Senadores señores Palza , Ruiz y Calderón , por una parte, y Jarpa y Lagos, por otra.

Finalmente, se agregó un artículo 1° transitorio, nuevo -a que hice alusión con anterioridad-, que establece:

"El impuesto específico a las gasolinas automotrices a que se refiere el artículo 6° de la ley N° 18.502, será de 3,6186 UTM/m3 hasta el 31 de diciembre de 1992.".

Quedó pendiente una indicación que se refiere a compensar con el Fondo de Estabilización del Precio del Petróleo la menor tributación que origine la rebaja del impuesto a las gasolinas, la que se presentará a la aprobación de esta Sala.

Éste es el informe que puedo entregar en nombre de la Comisión.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda.

El señor FOXLEY ( Ministro de Hacienda ).-

Señor Presidente , el Gobierno ha presentado al Congreso un conjunto de medidas económicas que constituyen un paquete coherente, con el objeto de enfrentar los nuevos desafíos que tiene ante sí la economía chilena.

Las planteamos en un momento en que la economía está fuerte y crece a un ritmo bastante acelerado, y en que, desde el punto de vista de las cuentas externas, la balanza de pagos muestra una situación excedentaria, la cual también se proyecta en sus perspectivas hacia tres o cuatro años plazo.

Digo que las proposiciones se dirigen a enfrentar los nuevos desafíos, porque el caso chileno no es único: las economías de mercado abierto, que han tenido un especial éxito en su esfuerzo exportador, tienden no sólo a captar la atención internacional, sino, además, a atraer fuertemente los capitales foráneos.

Durante el año pasado se registró en el país un nivel récord de inversión extranjera (5 por ciento del producto geográfico bruto) y, al mismo tiempo, una entrada de capitales bastante notable, tanto de corto como de mediano plazo.

Por otro lado, también en ese período, el sector exportador continuó creciendo a una tasa muy acelerada; y las perspectivas para el presente año son de un nuevo incremento, del orden de 12 por ciento, en circunstancias de que las importaciones están aumentando a una tasa casi de cero. Esta situación ha generado una acumulación muy fuerte de reservas que ha estado presionando hacia abajo el tipo de cambio, lo que conlleva el riesgo de que el mercado mismo vaya validando una revaluación importante del dólar.

Al mismo tiempo, ello ha provocado algunas dificultades al Banco Central en el Manejo de la política monetaria para hacerla coherente con las medidas antiinflacionarias, que son una de las primeras prioridades de este Gobierno.

El desafío igualmente se ha planteado en países que han tenido un éxito similar: en el sudeste asiático, en el sur de Europa y, más recientemente, en otros como México, que exhiben un cuadro muy parecido.

Estimamos que la manera de enfrentarlo es proyectarse hacia el futuro, en lugar de permanecer en actitud estática en el presente. Por eso, el primer elemento que se propone es una reducción de los aranceles desde el 15 al 11 por ciento, lo cual constituye una señal clara de que la línea gruesa del desarrollo de la economía chilena, en el mediano y largo plazo, será la de una más plena integración al resto del mundo.

Esta política tiene, entonces, como primer objetivo, fortalecer el esfuerzo exportador, defendiendo el tipo de cambio, para que sea compatible con aquél, pero, al mismo tiempo, en un esquema en el cual sea posible mantener el equilibrio macroeconómico, continuar reduciendo la inflación y, particularmente, aplicar un compromiso -que esta Administración asumió desde el primer día- de equilibrio fiscal, en el sentido de que no se gastará más de lo que el Gobierno sea capaz de generar por la vía de los ingresos.

En definitiva, señor Presidente , creemos haber propuesto al Congreso un conjunto de medidas coherentes, que representan un esfuerzo serio por mantener a la economía chilena en una cierta línea de desarrollo y la asunción de una especial responsabilidad en la conducción de las políticas macroeconómica y fiscal.

Así como, cuando presentamos al Congreso el proyecto de reforma tributaria, lo fundamentamos diciendo que lo que el país requería era un esfuerzo social excepcional, para abrir oportunidades a los grupos desfavorecidos, e igualarlas, ya que en la fase anterior habían quedado en la periferia de la modernización; y que el país entero, en forma solidaria, tenía que decidir autoimponerse el sacrificio que significaba una reforma de ese tipo, para concentrar tales recursos en la inversión en las personas, en educación, en salud, en vivienda, en capacitación -podemos afirmar que el ciento por ciento de ellos se está gastando efectivamente en el área social-, hoy insistimos en que si se quiere ser serio en materia de política económica y respecto del desarrollo de la economía de este país, cuando uno declara que está de acuerdo con emprender un esfuerzo de esa naturaleza tiene que aceptar, al mismo tiempo, lo inevitable de esta afirmación, en el sentido de que también tiene que estar de acuerdo con subir los impuestos, para financiarlo sanamente.

Otra actitud implicaría, realmente, caer en planteamientos livianos -y hasta demagógicos-, los cuales en definitiva redundarían en un incremento de la inflación que terminaría erosionando el proceso redistributivo en favor de los sectores más pobres. Lo mismo que dijimos respecto de la reforma tributaria lo reiteramos hoy: hemos venido al Congreso con una política seria, responsable. Hemos declarado que, para que la economía tome un nuevo impulso hacia la segunda fase del desarrollo exportador, es necesario bajar los aranceles aduaneros; pero, paralelamente, exponemos una propuesta: porque vamos a bajarlos se requiere una compensación por la vía de subir otros impuestos.

No estamos tratando de que el camino nos sea fácil. Tal como ayer, cuando presentamos la reforma tributaria, sabemos que en la gran mayoría de los señores Senadores presentes existe el espíritu patriótico, el sentido nacional, para entender que en este gran proyecto de futuro, de desarrollo de la economía, es importante compartir, no sólo un enfoque, sino una manera de ver las cosas, y particularmente, el hecho tan simple, pero fundamental, de que si uno quiere estabilidad de precios, crecimiento económico, tiene que aplicar una política de equilibrio fiscal. Y cuando se proponen gastos o reducción de impuestos, debe aceptarse la inevitable consecuencia lógica -aunque no parezca lo más popular en el plazo inmediato- de una compensación con otros ingresos.

Es lo que hemos querido plantear hoy día. Tal vez todos los sectores representados en el Congreso no lo han entendido así. Pero pensamos que el punto es válido, que es fundamental, y que vamos a encontrar el mismo espíritu que en el pasado cuando el Senado se pronuncie sobre estas medidas económicas.

Aprovecho la oportunidad para reiterar, en términos muy concisos -más que para referirme a los detalles del proyecto, sobre el cual ya ha informado el Senador señor Lavandero-, el compromiso del Gobierno con este enfoque de política económica que hemos venido sosteniendo ya por quince meses. Asumirlo significa mantener un sistema cambiarlo compatible con el desarrollo exportador y un proceso de integración con el resto del mundo, en el cual hemos estado avanzando, sin perjuicio de que proseguiremos -e insisto en su carácter de compromiso- en la apertura, no sólo del sector real, mediante la disminución de los aranceles, sino también financiera, a través de medidas liberalizadoras de la cuenta de capitales.

Cuando hemos señalado algunos de los financiamientos propuestos para reemplazar la rebaja arancelaría, se nos ha representado un punto que me parece importante aclarar, relativo a que, al aumentar el impuesto a los créditos externos, podríamos estar afectando a los exportadores. En cuanto a los créditos que se otorguen a éstos, aprovecho de precisar -y lo conversamos con algunos señores Senadores de la Oposición- que estamos proponiendo explícitamente una exención del mismo.

Por otro lado, también quiero reiterar el compromiso del Gobierno con lo que ha sido hasta ahora la política hacia el sector agrícola, que creo que está funcionando bien, que ha dado buenos resultados y que significa en la práctica, en lo concreto, que el sistema de bandas de precios no se verá alterado por el hecho de reducirse los aranceles. Nos interesa, tanto como el desarrollo del sector agrícola exportador, que se mantenga el del correspondiente a los cultivos tradicionales con la fortaleza que tiene. Sin perjuicio del ajuste técnico que dicha rebaja implica, permanecen intactos los términos en que tal política fue planteada.

Al mismo tiempo, es importante dejar constancia de que estamos conscientes de que en toda apertura comercial un país corre ciertos riesgos, los cuales se presentan porque no siempre uno se encuentra frente a socios con una actuación igualmente transparente, clara, respecto de sus procesos de exportación, o sea, de importación por parte de nuestra economía. En particular, nos preocupan ciertos sectores de la producción nacional que puedan ser relativamente más vulnerables hoy día, como, por lo demás, lo han observado algunos señores Senadores. En particular, el Honorable señor Arturo Frei ha señalado la situación que podría llegar a enfrentarse en el carbón -también el Honorable señor Ruiz-Esquide -, aparte algunos problemas que podrían afectar el área textil.

Sobre el particular, como lo hemos dicho públicamente, el Gobierno dispone de un instrumento que es la Comisión Antidistorsiones, a la cual se recurrirá en caso de surgir cualquier inconveniente de esa naturaleza. Éste es un planteamiento compartido por muchos señores Senadores, que hemos recogido hoy para hacerlo nuevamente explícito con motivo de la discusión de este proyecto.

Asimismo, quisiera insistir, como lo hemos expresado antes, en la preocupación del Ejecutivo respecto del financiamiento, no sólo de sus propios gastos, sino también de los municipios, que han tenido ciertos tropiezos particularmente en algunas de las actividades a las que deben asignar recursos, en los ámbitos de educación y salud.

Hemos concordado hoy -en un momento me referiré a este tema- en que la sobretasa del impuesto territorial de 30 por ciento, de beneficio del Fisco, será destinada enteramente al Fondo Común Municipal, para asegurar un financiamiento adecuado de las municipalidades.

Al discutirse este proyecto en la Comisión de Hacienda, pudimos establecer un diálogo constructivo y muy positivo con los señores Senadores de la Oposición que participaron en ella.

Quienes tenemos la responsabilidad de conducir la política económica del Gobierno hemos señalado desde el primer día que queremos que refleje un acuerdo lo más amplio posible en el país; que de alguna manera es importante hacer un esfuerzo permanente y persistente para sustraer las líneas gruesas de la estrategia de desarrollo nacional de lo que pudiera ser la disputa partidaria o las ganancias político-partidistas de corto plazo, a fin de dar a la población una señal de que aquí tenemos algo que vale la pena proteger, cuidar y proyectar hacia el futuro.

En las conversaciones que hemos sostenido hoy a nivel de la Comisión de Hacienda, y en las que posteriormente han tenido lugar entre los señores Senadores de la Concertación y del Partido Renovación Nacional, se ha logrado un acuerdo, y yo diría que un respaldo de esta última colectividad política, acerca de la línea gruesa de lo que hemos propuesto como un conjunto coherente de política económica. Y, al mismo tiempo, hemos recogido sus observaciones, contribuciones y aportes, que están reflejados en el proyecto de ley que se ha presentado en este momento a la Sala del Senado.

Como parte de ese acuerdo, hemos modificado algunos aspectos de la iniciativa. Por ejemplo, se convino en bajar de un 50 por ciento a un 40 por ciento el aumento del impuesto a la gasolina, lo que regirá en el momento de aprobarse el proyecto, y disminuirlo a un 35 por ciento a partir del 1° de enero de 1993. Asimismo -como señalé anteriormente-, sin perjuicio de ese tributo, el Gobierno se compromete a que en los próximos meses el precio en dólares de la bencina se mantendrá constante. Esto es posible por la reducción de los aranceles y, también, porque el ciclo del precio internacional de la gasolina va hacia abajo. En todo caso, el mecanismo del Fondo de Estabilización del Petróleo permitirá apoyar esta política. De modo que no habrá alza en la bencina.

El Gobierno reitera -y esto lo hemos compartido con los miembros de la Comisión de Hacienda- que en su manejo del gasto público, de la situación fiscal, aplicará durante este año, al igual que, sin duda, en los próximos, los mismos criterios de rigor, austeridad y disciplina que hasta ahora han caracterizado a la política económica.

Pensamos que con los elementos a que en forma muy breve hemos hecho referencia en esta exposición hemos recogido un acuerdo fundamental existente en el país -bastante más allá, incluso, que en esta Sala-, en el sentido de que éste es el tipo de política económica que le es conveniente y que le permitirá conciliar adecuadamente un crecimiento mayor, estabilidad de precios y el fortalecimiento del esfuerzo social que iniciamos hace ya 15 meses y por el cual vamos a seguir trabajando duramente en el futuro.

Gracias, señor Presidente.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.

El señor GAZMURI .-

Señor Presidente, el proyecto que hoy día estamos discutiendo forma parte de un conjunto coherente de proposiciones sobre política económica que ha hecho el Gobierno durante los últimos días.

Debemos referirnos en particular al texto, pero quiero recordar que éste se inscribe en un paquete de medidas de carácter arancelario, cambiario, tributario y de fomento a la inversión que fueron dadas a conocer en una declaración de los Ministros de Economía y de Hacienda, juntamente con el Presidente del Banco Central.

Quiero decir que, en general, ellas nos parecen necesarias, dada la situación de abundancia de divisas que vive la economía chilena, generada por la "buena salud" de que goza y por la conducción -a nuestro juicio acertada, en lo esencial- del Gobierno en esta materia.

Sin duda, la más trascendente de todas es la rebaja arancelaria, por cuanto significa profundizar el proceso de internacionalización de la economía del país, que en lo fundamental compartimos.

La discusión particular que hemos tenido en el día de hoy en la Comisión y las conversaciones sostenidas con distintos señores Senadores -especialmente con los de Renovación Nacional- se han centrado en un aspecto específico: la inclusión en la proposición del Gobierno de medidas de carácter tributario capaces de solventar los menores ingresos públicos, como consecuencia de la rebaja general de aranceles del 15 por ciento al 11 por ciento.

Como es obvio, éramos partidarios del planteamiento del Ejecutivo , tal como fue formulado en el proyecto despachado ayer por la Cámara, por estimar que, dadas las condiciones en que se desarrolla la política económica y social, es indispensable no generar reducciones en el gasto fiscal, teniendo en cuenta que la orientación principal del gasto público en este último período tiende a satisfacer necesidades muy apremiantes y angustiantes de nuestro pueblo, en materia de salud, de educación, de vivienda y, también, de seguridad.

Por lo tanto, deseo partir expresando que compartimos el criterio de la iniciativa en el sentido de que, a una disminución de los ingresos, se correspondiera por la vía de la generación de dos tributos que parecen perfectamente razonables. Consideramos que de esa manera no se producirán problemas de equilibrio fiscal, que finalmente podrían significar la detención de programas sociales que, a nuestro juicio, son muy urgentes en el país. Incluso, en estos días hemos visto cómo las catástrofes naturales han dejado al descubierto la precariedad de la infraestructura social y ciudadana en que se encuentran miles de familias chilenas.

Finalmente, hemos aprobado rebajar el incremento del impuesto a la gasolina -de un 50 por ciento, propuesto en el proyecto, a un 40 por ciento-, basados en que medidas de esta envergadura deben contar en el Congreso con el mayor consenso posible, por estimar que ello fortalece el desarrollo de una política económica que, en lo fundamental, se manifiesta exitosa.

Sin embargo, quiero hacer presente nuestro deseo de que el Gobierno busque los mecanismos y los caminos para que la disminución de ingreso público, del orden de los 20 millones de dólares en un año completo -y de 10 millones en 1991-, no afecte programas ya dispuestos, particularmente en materia social. Creemos que el proyecto que convinimos en votar favorablemente en la Comisión adolece de tal debilidad. Y no porque no hayamos tenido la iniciativa -a mi juicio, justa- de financiar con impuestos el conjunto del déficit eventual que podría producirse en el Presupuesto de este año, sino porque hemos concurrido a un acuerdo fundamentado en la necesidad de que exista el mayor consenso que pueda darse, cuestión que consideramos conveniente tanto para la economía como para el país.

Antes de terminar, quiero referirme, lo más brevemente posible, a un punto que sí nos preocupa y que, a nuestro juicio, debe ser planteado en el debate general de esta iniciativa.

Los beneficios del proceso de apertura creciente de la economía chilena no se obtienen automáticamente, sino que requieren un gran esfuerzo de inversión productiva y, en varios casos, de reconversión industrial, a fin de que el aprovechamiento de las nuevas oportunidades se convierta en una fuente de dinamismo de la producción y del empleo. En tal sentido, pensamos que el país, y particularmente el Gobierno, deben estar muy atentos a los efectos sectoriales negativos que puedan presentarse en el corto plazo. En este aspecto me parece que los Ministros del sector económico han recogido de nuestro debate esa preocupación, por las consecuencias que en determinados sectores productivos provocará necesariamente la rebaja general de aranceles.

Más allá de eso, estimamos indispensable en los próximos años orientar un esfuerzo sustantivo del país hacia el fomento de la inversión productiva. Y aquí está en juego una cuestión central, porque tiene que ver con el perfil y con el modelo de sociedad que los chilenos queremos construir en adelante. Es evidente que necesitamos fortalecer una economía dirigida básicamente a la exportación, pero es imprescindible pasar a una segunda fase en el desarrollo del modelo, que hasta hoy día se basa principalmente en una variedad relativamente pequeña de productos muy intensivos en recursos naturales y que incorporan cantidades limitadas de elaboración y de valor agregado nacionales. Y un país que, estructuralmente, adopta un modelo de economía exportadora de esta naturaleza no será capaz de romper el círculo del subdesarrollo.

Si no avanzamos hasta esa segunda fase de nuestro proceso de modernización, corremos el riesgo de seguir siendo vulnerables a las fluctuaciones de unos pocos mercados internacionales de productos primarios y semiprimarios, mercados que, por lo demás, no se caracterizan por ser los que más crecen en la economía mundial. Y desde este punto de vista pensamos que los anuncios que se han hecho hasta ahora en materia de políticas de fomento a la inversión -hablo particularmente de la inversión nacional, en proyectos de empresas medianas y pequeñas-, si bien apuntan en la dirección acertada, son, a nuestro juicio, todavía insuficientes.

Nos parece que ése es un aspecto central de la política que debemos impulsar en adelante.

Es evidente que ningún país ha tenido éxito en un modelo que supere la fase de la exportación de productos primarios, si no ha desarrollado un esfuerzo muy sustantivo en la promoción y fomento de la inversión productiva, no sólo extranjera, sino también nacional, así como para apoyarla.

Consideramos necesario profundizar algunas de las medidas anunciadas por el Gobierno. Nos referimos especialmente a la necesidad de revisar la normativa que regula las colocaciones de los fondos previsionales en el país. Hay en Chile una gran capacidad de ahorro en el sector laboral, que se destina a inversiones muy restringidas en la legislación vigente. Entiendo que es indispensable una revisión de estas disposiciones, resguardando los intereses de los ahorrantes, que son los trabajadores, pero ampliando la capacidad de invertir tales recursos en proyectos medianos y pequeños que permitan aumentar producción y empleo.

Estimo fundamental estudiar también con posterioridad mecanismos de apoyo directo a la mediana y pequeña empresa, que vayan más allá de los que se han anunciado en estos días.

Me parece útil traer este tema a la discusión del Senado, por relacionarse con cuestiones sustantivas del modelo de país que pretendemos desarrollar.

Por tales razones, y con estas indicaciones, al menos -ya que no reservas-, de políticas hacia el futuro, los Senadores de esta bancada aprobaremos la iniciativa tal como fue despachada por la Comisión de Hacienda.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Urenda.

El señor URENDA.-

Señor Presidente, señores Senadores, quiero en esta oportunidad fijar la posición de la Unión Demócrata Independiente frente al denominado "paquete" de medidas económicas patrocinadas por el Gobierno.

Previamente deseo dejar establecidos dos conceptos. Uno es el de que, obviamente, las observaciones que formularé ahora probablemente no tendrán mayor incidencia en las decisiones que aquí se adopten, porque, según nos ha dado a conocer el señor Presidente de la Comisión de Hacienda, existe ya un acuerdo ampliamente mayoritario.

Y el otro es que me parece importante destacar mi absoluta certeza de que no sólo los señores Senadores que coinciden con el planteamiento del Gobierno adoptan posiciones patrióticas, porque tengo la seguridad de que a cuantos estamos sentados en estas bancas no nos guía otro interés que el progreso de Chile, y que se logre un mayor bienestar y justicia social. Lo que a veces puede suceder es que surjan discrepancias respecto de los mejores caminos para llegar a determinados resultados. Pero estas diferencias no indican que algunos sean más patriotas o más generosos que otros, sino que pueden corresponder a distintos criterios para abordar problemas económicos y, en general, de desarrollo.

Las grandes tendencias existentes hoy día en los países en crecimiento pueden sinterizarse en una apertura al exterior cada vez mayor; en facilitar el comercio, medio insuperable para perfeccionar el aprovechamiento de la riqueza que producen los pueblos; en la disminución de impuestos, para permitir al sector privado en general desarrollarse con mayor amplitud y para que puedan afluir mayores capitales y exista también un mejor aprovechamiento de los recursos; en promover los procesos de privatización, a fin de cumplir el objetivo de que los empresarios particulares sean efectivos motores del desarrollo, pero también para algo igualmente importante y que deseo señalar aquí: para que el Estado pueda concentrar su acción en las actividades y labores que le son absolutamente indispensables, prioritarias, y que le corresponden a él y a ningún otro. Y, obviamente, el mayor ahorro y, asimismo, el conjunto de acciones de otro orden a que se refería el señor Senador que me precedió en el uso de la palabra -con las cuales coincido- son medidas complementarias de esas grandes políticas.

Es bueno tener presente esta noche que esas políticas son seguidas hoy por la mayor parte de los países, incluidos aquellos con gobiernos socialdemócratas y los que en el pasado reciente tenían regímenes socialistas o denominados como tales. Al respecto existe una tendencia, y ella se ha acentuado, porque la experiencia está demostrando que eso produce mayor riqueza y más bienestar.

Frente a esos lineamientos, que deben ser complementados con políticas fiscales adecuadas, con eficiencia en el manejo del Estado y con una serie de factores de orden general que a veces olvidamos -creo que nadie puede dudar de la eficiencia del equipo económico del Gobierno ni de su afán de seguir una línea de modernización del país-, hay que ver en la realidad qué opciones se toman.

En los últimos años, Chile optó por las mismas líneas a que he hecho referencia: apertura al exterior, disminución de impuestos, privatizaciones. Y, sobre el particular, es bueno recordar algunos antecedentes, para que los tengamos presentes en nuestros pronunciamientos de hoy día.

En un lapso de cuatro años, Chile bajó los derechos de aduana de 35 a 15 por ciento. En ese mismo período, redujo sustancialmente el impuesto a la renta, tanto a las personas como a las empresas -incluso, con respecto a estas últimas, a límites considerados quizás excesivos-, y disminuyó el IVA de 20 a 16 por ciento.

Pues bien, en esos cuatro años el producto geográfico bruto del país creció 31,9 por ciento. Se crearon 800 mil nuevos empleos (de 3 millones 600 mil, las ocupaciones aumentaron a 4 millones 400 mil). Y además, curiosamente, a pesar de esa tan fuerte rebaja de tributos, el ingreso fiscal en términos reales no disminuyó, aunque sí podría decirse que algunas de las tareas del Estado pudieron ser sustituidas por el sector privado o por la actividad general del país, que, con la creación de 800 mil nuevos empleos, aliviaba a aquél de muchas de las ayudas que debe otorgar a los más necesitados, especialmente a quienes carecen de trabajo.

Esto lleva a la conclusión de que, si uno apuesta al desarrollo, si cree que las medidas que se están adoptando conducen al crecimiento, hay que tener fe en esos resultados. Y, en consecuencia, no debe pensarse que si por efecto de la apertura al exterior se rebajan los derechos de aduana, es imprescindible crear paralelamente un impuesto para compensar los menores ingresos; que si se baja el impuesto a la renta -como se hizo-, tanto a las personas como a las empresas, hay que pensar en nuevos tributos; que si se disminuye el IVA, también hay que hacer aquello. Porque sin que se adoptaran esas medidas de contrapeso, el país creció.

Pensemos, señores Senadores, cuánta diferencia existe entre un crecimiento del país de 2 ó 3 por ciento y uno de 6 ó 7 por ciento. La mayor riqueza que eso representa es a veces mucho más que determinado rendimiento tributario. Incluso, en el período a que me he referido fue posible, no obstante las tremendas rebajas de tributos, que los ingresos del Estado aumentaran.

Pues bien, yo diría que el año pasado se hizo un alto en parte de estas políticas. El Gobierno conservó la línea gruesa de apertura al exterior; mantuvo su confianza en el sector privado como motor del desarrollo, pero creyó necesario elevar los tributos y poner término al proceso de privatización o suspenderlo o disminuirlo sustancialmente.

A este respecto, no deseo ser dogmático ni sacar conclusiones definitivas cuando el proceso todavía es muy corto; sólo el tiempo lo dirá. Pero resulta curioso que, habiéndose establecido mayores tributos, en definitiva el crecimiento, aun el del ingreso fiscal, no fue considerablemente superior o semejante al que se produjo en aquellos años en que los tributos fueron reducidos notoriamente. En cambio, hemos tenido un crecimiento menor.

Creo que en esto hay una apuesta al crecimiento de Chile, un acto de confianza en el país. Y este acto de confianza se refleja en las políticas gruesas que he indicado y en ciertas señales que deben darse. Porque, en la medida en que los capitales y empresarios extranjeros creen en el país, indudablemente van a invertir más, a ingresar mayores capitales y a trabajar más.

En consecuencia, temo, cuando se ve ahora un proyecto que contiene medidas estimadas absolutamente imprescindibles para incrementar nuestra apertura al exterior y desarrollar el país, que se forme la impresión de que no se tiene confianza en que ese efecto se vaya a producir porque se considera indispensable -lo que no se hizo en el pasado- reemplazar un eventual menor ingreso tributario -debemos suponer que las importaciones y la actividad van a aumentar- por tributos de aplicación permanente. Porque quizás podríamos haber tenido un cuadro distinto si hubiéramos dicho: "Mientras se concreta este enlace, mientras este mayor desarrollo madura, es necesario, momentáneamente, aportar algunos ingresos adicionales al Fisco".

Sin embargo, no debemos olvidar que, afortunadamente, el Presupuesto del año pasado fue equilibrado y dejó un superávit; que hay un margen en todos los aspectos, y existen recursos disponibles. Se nos plantea un problema de exceso de divisas; tenemos una balanza comercial evidentemente favorable, y se vislumbran muy buenas perspectivas, que obedecen a las líneas gruesas de políticas que no han cambiado, a la seriedad del equipo económico y a la forma como estamos llevando la transición, pero también a la confianza en que el país va a seguir creciendo.

Por ello, sostengo que no es falta de patriotismo que un partido o algunos Parlamentarios estimen que no es imprescindible compensar el eventual menor rendimiento de un impuesto con nuevos tributos y que hay que apostar al desarrollo que Chile realizó durante cuatro años y que lo llevó a una posición expectable a nivel de la economía mundial.

De ahí que, compartiendo los conceptos de apertura al exterior, queremos, sin embargo, acentuar los aspectos complementarios -algunos de ellos fueron mencionados por el señor Senador que me precedió en el uso de la palabra-, porque nos parece que es allí donde está el resorte del desarrollo, y no en la creación de nuevos impuestos, que muchas veces, más allá de su alcance inmediato, pueden ser malas señales, indicaciones de que todavía se sigue creyendo en determinadas políticas y no se tiene fe en el éxito probado de las otras, que en gran medida aplican este Gobierno y su equipo económico.

Por lo tanto, sin entrar al detalle, debo expresar que la Unión Demócrata Independiente apoyará este proyecto en cuanto implica ampliar la apertura hacia el exterior y dar una señal positiva en el sentido de que Chile se enfrenta con confianza al desafío que representa un mayor comercio mundial. Pero no prestará su acuerdo para aprobar los nuevos impuestos -pese a haber podido observar que algunos de ellos se han rebajado-, por considerar innecesario establecerlos; porque, a su juicio, podrían ser señales equivocadas dentro del objetivo que se persigue, y porque tiene fe en este país y en su crecimiento.

El actual Ministro de Hacienda calificó, hace cuatro o cinco años, de mediocre la meta de crecimiento de 4 ó 5 por ciento. Pero si lográramos llevar esa meta -que nos parece demasiado modesta- a una realidad de 6 ó 7 por ciento, tendríamos mayor aumento del producto; incluso, habría un más acentuado aumento del rendimiento fiscal, que no sólo permitiría al Estado cumplir con sus obligaciones, sino también que la economía creciera en mayor forma.

Quiero dejar expuestas estas ideas, manifestando que éste es el pensamiento de un Partido que coincide con las líneas generales que inspiran la política económica, pero que tiene en ellas más fe que la que parecen tener quienes las están aplicando hoy. Confiamos en que Chile, en la medida en que se le den señales adecuadas, va a crecer a ese ritmo de 6, 7 u 8 por ciento a que fue capaz de crecer en el pasado y que ha sido sobrepasado por tantos países, especialmente en Asia.

Por ello, señor Presidente, hemos deseado destacar estas ideas generales, sin entrar al detalle de los tributos, haciendo presente cuál es el espíritu que nos inspira: hacer esta apuesta y depositar nuestra confianza en Chile. Porque creemos en su desarrollo y en su estabilidad, adoptamos esta decisión hoy día, sin perjuicio de recalcar que coincidimos en que no bastan las simples medidas financieras o tributarias, sino que es absolutamente necesario complementarlas con aquellas otras indicadas por el Honorable señor Gazmuri: perfeccionamiento, capacitación, facilidades para el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, estímulos al ahorro, especialmente al ahorro general y popular.

Termino, pues, pidiendo que se tenga en cuenta este criterio. Y ojalá, cualesquiera que sean las resoluciones que se adopten, ellas se traduzcan en mayor progreso y bienestar para Chile y su pueblo.

He dicho.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Piñera.

El señor PIÑERA.-

Gracias, señor Presidente.

En nombre de los Senadores de Renovación Nacional, quisiera plantear que, en nuestro criterio, las tres bases fundamentales del desarrollo auténtico y sostenido de los países, mostradas tanto por la experiencia como por la teoría, son las siguientes: primero, un sistema político estable, que requiere legitimidad, que permita dejar de mirarse sólo la nariz y pensar en el corto plazo, para levantar la vista, mirar el futuro y pensar en grande; segundo, un sistema económico libre, abierto al mundo y competitivo, que posibilite a los países explotar la principal riqueza que poseen, cual es la capacidad de emprender, la iniciativa y la creatividad de su gente; y tercero, un sistema social bien dotado de recursos, que posea instrumentos focalizados y sea administrado con eficacia con el fin de derrotar la pobreza y proporcionar una mayor igualdad de oportunidades.

Ésos han sido los criterios que permanentemente hemos tratado de fortalecer con nuestra acción parlamentaria. Y hoy día, cuando nos toca tratar un tema importante en materia económica, queremos nuevamente recordarlos, para que nos sirvan de guía constante de nuestra acción.

Esto significa algo muy importante: la necesidad de compatibilizar y buscar un justo equilibrio entre crecimiento económico y solidaridad o justicia social. Para ello, es preciso abandonar dos extremos: por una parte, el de que el crecimiento económico lo logra todo, y por otra, el de que se pueden resolver los problemas sociales sin crecimiento económico.

Lo segundo me recuerda el cuento de la gallina de los huevos de oro. Si detenemos el crecimiento en aras de una distribución excesiva, simplemente estaremos condenando al país a que esa distribución se revierta y a no solucionar los problemas sociales que aquejan a millones de chilenos.

Por otra parte, los que sólo piensan en el crecimiento me recuerdan el cuento del español que tenía un burro y una carreta. Estaba tan interesado en hacer crecer su industria agregando un segundo carro a la carreta, que decidió probar suerte y no dar de comer al animal. Al comienzo, las cosas iban muy bien, pues con lo que ahorraba al no dar de comer al burro obtenía recursos para hacer crecer la carreta. Todo caminaba bien, hasta que un día el español llegó desolado donde sus amigos y les dijo: "Miren la mala suerte: cuando el burro estaba a punto de aprender a vivir sin comer, se murió de hambre".

Ése es un segundo extremo, del cual también es necesario alejarse.

En consecuencia, cuando uno analiza las medidas de política económica, tiene que revisar simultáneamente el impacto en el crecimiento y en la distribución del ingreso, en la lucha contra la pobreza y en la búsqueda de una mayor igualdad de oportunidades.

Francamente, estimo que no es consecuente, ni responsable ni honesto plantear sólo la parte positiva de cada cuento; por ejemplo, estar de acuerdo con todos los programas sociales, oponerse a todos los incrementos tributarios y, al mismo tiempo, ser el campeón de los equilibrios fiscales. Tampoco me parece realista pensar hoy que se pueden borrar de una plumada 200 millones de dólares por la vía de apoyar una rebaja arancelaria y, a la vez, oponerse a todos los aumentos de impuestos, para que esa cantidad sea repuesta en forma mágica. Si hiciéramos eso, de inmediato tendríamos un déficit de un monto equivalente a la rebaja tributaria, el cual, sin lugar a dudas, provocaría un claro impacto sobre los niveles de inflación.

En consecuencia, frente a la proposición del Gobierno, quisiéramos plantearnos tratando de buscar una nueva conducta, una nueva actitud, en el sentido de privilegiar por sobre todo los intereses del país, por encima de eventuales intereses partidistas, electorales o de otra naturaleza.

Cuando el Gobierno presentó el proyecto de ley -o "paquete de medidas", como se lo ha denominado-, formulamos una serie de observaciones a su respecto. En primer término, expusimos nuestro acuerdo con la línea matriz, cual era apuntar a una mayor apertura de nuestra economía mediante la rebaja arancelaria. Pero también sostuvimos -y con la misma claridad- que esas observaciones debían ser recogidas por quien tiene iniciativa en la materia -el Gobierno-, para que el paquete de medidas lograra plenamente los objetivos perseguidos.

Pues bien, debo señalar que ellas han sido acogidas por el Ejecutivo, y, por ende, anticipo el voto favorable de los Senadores de Renovación Nacional al proyecto.

La iniciativa en análisis afecta a dos aspectos claves de la economía: por una parte, a su grado de apertura, y por otra, a su grado de equilibrio. La rebaja arancelaria de 15 a 11 por ciento constituye una medida que permite muchas cosas a la economía. En primer lugar, una mejor apertura y una mayor integración a los mercados mundiales; es una señal muy clara de cuál es él norte hacia el que debe apuntar la economía, que no es el de la autarquía, sino, por el contrario, el de la plena integración a los mercados mundiales, el del aprovechamiento íntegro de las oportunidades y potencialidades que ofrece la economía del mundo a las puertas del siglo XXI.

En segundo lugar, no hay duda de que la rebaja de aranceles significa un alivio a la presión monetaria que ha estado afectando al Banco Central y un alivio al rebrote inflacionario que ha experimentado la economía en el último tiempo. Estamos plenamente conscientes de que este alivio es por una sola vez; en consecuencia, no ataca las causas últimas del rebrote inflacionario, que deben buscarse en otra parte. Y ésta es una consecuencia de la intención primera, que es la apertura de la economía; un subproducto claramente beneficioso, pero que no debe hacernos olvidar que la lucha contra la inflación tiene que estar siempre centrada en las causas últimas de este fenómeno. Por tanto, el rebrote inflacionario es una señal que debe preocuparnos a todos, particularmente a quienes tienen la responsabilidad de conducir la política económica.

En tercer lugar, creemos que la rebaja de aranceles, al incrementar la demanda por moneda extranjera, va a significar una fuerza que impulse hacia arriba el tipo de cambio dentro de lo que es un tipo de cambio de equilibrio en el contexto de la economía chilena actual. Y eso lo consideramos positivo, pues no creemos conveniente para un país mantener por largos períodos el tipo de cambio fijado al piso de una banda, porque, dicho de otro modo, significa que está siendo sostenido por el Banco Central, con el impacto monetario de todos conocido. Por lo tanto, estimamos que esa presión hacia arriba, sana, que va a ejercer la mayor demanda por divisas constituye una buena señal para el sector exportador.

Finalmente, nos parece que la rebaja arancelaria implicará un mejor y más económico acceso a los bienes importados -tanto a los de capital como a los intermedios o a los de consumo-, lo que favorecerá a millones de chilenos que en forma importante consumen bienes importados, entre quienes los sectores menos favorecidos son los que de manera más intensiva los utilizan.

Por lo expuesto, creemos que la rebaja de aranceles, dentro del contexto general -en el que nos parecía que debían recogerse ciertas observaciones-, constituye una medida de largo plazo que apunta, definitivamente, en la dirección correcta.

Por otra parte, respecto de la pérdida de ingresos fiscales que lo anterior conlleva, de aproximadamente 200 millones de dólares, dijimos con mucha claridad que es necesario reponer esa cantidad en forma responsable, pues no podemos pretender que ella desaparezca y esperar que el maná corrija el equilibrio fiscal. Y con igual claridad señalamos que el esfuerzo para compensar esa pérdida de ingresos fiscales debe ser compartido por los sectores público y privado; se requiere del aporte de ambos para restablecer tal equilibrio fiscal, lo cual, a mi juicio, es una condición de tremenda importancia para la estabilidad y el crecimiento de la economía.

Por esa razón, pese a ser un Partido de Oposición y a estar conscientes de que es muy poco usual que corrientes opositoras apoyen incrementos tributarios, creemos que es indispensable buscar un reemplazo parcial de la menor recaudación por la rebaja de aranceles mediante otros tributos. Pero, al mismo tiempo, planteamos al sector público la necesidad de que también contribuya con un esfuerzo fiscal a producir esa sustitución.

Por lo anterior, el impuesto de timbres y estampillas que se establece para el crédito externo, en una tasa de 0,1 por ciento mensual y con un tope de 1,2 por ciento -y quiero precisar esto- exceptúa totalmente los créditos a los exportadores; y nos parece positivo que no los afecte, pues de lo contrario se estaría menoscabando la competitividad de ese sector.

En seguida, por su estructura y naturaleza, ese tributo afecta sólo a los créditos de corto plazo: a mayor plazo, por la mecánica del impuesto, menor es la tasa.

Por último, también contribuye a eliminar una discriminación. Hoy día, los créditos financieros que se obtienen en el exterior, a los que sólo tienen acceso las grandes empresas, están en situación mejorada con relación a los que consigue la inmensa mayoría de las empresas y las personas en el país, que siempre han estado afectas a ese tributo.

Antes de abordar el tema del impuesto a la gasolina, deseo señalar que nos inquieta que la rebaja arancelaria vaya a afectar a algunos sectores, particularmente a los que sustituyen importaciones. Y hemos recogido, por ende, el desvelo permanente de los Honorables señores Ríos y Larre por la industria del carbón, preocupándonos del efecto que la rebaja arancelaria pueda provocar en ella y en otras industrias altamente sensibles a los aranceles, como la textil, la metalúrgica, la del cuero y el calzado, etcétera.

Respecto del impuesto a la gasolina, Ejecutivo propuso un incremento de 50 por ciento. Nosotros hemos sugerido -y ha sido recogido por el Gobierno- aumentarlo en 40 por ciento hasta el 1° de enero de 1993, y a partir de esa fecha, en sólo 35 por ciento. La contrapartida del menor impuesto constituye para el Gobierno una responsabilidad de carácter fiscal: deberá compensar con un esfuerzo del Fisco los menores ingresos que produzca la rebaja acordada en relación a lo propuesto originalmente por él.

Asimismo, deseamos señalar que el impuesto a la gasolina no afecta al combustible para la industria o el transporte colectivo, sino esencialmente al destinado a los automovilistas. Y hemos presentado una indicación -a ella aludía el Honorable señor Lavandero al decir que estaba por presentarse; y ya está presentada con las firmas de los Honorables señores Jarpa , Romero y Eduardo Frei y del Senador que habla- que establece un mecanismo que garantiza que durante este año -esperamos que ese plazo sea mucho más amplio; pero las garantías no pueden ser eternas- el precio de la gasolina no subirá en el país.

Por ende, queremos decir a todas las personas que pudieran verse afectadas que el aumento del tributo no hará variar el precio que deben pagar por la gasolina durante este año, porque se verá compensado por la rebaja de aranceles y por el contenido de la indicación que hemos presentado, relativa al Fondo de Estabilización del Precio del Petróleo, como también por una tendencia a la baja del valor de los combustibles en los mercados mundiales en el corto plazo.

Al mismo tiempo, debo expresar que no es factible extender esta garantía para siempre, porque nadie puede adivinar la evolución futura de los precios de los combustibles. Y sería irresponsable plantear que el precio de la gasolina no subirá más en Chile. Sabemos que ello depende de fuerzas que escapan al control del equipo económico, de la Oposición o de este Parlamento.

Por otra parte, se ha planteado otra indicación, tendiente a facultar al Presidente de la República para reducir o suprimir los derechos de aduana, impuestos o cualquier otro gravamen que afecte a la internación de mercancías a las zonas extremas del país -las Regiones Primera y Duodécima- e Isla de Pascua. Esta indicación, de los Honorables señores Jarpa y Lagos, apoyada también por otros señores Senadores que representan a las Regiones, como los Honorables señores Palza y Ruiz De Giorgio , apunta esencialmente a buscar un mecanismo que permita a aquéllas cierto grado de competitividad con zonas cercanas de otros países. También la suscribió el Honorable señor Calderón . Y si he incurrido en alguna omisión, ésta es la oportunidad para corregirla.

El señor GAZMURI .-

¡No caiga en omisiones tan sesgadas, señor Senador ...!

El señor PIÑERA.-

Sólo recordaba a los señores Senadores que participaron de esa iniciativa.

Es importante manifestar también que, junto con la postergación del reavalúo de las contribuciones, que constituyen la base del impuesto territorial -debía entrar en vigor el 1° de julio próximo, y, de acuerdo con la iniciativa en estudio, se posterga hasta el 1° de enero de 1993-, se ha planteado un mecanismo que permite que el 30 por ciento de la tasa adicional aplicada al impuesto territorial, la que en la actualidad es de beneficio fiscal, pueda ir a los municipios, a fin de posibilitarles contar con los recursos suficientes para cumplir las importantes tareas que les corresponden en una sociedad libre y descentralizada y, al mismo tiempo, subsanar los déficit, que afectan, como hoy consta al país, a muchos de ellos.

Durante las conversaciones sostenidas con los Ministros de Hacienda y de Economía, con otros altos personeros de Gobierno y con Parlamentarios de la Concertación, hemos podido alcanzar algunos entendimientos -desde nuestro punto de vista revelan una actitud positiva- que han permitido recoger observaciones que nosotros habíamos planteado con anterioridad, lo que ha beneficiado al proyecto original del Ejecutivo. Cabe destacar también la reafirmación que en esas conversaciones formuló el Ejecutivo respecto de materias que, para Renovación Nacional, resultan fundamentales.

Deseamos valorar la reconfirmación de una política gubernamental tendiente a mantener un tipo de cambio alto y estable, que permita un desarrollo adecuado de la industria exportadora.

Un señor Senador que me precedió en el uso de la palabra -y que ahora está conversando con un representante del Gobierno- mencionó que Chile había entrado o debe entrar en una segunda fase de la industria exportadora. Yo discrepo de esa opinión. Creo que Chile hace mucho tiempo ingresó a ella.

En la primera fase monoexportadora, el cobre representaba el 80 por ciento del total de las exportaciones, las que se complementaban con apenas unas decenas de otros productos, generando divisas que no superaban los 2 mil millones de dólares.

En el segundo período -en que Chile se halla- las exportaciones se han incrementado a 9 mil millones de dólares correspondientes a la venta de más de mil productos, disminuyendo a menos del 40 por ciento la importancia del cobre en este sector y ampliando a prácticamente todos los países del mundo el número de nuestros socios comerciales.

Por lo tanto, en rigor debiéramos hablar de una tercera fase caracterizada más bien por el esfuerzo de agregar valor a las exportaciones que por aprovechar las materias primas.

La economía chilena debe entrar ahora en esa tercera etapa, pues la segunda ya se cumplió, pese a que gran parte de ella fue criticada incluso por algunos ubicados hoy en las bancas de enfrente. Sin embargo, se realizó; ahí está. Corresponde a una obra maciza que hoy día todo el país reconoce.

Considero importante destacar el compromiso, o la voluntad, del Gobierno de usar las herramientas que están a su disposición para impulsar una real apertura de la cuenta de capitales, que permita al país integrarse no sólo comercialmente -como hoy de hecho lo está-, sino también más plenamente al ámbito financiero de los mercados internacionales.

Al respecto, cabe hacer notar el acuerdo alcanzado en cuanto a considerar que los mecanismos de encaje establecidos por el Banco Central son esencialmente transitorios, puesto que si fueran permanentes significarían un claro retroceso en el proceso de apertura e integración de nuestras cuentas de capitales.

Deseo concluir mi intervención señalando que la oportunidad de Chile se halla hoy fundada en tres pilares. En primer lugar, posee un sistema político estable que permite mirar el futuro con optimismo. Nunca antes había existido tal grado de acuerdos sobre nuestro sistema institucional democrático. Han sido superados los tiempos en que algunos se oponían a cambiar una sola coma de la Constitución Política de 1980 y en que otros ni siquiera aceptaban la primera palabra de ella. Hemos entrado a un período en el cual todos quieren perfeccionar la actual institucionalidad, pero desde adentro, sin destruirla desde afuera.

En segundo término, considero que nunca antes habíamos logrado similar nivel de acuerdos en cuanto al modelo de desarrollo económico; con diferencias, por supuesto. La economía social de mercado -con distintos énfasis, particularmente respecto del papel del Estado- ha dejado de ser el proyecto de una parte del país, para transformarse en el de una mayoría. Los acuerdos en materia social, tributaria y laboral han sido contribuciones decisivas para legitimar y consolidar el modelo de desarrollo económico que siempre hemos considerado el mejor para una nación como Chile, y prácticamente para cualquier otra, como la experiencia y la teoría demuestran con claridad.

Y, tercero, existe un sistema social que dispone de recursos e instrumentos focalizados para luchar en contra de la pobreza, los que deben ser administrados con la máxima eficacia. Si hay un área en donde la eficiencia es fundamental para la acción del sector público, ella es la tocante a administración del gasto social. Por eso, la enorme oportunidad que se nos presenta nos obliga a ser responsables. Esto es un poco semejante a la parábola de los talentos: Chile tiene hoy día muchos talentos y, por lo mismo, debe exigírsele más; pero, para ello, se requiere que las conductas del Gobierno y de la Oposición sean consecuentes y responsables, y anteponiendo siempre los intereses nacionales a los partidistas de corto plazo.

Ésos han sido, señor Presidente , nuestros propósitos, basados en los principios que han orientado el comportamiento de Renovación Nacional respecto de distintas materias discutidas en el Senado, como la de hoy -de carácter económico- que significa un paso adelante en la apertura de Chile a los mercados internacionales.

Solicito al Honorable señor Romero que aborde importantes temas relativos al sector agrícola.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Romero.

El señor ROMERO.-

Señor Presidente, deseo complementar la brillante exposición del Honorable señor Piñera, que representa el sentido y el espíritu de los Senadores de Renovación Nacional, quienes hemos trabajado en equipo para hacer un aporte efectivo a las medidas que propone la iniciativa.

En esta oportunidad, se me ha pedido describir brevemente los problemas que deben enfrentar algunos sectores, que también han afectado a países -especialmente los del sudeste asiático- que se han incorporado con éxito a la competencia internacional. Pero ellos los han resuelto ateniéndose no sólo a los principios básicos de la economía de libre mercado, sino también a los necesarios de flexibilidad y pragmatismo, que han posibilitado prestar suficiente atención a los sectores más desprotegidos.

El Honorable colega que me precedió en el uso de la palabra manifestó que existen sectores o subsectores en la economía -como el textil, el carbonero, el metalmecánico y, particularmente, el agropecuario- que, por sus características, su baja rentabilidad y, muchas veces, por el proteccionismo de países desarrollados o la competencia desleal de otros en la actividad comercial, requieren especial atención.

En Chile existen dos agriculturas: una, de exportación, se ha caracterizado por su empuje, dinamismo e innovación tecnológica. Hoy la fruticultura nacional representa prácticamente el 25 por ciento de las exportaciones del país, alcanzando metas que hasta hace poco -15 ó 20 años- no se hubieran imaginado: 120 millones de cajas, y el correspondiente ingreso de divisas. Esto representa el esfuerzo de un sector que ha sabido adaptarse a las contingencias y expresar con vigor un dinamismo muy pocas veces presenciado por los chilenos. Trabajadores y empresarios se han unido para obtener este éxito.

Sin embargo, existe otra agricultura: la de los cultivos tradicionales, que carece de alternativas claras de desarrollo, por ser monocultivadora o tener limitaciones muy serias, o por características de clima o de suelo. Y es aquí donde nuestra preocupación se hace más evidente, particularmente respecto de subsectores como el triguero, el lechero, el relacionado con la carne y, en general, todos aquellos vinculados con la remolacha y el raps. El Gobierno ha compartido nuestra inquietud y ha reafirmado los conceptos en que se basó la creación de las bandas de precios, cuyo objeto es evitar los efectos de las fuertes fluctuaciones de precios internacionales. Además, poseen neutralidad en el tiempo, característica que es importante tener presente.

No existe incompatibilidad entre economía de mercado y aplicación de políticas antidumping que eviten, completa y oportunamente, la competencia desleal. Porque es bien sabido que países desarrollados, como los miembros del Mercado Común Europeo, subsidian fuertemente productos lácteos y sus derivados, poniendo en jaque, cuando se exportan a Chile, la subsistencia de actividades que inciden fuertemente en la generación de empleo y mano de obra en general, muy difíciles de incorporar en lapso breve.

Destaco, señor Presidente , que el Gobierno ha reiterado la política de mantener los niveles de rentabilidad de los productos agrícolas sujetos al sistema de bandas de precios. En esto coincidimos. Pero también se requiere adecuarlas a rentabilidades que permitan a los sectores mencionados seguir desarrollando actividades tan importantes. Y, asimismo, una oportuna política antidumping es indispensable para evitar la competencia desleal derivada de subsidios y subvenciones de los países que ya cité.

No deseo alargar innecesariamente este planteamiento.

Agradezco la posibilidad de aclarar estas materias.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Navarrete.

El señor NAVARRETE .-

Señor Presidente, no cabe duda de que las medidas propuestas por el Gobierno concuerdan en general con el espíritu de las intervenciones que hemos escuchado en esta sesión.

Existe convencimiento generalizado de que nuestro país es capaz de aprovechar el clima de consenso, el ambiente de entendimiento, para, teniendo en consideración los recursos y el buen funcionamiento de nuestra economía, alcanzar niveles más altos de competitividad, de productividad, de empleo; es decir, de mejoramiento de las condiciones de vida en el país.

Como expresó el señor Ministro de Hacienda , el proyecto que examinamos constituye un conjunto coherente, y a mi juicio bien complementado, de medidas destinadas a defender y consolidar una economía abierta como la nuestra. Y, en este sentido, más que hacer presentes alegorías acerca de las bondades que puede representar un determinado modelo económico y asumir paternidades a su respecto, lo fundamental, sin lugar a dudas, consiste en contribuir, franca y resueltamente, a las iniciativas que tiendan a perfeccionarlo para superar, en particular, las desigualdades que aún prevalecen en Chile. Éste es, básicamente, el espíritu de la iniciativa del Gobierno.

En lo que va corrido del Régimen que preside don Patricio Aylwin , quizás por primera vez se produce tan alto grado de coincidencia entre la acción de la autoridad económica -es decir, los Ministros del área presentes en la Sala esta noche- y las resoluciones del Banco Central. El paquete de medidas planteadas en el Mensaje contiene las reglas que, independientemente, han decidido adoptar el Gobierno y el Banco Central, en su condición de ente autónomo. A mi juicio, esto también constituye una buena señal para la economía.

La rapidez con que el Congreso está despachando el proyecto es igualmente un buen mensaje para el país, pues contribuye al desarrollo de la confianza que debe prevalecer para que la economía siga funcionando en los mismos términos en que lo ha hecho hasta ahora, apuntando -repito- hacia el logro de los necesarios equilibrios y condiciones de equidad.

El señor Ministro de Hacienda demarcó algunos de los problemas que estas medidas económicas podían ocasionar en las áreas carbonera y textil. Me alegro de que el señor Senador que me antecedió en el uso de la palabra mencionara otra -la agrícola- que también podría ser afectada por la vía de las bandas de precios, particularmente en tres productos: trigo, remolacha y aceite.

Sin duda, la rebaja arancelaria de 15 por ciento a un 11 por ciento -que ha logrado un alto consenso- repercutirá directamente en los costos de importación de los productos afectos a las bandas de precios, pues presentarán un menor valor de internación. Por ello, parece oportuno estudiar una modificación de los decretos que establecieron los derechos específicos y rebajas arancelarias vigentes para trigo y aceites comestibles, de modo de mantener la política de no internar productos a valores inferiores a los costos mínimos de importación.

Por otra parte, cuando una determinada política económica -como la que estamos discutiendo- tiene consecuencias en los costos, lo ideal es que éstos sean compartidos por los sectores público y privado. Sin embargo, conforme al rigor y seriedad con que deben realizarse los debates en materias que envuelven manejo de recursos, considero conveniente, frente al llamado a reducir el gasto público, que se dé a conocer el tipo de rebaja que se propicia. La autoridad económica realizó un estudio exhaustivo de las distintas variables antes de proponernos esta iniciativa. Y si se aumentan impuestos -idea que se ajustó en la discusión de la Comisión de Hacienda mediante indicación para recurrir al Fondo de Estabilización del Precio del Petróleo-, la reducción del gasto público, señalada en términos tan generales, no podría solventarse si no se cubren los 200 millones de dólares que, aproximadamente, importa la proposición del Ejecutivo. La única forma de rebajar el gasto público -como se sabe- consiste en disminuir actividades en obras públicas, vivienda, salud, educación o seguridad. Y ciertamente, ello no es posible en ninguno de tales sectores. No quiero suponer que la Oposición tenga otra opinión acerca del tema. El presupuesto anual del Fondo Nacional de Desarrollo Regional asciende a cerca de 100 millones de dólares; y el de Obras Públicas, a 200 millones de dólares. Estos montos revelan la importancia de las proposiciones del Ejecutivo que ahora examinamos.

Por último, señor Presidente , manifiesto la conformidad de los Senadores radicales con la iniciativa en debate. Me complazco, asimismo, por el alto grado de consenso, logrado mediante el esfuerzo y los aportes de distintos Senadores, destinado a que el país mantenga y perfeccione sus equilibrios macroeconómicos y avance en su modernización económica de acuerdo con el espíritu de equidad y de justicia social.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Thayer.

El señor THAYER .-

Señor Presidente, mi intervención será breve y equivalente a una fundamentación de voto.

En la vida política, los problemas económicos tienen una dimensión muchas veces extraeconómica. Y uno de los requisitos de quien los maneja es gozar de un gran capital de credibilidad.

Quiero dar testimonio, señor Presidente, de la posición que me conduce a apoyar el proyecto en nombre del Comité Independiente de 3 Senadores, con excepción de mi estimado amigo Senador señor Alessandri, que está pareado con la Honorable señora Frei, quien se encuentra, por la razón de todos conocida, en Antofagasta. Como independientes, nos corresponde contribuir permanentemente a alentar posiciones de consenso, a desincentivar actitudes rígidas o extremas, a estimular todo aquello que favorezca la marcha del país y a desanimar lo que signifique clavar los ojos en el pasado, perdiendo el tiempo en recriminaciones mutuas por épocas superadas.

El 11 de marzo de 1990, en que se realizó la transmisión del mando en este mismo edificio, el señor Ministro de Hacienda -quien aún no asumía- tuvo la deferencia de acercarse a hablar conmigo para plantearme el interés de intercambiar ideas acerca de cómo sería nuestra actuación en el Parlamento. Quería informarse. Me manifestó que hallaría una oportunidad a fin de que conversáramos. Pensé que eran palabras de buena crianza, con el propósito de hacerlas efectivas más adelante, en un tiempo prudente. Antes de dos días -el 13 de marzo-, nos reunimos con el Ministro señor Foxley en la casa del señor Subsecretario de Hacienda, para conversar respecto de los criterios del Secretario de Estado y de cómo yo observaba la marcha del país y nuestra colaboración.

Con motivo del proyecto en análisis, también me llamó el señor Ministro. Y como tengo confianza en la importancia de la credibilidad de los hombres en la vida política y en la lealtad recíproca -de ello, a mi juicio, el Senado se ha convertido en un emblema en el país-, le manifesté mi excelente disposición a considerar el paquete de medidas que el señor Secretario de Hacienda proponía, naturalmente respetando nuestra independencia y sin adelantar cuál sería mi actuación. No me pidió que comprometiera un voto, ni yo podía proceder así. Pero, lealmente, una disposición sí que la comprometí. Mi actitud ha sido la de estimular, en todo lo posible y una vez más, el logro de un consenso como el alcanzado.

La exposición del señor Ministro de Hacienda y, por ejemplo, la brillante y clarísima intervención del Honorable señor Piñera -una de las varias que he escuchado-, enmarcan la actitud patriótica de dos hombres de bien que expresan la conjunción de voluntades de un organismo que está cumpliendo su papel de conducir al país a hacer vivible, progresiva y sólida la transición a la plenitud democrática.

Me complazco, señor Presidente, de dar testimonio de estos hechos que he constatado, y expreso mi total apoyo a las medidas propuestas, producto de la mutua lealtad con que se ha conversado y llegado a acuerdo.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Cantuarias.

El señor CANTUARIAS.-

Señor Presidente, muy brevemente quiero señalar que, de las tres medidas que la iniciativa sugiere, sólo una merece todo nuestro apoyo entusiasta: la que reduce los aranceles de 15 por ciento a 11 por ciento, porque -como dijo el Honorable señor Urenda - apostamos al crecimiento y al desarrollo. Los recursos así obtenidos, bien distribuidos y canalizados, constituyen la base final para resolver los problemas de los más desposeídos de Chile. No apostamos exclusivamente al crecimiento, porque creemos que toda obra humana, en términos de distribución y focalización de los gastos, debe ser en todo momento evaluada y mejorada.

Nos sentimos patriotas, honestos y responsables; pero debemos decir que estamos frente a un proyecto que rebaja aranceles y aumenta unos impuestos, y que no redistribuye el ingreso o no mejora la forma como los chilenos acceden a él. Para compensar la disminución del ingreso fiscal por la rebaja arancelaria, se nos plantea un alza de impuestos.

Se citaron aquí testimonios recientes de nuestra historia económica según los cuales rebajas de aranceles más drásticas que la propuesta ahora no significaron un desincentivo, sino, por el contrario, estimularon el desarrollo del país, conforme señalan indicadores del porcentaje de crecimiento, producto geográfico bruto y empleo. Recordamos también que la fuente principal de recaudación fiscal, el Impuesto al Valor Agregado, fue rebajado en el pasado sin menoscabo o detrimento del patrimonio o del ingreso fiscal.

Nos sentimos -reitero- patriotas, responsables, honestos y coherentes cuando no concordamos con parte de las medidas económicas sugeridas.

No distinguimos cómo los más pobres serán los beneficiarios más directos de la rebaja de aranceles -como se afirmó-, con posibilidades de acceder a un mayor consumo de bienes importados. Ello no cuadra con la conformación de los gastos de los sectores más desposeídos.

Frente a una situación coyuntural relativa al índice de Precios al Consumidor, la que se nos propone constituye una respuesta que puede tener otros efectos, porque, en el fondo, estamos afectando estructuralmente a nuestra economía.

Reitero: sólo nos parece positiva la rebaja de aranceles; las otras dos medidas son negativas.

Finalmente, agradecemos muy sinceramente la invitación que se nos extendió para participar del acuerdo a que se llegó como fundamento de esta medida que, entendemos, va a ser aprobada. Lo agradecemos por su significado y por su procedencia.

Desgraciadamente, no podemos aceptar esa invitación. Y no concurrimos al acuerdo en los términos señalados, porque, en el fondo, en parte de las medidas propuestas se está planteando una elevación de impuestos; y porque no nos conformamos con que el alza de los tributos sea menor sólo para aceptar algo que, en principio, simplemente nos parece inconveniente, inadecuado y un instrumento equivocado.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR.-

Señor Presidente, hablo en nombre de los Senadores democratacristianos para declarar que apoyaremos el proyecto de ley del Ejecutivo.

La política económica del Gobierno actual ha generado una gran holgura externa, eliminando así uno de los obstáculos más serios para el crecimiento económico. Esto se logró sobre la base de una política persistente de incremento de las exportaciones y, por lo tanto, de superávit comercial.

Por otra parte, la imagen de Chile como deudor ha tenido una mejora sustancial, que facilita un acceso cada vez más fluido a los mercados del crédito. Basta señalar que el precio de compra de nuestra deuda externa -que había venido subiendo gradualmente- a comienzos de 1990 era del 63 por ciento de su valor y hoy alcanza el 90 por ciento.

No puede negarse que el éxito de la política económica está fundado también en nuestra ordenada transición política a la democracia, lo cual constituye un desmentido a lo que muchos creían, esto es, que el país, por el hecho de entrar a ese proceso de transición, caería en el desorden, en la crisis y en el desgobierno económicos. Ha ocurrido todo lo contrario.

Ahora bien, la gran disponibilidad de divisas ha complicado el manejo monetario por parte del Banco Central. Esto provocó que el dólar observado se pegara al piso de la banda, lo que ha forzado a esa entidad a emitir para comprar dólares y sostener el tipo de cambio, lo cual comenzó a causar algunas presiones inflacionarias.

Como lo ha señalado el señor Ministro de Hacienda , indiscutiblemente que esta holgura externa tiene un carácter estructural con proyecciones de permanencia.

Por lo tanto, la situación descrita requería que se readecuaran algunos parámetros de la política económica. Había alternativas. Y algunos sectores afirmaban -incluso, creo que aún lo hacen- que, tal vez, el mejor camino no era la presentación de este proyecto ni la aplicación de las medidas por parte del Banco Central, sino el de dejar fluctuar el tipo de cambio, ampliando la banda. Con esto, por supuesto, se habrían eliminado los problemas de manejo monetario. Sinceramente, creo que ello también habría redundado en reducir las presiones inflacionarias.

Sin embargo, pensamos que optar por esa posibilidad hubiera sido un error, porque con ello se podría atentar contra los objetivos de largo plazo del Gobierno, que basa el crecimiento en un aumento sostenido de las exportaciones.

La otra alternativa es la que hoy se nos presenta, precisamente, a través de una rebaja de los aranceles, para permitir una mayor proporción de gasto hacia las importaciones y dar un sustento real al valor del dólar.

El Gobierno eligió, a mi juicio, la mejor opción, a fin de aprovechar el éxito en el manejo de las cuentas externas. Consideramos, además, que las medidas complementarias, como las asumidas por el Banco Central, eran absolutamente necesarias, al fijar encajes para los créditos de corto plazo, y reducir en dos puntos el valor del dólar observado.

Pero lo anterior no era suficiente; y el punto que originó la mayor parte de la discusión en el proyecto era saber cómo compensar el menor ingreso que iba a tener el Fisco por la reducción de aranceles, lo cual significaba, aproximadamente, 200 millones de dólares, cifra equivalente a un tercio de lo recaudado mediante la reforma tributaria que aprobó este mismo Parlamento. Debo recordar que, al aprobarse dicha reforma por amplia mayoría -hace menos de un año-, se consideró que el nivel de impuesto global propuesto era aceptable y adecuado, por lo cual hoy no advierto razón alguna para no mantenerlo. De allí que me alegra que se hayan rectificado muchos de los juicios críticos a las medidas que el Gobierno había planteado, en el sentido de que no eran necesarios los impuestos, y de que bastaría con hacer una reducción en los gastos del sector fiscal.

Creo que esas observaciones -al parecer, hoy día se encuentran en parte retiradas- no tienen asidero alguno en la realidad. Porque el Parlamento sería muy poco serio si aprobara una rebaja de aranceles sin reponer los ingresos fiscales. Y, en caso contrario, tendría que señalar con precisión, de acuerdo con las normas constitucionales, cuáles gastos reducir para paliar las menores entradas por ese concepto. No quedaría otra alternativa que disminuir la inversión o el presupuesto social en salud, educación o defensa.

Considero muy positiva la discusión sostenida hoy en la tarde entre los diversos sectores a fin de solucionar el problema planteado. Me alegro de que se haya logrado acuerdo y de que en la discusión se clarificaran dudas como las señaladas denantes por el Honorable señor Piñera .

El Gobierno nunca ha pretendido, mediante la aplicación de este paquete de medidas, alterar su política económica, sino mantener, por ejemplo, un tipo de cambio que permita un desarrollo adecuado del sector exportador. También precisamos que se mantiene la voluntad del Ejecutivo en cuanto a que el impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos de corto plazo no afecte los préstamos que financian las exportaciones.

Asimismo, quedó claro que la rebaja de aranceles implica obtener, por la vía tributaria, recursos equivalentes; y que si éstos no son suficientes, nos comprometemos -como debe ocurrir siempre en una política económica seria- a mantener el equilibrio fiscal.

Jamás el Gobierno ha tenido en vista dañar los niveles de rentabilidad de los productos agrícolas sujetos al sistema de bandas de precios. Y, como lo señaló el señor Ministro de Hacienda , estábamos atentos -siempre lo estamos- a disponer, oportunamente, una política antidumping frente al deterioro que se pudiere producir en algunos sectores de la economía, como el carbón, el textil o el agrario.

El Gobierno y los Parlamentarios de la Concertación hemos aceptado una reducción en el impuesto a la gasolina, la que significará, como aquí se ha dicho, un ingreso inferior del orden de 20 millones de dólares. Esta medida -como se ha destacado- tendrá que sustentarse sobre la base de un manejo ordenado del Presupuesto, sin perjuicio de recurrir también al Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, con el objeto de mantener el nivel de ingresos y de evitar, como desde un comienzo lo indicaron los señores Ministros de Hacienda y de Economía, un alza real en los precios de la gasolina.

Creo entonces que el consenso que hemos alcanzado es altamente positivo para Chile en su conjunto. Con ello el Gobierno mantiene inalterable la política realizada hasta el momento, introduce las correcciones necesarias para potenciar la economía y recoge los aportes positivos hechos durante las conversaciones.

Las medidas planteadas por el Gobierno no dejan duda alguna acerca de los objetivos de la política económica que sustenta. Pero, al igual que el Honorable señor Gazmuri , estimamos que deben implementarse también otras medidas. Estamos de acuerdo en que tienen que seguir adelante los estudios para ampliar las posibilidades de nuevas inversiones de los fondos previsionales -en las cuales, por supuesto, los intereses de los trabajadores deben quedar resguardados- y en que, como lo ha anunciado el Ministro de Economía , hay que establecer nuevas líneas de crédito para fomentar el desarrollo de la mediana y de la pequeña empresas.

De esta manera, señor Presidente , creemos que el Gobierno en el Senado -con la comprensión y el apoyo de sectores de la Oposición- han podido sortear las dificultades presentadas, lo que no sólo interesa a aquél, sino también al país, pues en esta materia no se trata de obtener ganancias políticas en favor de un lado o de otro, sino de que los resultados de las medidas económicas adoptadas redunden en beneficio de Chile entero.

El señor JARPA.-

Pido la palabra.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor JARPA.-

Sólo quiero señalar que, al parecer, hay un malentendido, porque aquí se ha estado hablando de "un alza de impuestos", en circunstancias de que se trata de una rebaja de los mismos. En efecto, si bien se establecen nuevos tributos por alrededor de 150 millones de dólares y una menor recaudación de 200 millones de dólares por concepto de internación, existe una disminución neta de más o menos 50 millones de dólares. Ésa es una rebaja de impuestos. Sin embargo, hemos escuchado a distinguidos colegas decir que están en contra de subir los impuestos; pero creo que no han sacado bien las cuentas y por eso mantienen esa actitud.

El señor LAVANDERO.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor LAVANDERO .-

Señor Presidente sólo deseo leer la indicación, patrocinada, entre otros, por los Honorables señores Eduardo Frei, Jarpa, Piñera, Romero y el que habla -oportunamente no pude dar cuenta de ella por no tenerla a mano- que se incorporaría como artículo 2° transitorio, y que dice relación a los recursos para compensar los menores ingresos que implicarán las rebajas del 35 y 40 por ciento del impuesto específico a las gasolinas automotrices, propuestas por el Gobierno en los artículos 6° permanente y 1° transitorio, que la Comisión de Hacienda ha aprobado. Dice así:

"Artículo 2° transitorio.-

Durante el período que media entre la publicación de esta ley y el 31 de diciembre de 1991 podrá modificarse el precio de referencia superior a que se refiere el artículo 2° de la ley N° 19.030, sin los límites establecidos en dicho artículo, en lo que respecta a las gasolinas automotrices, con el propósito de compensar el efecto sobre el precio interno de dichas gasolinas como consecuencia de lo dispuesto en el artículo 1° transitorio de esta ley.".

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Debo hacer presente a la Sala que el acuerdo fue que interviniera un representante por cada Comité. Pero no ha sido posible cumplirlo -así lo entendió la Mesa-, debido a que los señores Senadores tienen derecho a usar de la palabra.

En virtud de haberse extendido ese criterio, concedo también la palabra al Honorable señor Ríos, quien la ha solicitado a fin de formular una consulta al señor Ministro de Hacienda .

El señor RÍOS.-

Gracias, señor Presidente y Honorables colegas. Seré muy breve.

Hemos oído, tanto de parte del señor Ministro de Hacienda como de varios señores Senadores, observaciones referentes a algunos productos que el país tiene en la actualidad y cuya explotación se encuentra en pleno desarrollo, como es la industria de la minería del carbón, respecto de la cual existe el convencimiento, entre las autoridades de Gobierno y los Parlamentarios, de que atraviesa por una situación difícil, que debe enfrentarse en forma muy adecuada y con bastante premura.

En la actualidad, en las diversas minas de la Octava Región laboran alrededor dé 16 mil trabajadores, los que con sus familias representan un número cercano a las 80 mil personas.

La situación de este producto ya es delicada, porque tiene una competencia difícil de sobrellevar -pienso que en el mismo caso se halla la localidad de Catamotún, en la Novena Región-, la que ahora, a raíz de la rebaja de aranceles, le será imposible enfrentar.

Lo más delicado, señor Presidente, es que en la prensa han aparecido avisos de diversas empresas consumidoras de grandes cantidades de este combustible, por los que se llama a propuestas para la adquisición de carbón, las que deberán adjudicarse en las próximas semanas.

Por tal razón, creo que en esta oportunidad el señor Ministro de Hacienda debería informar al Senado sobre qué determinación ha tomado el Gobierno sobre la materia, pues estoy seguro de que en este asunto, tan difícil y complicado y que puede tener repercusiones sociales también muy delicadas y muy peligrosas, esta Corporación y el país deben conocer las medidas, que con rapidez y agilidad adoptará el Ejecutivo para enfrentar tan grave situación, que puede ocasionar la quiebra de la minería del carbón.

Por otro lado, señor Presidente, debo informar algo muy importante. El próximo martes se reúnen en Lota los dirigentes sindicales de toda la zona carbonífera, y el miércoles 3 de julio lo harán aquí en el Senado -reunión a la cual me permito invitar a los señores Ministros presentes-, a fin de buscar una solución al problema.

Estimo que sería conveniente -y en esto creo interpretar al resto de los Parlamentarios de la Región- adelantar una respuesta, porque, como digo, la situación es extremadamente delicada y debe ser resuelta con urgencia, porque ya está provocando una inquietud muy acentuada en la zona.

Ésa es mi consulta al señor Ministro de Hacienda, señor Presidente.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor FOXLEY ( Ministro de Hacienda ).-

Señor Presidente , ésta es una materia que estamos estudiando junto con el señor Ministro de Economía ; pero, en este momento, no puedo adelantar ninguna medida concreta al respecto.

Estamos conscientes de lo que ocurre, porque recientemente otros señores Parlamentarios nos han hecho presente esta situación.

Creo que en un plazo prudente podremos anunciar un conjunto de medidas tendientes a paliar el problema planteado. Pero en esta ocasión -repito- no estoy en condiciones de abordar ningún aspecto específico sobre el particular.

El señor PALZA.-

Pido la palabra, señor Presidente.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor PALZA.-

Señor Presidente, voy a plantear, en no más de un par de minutos, algunas dudas respecto del artículo 10, que es el resultado de la fusión de dos indicaciones de diversos señores Senadores orientadas a solucionar los problemas que para las zonas extremas del país derivarán de la rebaja de aranceles de 15 a 11 por ciento.

Todos sabemos que en las zonas francas las ventas se encuentran gravadas con un 9 por ciento de impuesto, por lo que, lógicamente, la diferencia que queda respecto del resto del país es mínima. Sin embargo, al tenor del texto aprobado por la Comisión de Hacienda, me asaltan algunas dudas; y concretamente, quisiera preguntar al señor Ministro de Hacienda cuál es el sentido exacto del artículo 10, nuevo, aprobado por la Comisión de Hacienda. Tengo la impresión de que por la forma en que está redactado, constituye una virtual puerta abierta -puedo estar equivocado- para que se realicen importaciones a través de las Regiones Primera y Duodécima. Pediría al señor Ministro precisar el fondo de la disposición.

Indudablemente, todos desearíamos entregar a las zonas extremas de Chile la ayuda que en este momento requieren. Pero tampoco podemos distorsionar los sistemas existentes en ambas Regiones, por lo que está comprometido en ellos, máxime cuando en el Senado se encuentra pendiente un proyecto de ley del Ejecutivo en el que se propone, entre otras cosas, la derogación de una norma a fin de posibilitar la privatización de la Zona Franca de Iquique.

De acuerdo a lo que uno puede colegir de una primera lectura del artículo mencionado, éste podría significar dejar abierta la posibilidad de importar a través de las Regiones Primera y Duodécima completas, lo que en el día de mañana, en caso de aprobar el Congreso la privatización de la Zona Franca de Iquique, podría significar que nadie se interesara por comprarla, pues, con la facultad que se otorga, podría abrirse un verdadero forado para importar a lo largo de toda la Región.

Por eso, en el ánimo de legislar en favor de la Región que represento, estoy llano a escuchar cualquier consideración al respecto.

Cuando presentamos la indicación -junto a otros Honorables colegas- lo hicimos con el ánimo de derogar la disposición correspondiente de la ley N° 18.211, que gravó con un 9 por ciento las internaciones de mercaderías provenientes del extranjero y que, efectivamente, se aplica en toda la Primera Región (incluidas Arica e Iquique). Dimos el visto bueno para sustituir la expresión "derógase" por "rebájase", en el bien entendido de que el Gobierno tratará de corregir esta anomalía creada por el paquete de medidas que estamos tratando o, en lo posible, de suprimirla. Pero le damos la facultad de proceder hasta donde pueda hacerlo.

Deseo que el señor Ministro haga las precisiones del caso, a fin de no crear falsas expectativas en las Regiones que represento y no tener una especie de cheque en blanco para que, en base a esta norma -con justa razón- en el futuro ellas soliciten incluso la derogación del Impuesto al Valor Agregado.

Reitero mi solicitud de que el señor Ministro de Hacienda , como asimismo el de Economía, aclararan el punto. Si el Gobierno está dispuesto a hacer realidad el sentido del precepto, me alegraría mucho; pero quiero saberlo hoy, con el propósito de no dar señales equívocas acerca del verdadero alcance de la norma.

Todos queremos legislar para favorecer a las Regiones extremas; pero deseo conocer hasta dónde alcanza tal facultad.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Los señores Ministros han escuchado la consulta formulada por el Honorable señor Palza.

Tiene la palabra el señor Ministro de Economía.

El señor OMINAMI ( Ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción).-

Señor Presidente , con relación a la consulta que acaba de formular el Honorable señor Palza , debemos clarificar que lo que se propone en el artículo 10, nuevo, es otorgar una facultad amplia al Presidente de la República . Nuestra idea básica es que dicha facultad pueda utilizarse en forma de garantizar, en cualquier caso, a las zonas francas existentes en el país, que las medidas arancelarias que se encuentran en discusión no tengan un efecto negativo sobre ellas.

Igualmente, es nuestro interés que esa facultad amplia al Primer Mandatario pueda concederse en beneficio también de la Isla de Pascua.

Éstos son los alcances que podríamos comprometer en esta oportunidad, respecto del uso de la facultad presidencial que se concede.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Jarpa.

El señor JARPA.-

Señor Presidente, junto a otros Senadores, firmé la indicación, porque, indudablemente, la rebaja arancelaria afectará, en alguna forma, los regímenes existentes en las Regiones que se han señalado. Pero, además, tomando en cuenta que la situación de la Zona Franca de Iquique y, en especial, la del comercio de la ciudad de Arica, se están viendo perjudicadas por lo que ocurre en Tacna.

Tengo aquí la Ley sobre Zona Franca de Tacna, la que, entre otras normas que permiten el ingreso de diversos productos con arancel cero, dispone que en esa zona franca las personas podrán adquirir bienes libres de impuestos, gravámenes o tributos hasta por un monto de 3 mil dólares. Y el artículo siguiente -el 16- estatuye que los productos que hubiesen entrado a través de la frontera con Arica, estarán gravados con un impuesto especial de 15 por ciento.

Me pregunto: ¿quién va a ir a comprar a Iquique o Arica, para llevar a través de la frontera productos a los cuales se aplica un 15 por ciento de recargo por el hecho de no haber llegado a Tacna por aeródromos o puertos peruanos?

Lo anterior coincide con la proposición de rebaja arancelaria que estamos tratando. Por lo tanto, es necesario facultar al Primer Mandatario para buscar una solución tanto para lo que está aconteciendo en Iquique como para la situación realmente insostenible que está viviendo Arica.

Tengo confianza en el buen criterio del Presidente de la República , e invito al Honorable señor Palza a confiar también en lo que él resuelva.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Lagos.

El señor LAGOS .-

Señor Presidente, la gran preocupación de los habitantes de la Primera Región es que esta palanca de desarrollo que representa para nosotros la zona franca industrial se encuentra en desventaja, hoy día, ante la competencia que significa la comercialización a través de la Zona Franca de Tacna, por el hecho de tener que aplicar a los productos un impuesto del 9 por ciento.

En verdad, la Zona Franca de Iquique la utiliza Arica, donde se están desarrollando rubros industriales en forma muy eficiente. Sin embargo, el vecino país del Perú, que acaba de instalar su zona franca, ha creado ciertas barreras, mediante la vía arancelaria y la determinación de permitir el ingreso al sur de su territorio utilizando el puerto con el pago de una tarifa muy conveniente, que nos deja en notoria desventaja.

Lo mismo acontece con otro país limítrofe: Bolivia.

Por eso, la ciudadanía de la Primera Región desea la derogación del impuesto de 9 por ciento, con el objeto de que la Zona Franca de Iquique -como he dicho, es un importante factor de desarrollo de la Región- pueda competir en mejores condiciones y preservar, de este modo, el esfuerzo de inversión -que asciende a millones de pesos- realizado allí.

Confío en el buen criterio del Presidente de la República -especialmente porque ha escuchado a los habitantes de la zona y a sus representantes- para aplicar estrictamente las medidas que, según él mismo ha detectado, deben implementarse.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Señores Senadores, para mantener el acuerdo inicial, debemos terminar el debate lo más pronto posible.

El señor RUIZ (don José).-

Pido la palabra, señor Presidente , para plantear una moción de orden.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor RUIZ (don José).-

Señor Presidente , se ha desvirtuado el acuerdo que adoptamos en el sentido de que intervendría sólo un señor Senador por bancada.

Por lo tanto, solicito a la Mesa que proceda a cerrar el debate y someter el proyecto a votación.

El señor VALDÉS (Presidente).-

No tengo facultad para eso, señor Senador.

Tiene la palabra el Honorable señor Gazmuri.

El señor GAZMURI .-

Respecto del tema de las zonas francas, voté favorablemente la indicación presentada por varios señores Senadores, a pesar de que -quiero manifestarlo en la Sala- tenía una prevención en cuanto a la situación particular de la ZOFRI.

En realidad, se halla en discusión en el Parlamento un proyecto de ley a raíz del cual se está analizando, precisamente -tuvimos un debate sobre el particular en la Comisión de Hacienda-, la eventual privatización de la Zona Franca de Iquique de acuerdo a la ley vigente. En la Comisión hubo mayoría -no unanimidad- para impedir que se llevara a cabo ese traspaso al sector privado.

En mi opinión, resultaría bastante inconsecuente que aprobáramos -como lo estamos haciendo, y estoy dispuesto a dar mi voto en ese sentido- el otorgamiento de una facultad al Presidente de la República con el objeto de que la ZOFRI no sufra los efectos de la rebaja de aranceles, y que, en una semana más, la Corporación acordara privatizar su administración.

Planteo esto porque, a nuestro juicio, sería muy serio que, por un lado, autorizáramos al Primer Mandatario para aminorar los efectos negativos de la rebaja ya señalada en las Regiones Primera y Duodécima y que, por otro, ese acuerdo del Senado fuera seguido por uno nuevo para privatizar una actividad privilegiada.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el Honorable señor Ríos.

El señor RÍOS.-

Una consulta a los señores Ministros: en su opinión, ¿tiene el Gobierno en este momento facultades para resolver una eventual sobretasa o una situación parecida en relación al problema del carbón? ¿O es necesario dictar una norma legal adecuada para eso? Si fuera así, creo que sería interesante precisarlo en esta oportunidad.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el señor Ministro de Economía .

El señor OMINAMI ( Ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción).-

Con respecto al tema del carbón -efectivamente, es uno de los problemas sectoriales que más nos preocupan-, el Gobierno dispone de la posibilidad de recurrir a la Comisión encargada de investigar la existencia de distorsiones en el precio de las mercancías importadas, cuya Secretaría Ejecutiva está radicada en el Banco Central. Existe en ella representación de los Ministerios de Hacienda y de Economía; sin embargo -insisto-, al menos su Secretaría Técnica se halla en el instituto emisor.

Estimamos que, sobre la base de identificar bien los problemas que digan relación a la sana competencia, es posible pensar en la alternativa de ocupar un instrumento de ese tipo. Creo, no obstante, que cualquier programa específico dirigido a enfrentar las dificultades que plantee el sector del carbón no puede limitarse al uso de esa clase de instrumentos, lo que debe realizarse siempre de manera extremadamente sobria y cauta.

Consideramos conveniente plantear también medidas que busquen atacar más el fondo del problema. Posiblemente, hay necesidad de desarrollar algunos programas de reconversión de aquellos sectores con pocas probabilidades de tener un destino relativamente asegurado en esa actividad y, quizás, analizar también la posibilidad de garantizar algún tipo de poder comprador, en particular para enfrentar las situaciones de emergencia que puedan producirse en el curso de las próximas semanas.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

Cerrado el debate.

El artículo 107 del Reglamento del Senado establece lo siguiente: "Por la sola aprobación general del proyecto, se entenderán aprobados todos los artículos que no hayan sido objeto de indicaciones y el Presidente lo declarará así.".

Por lo tanto, quedarían aprobadas, en general y en particular, todas las normas de la iniciativa que se encuentran en esa condición.

Acordado.

En seguida, el señor Secretario dará cuenta de los artículos que fueron objeto de indicaciones -se presentaron tres- para proceder a votarlos.

El señor LAGOS ( Prosecretario ).-La primera indicación, suscrita por los Honorables señores Cantuarias, Urenda y Fernández

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

En votación la indicación.

Si le parece a la Sala -para abreviar el trámite-, se rechazaría la indicación. El artículo quedaría aprobado, con los votos contrarios de los autores de aquélla.

El señor SINCLAIR.-

Con mi voto en contra también, señor Presidente.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Agregando el voto negativo del señor Senador.

-Se rechaza la indicación y, en consecuencia, se aprueba el artículo, con los votos en contra de los Senadores señores Cantuarias, Urenda, Fernández y Sinclair.

El señor LAGOS.- La segunda indicación, también de los Honorables señores Cantuarias, Urenda y Fernández

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

La Mesa propone proceder en igual forma que respecto de la indicación anterior, con la misma votación.

Acordado.

-Se rechaza la indicación y, en consecuencia, se aprueba el artículo, con los votos en contra de los Senadores señores Cantuarias, Urenda, Fernández y Sinclair.

El señor LAGOS.- La última indicación está suscrita por los Honorables señores Romero, Frei (don Eduardo), Piñera, Jarpa y Lavandero "Durante el período que media entre la publicación de esta ley y el 31 de diciembre de 1991 podrá modificarse el precio de referencia superior a que se refiere el artículo 2° de la ley 19.030, sin los límites establecidos en dicho artículo, en lo que respecta a las gasolinas automotrices, con el propósito de compensar el efecto sobre el precio interno de dichas gasolinas como consecuencia de lo dispuesto en el artículo 1° transitorio de esta ley.".

El señor VALDÉS (Presidente).-

Ofrezco la palabra.

Ofrezco la palabra.

Cerrado el debate.

-Se aprueba el artículo 2° transitorio, nuevo, y queda terminada la discusión del proyecto.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra el señor Ministro de Economía .

El señor OMINAMI ( Ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción).-

Señor Presidente , señores Senadores, en nombre del señor Ministro de Hacienda y del Gobierno en general, agradezco muy sinceramente la gran responsabilidad con que el Senado ha enfrentado la discusión de este proyecto de ley.

Su tramitación hubiese sido, por cierto, aún más exitosa si hubiésemos podido contar con una aprobación por unanimidad. De todas maneras, se ha manifestado aquí una mayoría extraordinariamente importante en favor de las orientaciones básicas en materia de estrategia económica, las que -estamos convencidos- son altamente convenientes para el país.

Nos parece que lo que aquí se desarrolló no fue, como se ha planteado, una discusión sobre el mayor o menor patriotismo de los señores Senadores, sino que se ha analizado una cuestión respecto de la necesaria consistencia de un conjunto de medidas de política económica. Vemos con mucha satisfacción cómo se ha reconocido la corrección de la propuesta básica formulada por el Gobierno; así como se ha admitido igualmente la necesidad de mantener consecuencia en las decisiones que se adoptan, puesto que no era posible consentir en la rebaja de determinados impuestos -en este caso, los aranceles aduaneros-, y al mismo tiempo privar al Estado de los recursos que por tal concepto deja de percibir.

Si en esa forma se hubiese procedido, se habría puesto en cuestión el necesario esfuerzo social en el cual este Gobierno está empeñado; se habría sometido a controversia la necesidad del equilibrio fiscal, que es fundamental mantener, y, desde ese punto de vista, entonces, nos felicitamos por la gran mayoría que se ha logrado en esta Corporación para sacar adelante un proyecto de tanta trascendencia.

2.3. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación con Modificaciones . Fecha 20 de junio, 1991. Oficio en Sesión 11. Legislatura 322.

Valparaíso, 20 de junio de 1991

N° 1211

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA H. CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a V.E. que el Senado ha dado su aprobación al proyecto de ley de esa H. Cámara que rebaja la tasa de los aranceles a las importaciones, introduce modificaciones a otras normas de carácter tributario y posterga la vigencia del reavalúo de bienes raices no agrícolas, con las siguientes modificaciones:

Artículo 2°

Lo ha sustituido por el siguiente:

"Artículo 2°.- Sustitúyese el artículo 1° de la ley N° 18.687, por el siguiente:

"Artículo 1°.- Fíjanse en un 11% los derechos de aduana que deben pagarse por las mercaderías procedentes del extranjero al ser importadas al país, que actualmente están establecidos en un 15% en el Arancel Aduanero o en otras disposiciones legales que los impongan."".

Artículo 6°

Ha reemplazado el guarismo "3,8771" por "3,4893".

Artículo 7°

Ha intercalado en el número 3 de este artículo entre las expresiones "que deban pagarse" y "a contar de", la frase "por las mercaderías que inicien su trámite de importación".

Ha agregado el siguiente N° 4, nuevo:

"4.- Lo dispuesto en el artículo 6º regirá a contar del 1° de enero de 1993.".

Artículo 9°

Ha sustituido el inciso segundo, por el siguiente:

"El Presidente de la República ejercerá esta facultad en el caso que con ocasión del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas, a contar del plazo que se fije en la nueva Ley de Rentas Municipales o, en todo caso, a contar del 1° de enero de 1993, al comparar en moneda de igual valor las proyecciones anuales del monto total girado antes de este reavalúo con el que corresponda girar después del reavalúo basado en los avalúos nombrados, este último resultare superior en más de 10% al primero.".

Ha agregado los siguientes artículos nuevos:

"Artículo 10.- Facúltase al Presidente de la República para rebajar el impuesto de 9% que estableció la ley N° 18.211 y, asimismo, para rebajar o suprimir los derechos de aduana, impuestos o cualquier otro gravamen que deba pagarse por la internación de mercaderías procedentes del extranjero que se importen al país en las Regiones I y XII, y en la provincia de Isla de Pascua.

El ingreso al resto del territorio nacional de las mercaderías importadas en conformidad al inciso precedente, se regirá por la legislación general que corresponda.

El Presidente de la República dentro del plazo de seis meses fijará las normas para la aplicación de la presente disposición.

Artículo 1° transitorio.- El impuesto específico a las gasolinas automotrices a que se refiere el articulo 6° de la ley N° 18.502, será de 3,6186 UTM/m3 hasta el 31 de diciembre de 1992.

Artículo 2° transitorio.- Durante el período que media entre la publicación de esta ley y el 31 de diciembre de 1991 podrá modificarse el precio de referencia superior a que se refiere el artículo 2° de la ley 19.030, sin los límites establecidos en dicho artículo, en lo que respecta a las gasolinas automotrices, con el propósito de compensar el efecto sobre el precio interno de dichas gasolinas como consecuencia de lo dispuesto en el artículo 1° transitorio de esta ley.".

Lo que comunico a V.E. en respuesta en su oficio N° 358, de 19 de junio de 1991.

Acompaño los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL VALDES S.

Presidente del Senado

JOSÉ LUIS LAGOS LÓPEZ

Secretario Subrogante del Senado

3. Tercer Trámite Constitucional: Cámara de Diputados

3.1. Discusión en Sala

Fecha 20 de junio, 1991. Diario de Sesión en Sesión 11. Legislatura 322. Discusión única. Se rechazan modificaciones.

MODIFICACIONES ARANCELARIAS Y TRIBUTARIAS Y POSTERGACIÓN DE LA VIGENCIA DEL REAVALÚO DE LOS BIENES RAÍCES NO AGRÍCOLAS. TERCER TRAMITE CONSTITUCIONAL.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde tratar las modificaciones del Senado al proyecto de ley sobre reformas arancelarias y tributarias.

Las modificaciones del Senado figuran en el N° 6 de los documentos de la Cuenta de esta sesión.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En discusión la modificación del Senado al artículo 2° del proyecto de la Cámara que tiene por finalidad explicitar su redacción.

Ofrezco la palabra.

El señor HUECHUMILLA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor HUENCHUMILLA.-

Señor Presidente, la modificación introducida por el Senado no hace sino reponer la redacción primitiva que traía el proyecto enviado por el Ejecutivo a la Cámara de Diputados.

Por lo tanto, la bancada democratacristiana aprobará la modificación introducida por el Senado.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el diputado don Alfonso Rodríguez.

El señor RODRIGUEZ (don Alfonso).-

Señor Presidente, sobre la base de una negociación, Renovación Nacional acordó aprobar el proyecto de ley propuesto por el Gobierno, que rebaja las tasas de los aranceles a las importaciones, introduce modificaciones a otras normas de carácter tributario y posterga la vigencia del reevalúo de los bienes raíces no agrícolas.

Nuestra economía estaba enfrentando una inflación desde hace varios meses, que afectaba a las personas de ingresos bajos y a las que mantienen deudas en unidades de fomento, originada en un exceso de dólares en la economía, que significó que el precio del dólar se mantuviera en el borde inferior de la franja, obligando el Banco Central a comprar una gran cantidad de dólares y, en consecuencia, a emitir.

La rebaja en los aranceles del 15 al 11 por ciento implica al Fisco una recaudación menor del orden de los 200 millones de dólares. Ayer manifestamos nuestras aprensiones por las repercusiones que estas medidas provocarían en diversos sectores laborales, productivos y financieros del país. Por esas consideraciones, nos abstuvimos en la aprobación del paquete de medidas económicas. Hoy día conocemos las modificaciones que el Senado ha introducido a este proyecto, las que mejoran sustancialmente las perspectivas económicas.

Por este motivo Renovación Nacional concurrirá a la aprobación del artículo 2°.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ofrezco la palabra sobre la modificación al artículo 2°.

El señor PALMA (don Andrés).-

Pido la Palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor PALMA (don Andrés).-

Señor Presidente, como lo expresara el Diputado señor Huenchumilla, este artículo refleja sólo un cambio de forma. Pero quiero referirme a lo manifestado por el Diputado señor Rodríguez. Me alegro del cambio que ha habido en la posición de Renovación Nacional respecto del proyecto que, en lo sustantivo, se mantiene, reflejando, en definitiva, que su evaluación de las medidas del Gobierno es satisfactoria. Hoy día no se encuentra presente en la Sala el Diputado Fantuzzi, pero sí lo está la Diputada señora Matthei y, a lo mejor, este hecho tiene alguna vinculación con el cambio de posición de la bancada de Renovación Nacional.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Martínez, don Gutenberg.

El señor MARTINEZ (don Gutenberg).-

Señor Presidente, a propósito de esto, quiero hacer una reflexión.

No es positivo para los efectos de la imagen de la Cámara ni para la evaluación de cada una de nuestras bancadas y de cada uno de nosotros como parlamentarios que no exista aquí capacidad para conciliar acuerdos como el que hoy conocemos y que se produjo en el Senado. Más allá de las consideraciones políticas que cada uno de nosotros tenga respecto de este tipo de acuerdos, debiera importamos el hecho de que para este proyecto de ley no hayamos demostrado o tenido la capacidad de pactar un acuerdo tan bueno como el que en estos momentos respaldan mi bancada y alguna otra de la Oposición.

Por lo tanto, mi reflexión apunta a que todos nosotros hagamos un esfuerzo para que esta situación no se repita en el futuro, de modo que la Cámara también se entienda como un ámbito en el cual la negociación es posible. Es un llamado para mi bancada, para las bancadas de la Concertación y, especialmente, para las de la Oposición, que tienen que votar aquí, inicialmente, en determinada forma, después, entregar esa negociación al Senado y, enseguida, limitarse a un papel que para todos nosotros -también participo de esta autocrítica- no es el más conveniente.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra la Diputada señora Matthei.

La señora MATTHEI.-

Señor Presidente, me quiero referir brevemente a las palabras del Diputado señor Gutenberg Martínez. Aquí siempre han estado abiertas las puertas para la negociación. La diferencia es que en el Senado, muchas veces, se vota en conciencia. Por ejemplo, el otro día no más don Sergio Onofre Jarpa votó en contra de la petición de la ex rectora de la Universidad de Playa Ancha de Valparaíso, señora Mariana Martelli. Eso, en cambio, jamás lo he visto en la Cámara de parte de la Concertación, que con la tremenda ventaja de votos que tiene es realmente muy difícil llegar a acuerdos.

Varios señores DIPUTADOS.-

¡Eso no es efectivo!

La señora MATTHEI.-

Señor Presidente, quería señalar eso antes de entrar en materia.

La verdad es que quiero hacer un pequeño resumen de lo que ha sido este paquete de medidas. Hay que partir por el hecho de que nuestra economía desde hacía varios meses, enfrentaba una aceleración de la inflación, que afecta a las personas de menores ingresos y a aquellas que mantienen deudas en uefes. Este recrudecimiento de la inflación se debió a un exceso de dólares en la economía, que significó que el tipo de cambio se mantuviera en el borde inferior de la franja, obligando al Banco Central a comprar una cantidad importante de divisas y, por lo tanto, a emitir dinero nacional, lo cual afecta la inflación. Asimismo, la baja del precio del dólar afectaba negativamente al sector exportador.

El paquete de medidas que finalmente se acordó en el Senado -y estoy de acuerdo con el Diputado don Gutenberg Martínez que es un pena que no se haya llegado a ese acuerdo acá-, implica una rebaja -contenida en el artículo que analizamos- del 15 al 11 por ciento en los aranceles y otra de 200 millones de dólares en la recaudación fiscal; un impuesto a la gasolina, que sustituye una recaudación de 80 millones de dólares, y un impuesto de timbres y estampillas a créditos externos que sustituye una recaudación de 50 millones de dólares. Por lo tanto, el efecto neto es que en nuestro país los impuestos bajan en 70 millones de dólares. Es decir, hay una disminución en el pago de impuestos de los chilenos.

En primer lugar, ayer se logró que el impuesto de la gasolina bajara a 40 y a 35 por ciento a partir de 1973, en vez de 50 por ciento, como se había propuesto originalmente por el Ejecutivo. Además, existe el compromiso de que el precio de la gasolina no aumentará al público, lo que es importante que se sepa.

En segundo lugar, el Impuesto de Timbres y Estampillas no afectará el crédito a los exportadores, porque toda la estrategia de nuestra economía debe volcarse hacia una expansión de las exportaciones y, en ese sentido, era importante este logro.

Y, en tercer lugar, ha habido un compromiso que envuelve más bien al Banco Central, pero cerca del cual el Gobierno tomará todas las medidas necesarias para mantener un tipo de cambio real alto.

Estas medidas no afectarán las exportaciones y son absolutamente imprescindibles para el futuro de nuestro país.

Posteriormente, viene una discusión con respecto a la rebaja de aranceles e impuestos en la Primera y Duodécima Regiones y en la Isla de Pascua. Se mantiene la política de protección a los productos agrícolas; básicamente, a las bandas de precios, y se aplica una efectiva y oportuna política para prevenir el dumping en nuestro país.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Señora Matthei, estamos debatiendo el artículo 2°.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Pida la palabra, señor Diputado.

La señora MATTHEI.-

Le concedo una interrupción.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Jorge Pizarro.

El señor PIZARRO (don Jorge).-

Muchas gracias, señor Presidente, con la venia de la colega Matthei.

Como estamos discutiendo el artículo 2°, le rogaría que se remitiera a él. Ahora, si la colega quiere hacer la intervención, que tendría que haber hecho ayer, podría pedir el asentimiento de la Sala y estaríamos felices de escucharla.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Lo mismo vale para el Diputado señor Rodríguez. Hay que referirse al artículo, porque la discusión general se hizo ayer.

Tiene la palabra la Diputada señora Matthei.

La señora MATTHEI.-

Lo sé, señor Presidente, pero el artículo 2° implica una rebaja de impuestos de 200 millones de dólares y quería demostrar que hay realmente en nuestro país una rebaja generalizada del pago de impuesto.

Continuaré con el resto de mi intervención en los próximos artículos.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ofrezco la palabra sobre el artículo 2°.

El señor MUNIZAGA.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su señoría.

El señor MUNIZAGA.-

Señor Presidente, pido su venia para ir un poco más allá del artículo 2°, por cuanto el Diputado señor Andrés Palma ha solicitado a la bancada de Renovación Nacional que dé una respuesta, solicitud que recojo, porque en el día de ayer hice diversas críticas al paquete de medidas económicas del Gobierno, por considerarlo que no estaba bien estructurado.

Desde luego que la rebaja arancelaria iba por el camino correcto, pero en la medida en que hubiese otros artículos que la complementaran adecuadamente; que nos preocupaban otras de las medidas propuestas, porque como Renovación Nacional no queremos aumentar la carga tributaria de este país; expresé que no era adecuada la revaluación del dólar, puesto que iba a crear un problema en las exportaciones; señalé, en forma precisa, que exigía un mayor esfuerzo fiscal para compensar los menores ingresos producto de la rebaja de aranceles.

Ayer, en el Senado, se realizó una negociación parlamentaria en la que los Diputados de Renovación Nacional participamos y entregamos nuestro aporte. A raíz de esa negociación el proyecto en cuestión se ha modificado trascendentalmente, y así como hoy día vemos que no significa una mayor carga tributaria, sino una disminución de los tributos, como lo señaló la Diputada señora Matthei. La rebaja de aranceles asciende a 200 millones de dólares y las medidas que se aplican para compensarla alcanzan a casi 130 millones de dólares. En consecuencia, hay una disminución de 70 millones de dólares.

Por otra parte, mediante esta negociación parlamentaria se consiguió disminuir el aumento del impuesto a la gasolina, y lo que es más importante, se logró asegurar que no aumentará su precio durante el resto del año. Por consiguiente, el dueño de casa que usa su automóvil, o la dueña de casa que utiliza un taxi colectivo tienen la seguridad de que no aumentará el valor de la gasolina.

Renovación Nacional, con una preocupación profunda, planteó el tema de los aranceles en la zona franca, a raíz de una presentación que hicieron nuestros Diputados de la zona norte, señores Valcarce y Ramón Pérez. Y en la negociación de ayer se propuso una fórmula que hoy la Cámara tendrá que considerar si es o no es posible de aceptar. Pero esa fórmula significa que la zona franca de la Primera Región y también la de Punta Arenas, en la Duodécima Región, puedan ver disminuidos sus aranceles para no desaparecer por efectos de la ley.

Quiero señalar, al mismo tiempo, que hay una declaración de intenciones muy importante de parte del Gobierno, que a raíz de las negociaciones del día de ayer ha reiterado su disposición a un cambio alto y real que permita estimular las exportaciones. Asimismo, ha reiterado su preocupación por mantener la rentabilidad de las bandas agrícolas, e, incluso, en esta materia hemos conversado sobre temas que nos preocupan mucho, como el de la contabilidad agrícola.

Quiero hacer notar también que el Gobierno ha señalado que prestará atención especial y preferente a los sectores textil, metalmecánico, del carbón y de la agricultura, que se pueden ver afectados con la rebaja de los aranceles; que se aplicará con severidad el sistema de mecanismos antidistorsionadores o antidumping, y que el compromiso de establecer derechos específicos para aquellos productos subsidiados en el extranjero.

Existe también el compromiso de que el 30 por ciento de los mayores recursos producidos por el reavalúo de las propiedades no agrícolas se destine directamente a las municipalidades.

Por estas consideraciones, el proyecto se ha enriquecido y perfeccionado profundamente en beneficio del país. En consecuencia, nuestro Partido y nuestra bancada aprobarán la modificación a este artículo 2° y las otras que más adelante analizaremos.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.-

Señor Presidente, la Cámara votó ayer el proyecto en discusión y ahora nos referimos al artículo 2° que rebaja los aranceles de 15 a 11 puntos. Consecuentes con nuestra postura asumida ayer, votaremos favorablemente. Asimismo, con la misma consecuencia con que votamos en esa oportunidad, nuestros Senadores se opusieron en la votación de las modificaciones propuestas, sobre todo en el caso del impuesto a la gasolina, porque es evidente que los cambios que se han introducido a este proyecto de ley son absolutamente insuficientes, porque -tal como lo han señalado las autoridades- este paquete era un todo.

Obviamente, se requiere reponer al Fisco los fondos que de alguna forma disminuirán, producto de esta reducción de cuatro puntos, que, como sabe la Cámara, significan casi 200 millones de dólares.

En el caso específico de la bencina -tema que aparece más adelante, pero que se ha planteado por todos los parlamentarios que me han antecedido en el uso de la palabra- lo que hace es imponerle un impuesto. El cambio consiste en que el aumento no es de 50 por ciento, como lo proponía el Ejecutivo, sino de 40 por ciento.

Ahora, por un artículo transitorio se pretende que el impacto de esta medida sea subsidiado por el Fondo de Estabilización del Precio del Petróleo. Pero no nos equivoquemos: el impuesto a la bencina se aplica en el momento en que se publica el proyecto de ley en discusión. Ahora, el Fondo de Estabilización del Petróleo, donde están los combustibles como la gasolina verá disminuido su monto, porque se subsidiará por un cierto período. Sin embargo, al votar a favor de esta medida se está aprobando gravar a la clase media chilena con el impuesto a los combustibles.

Quiero señalar que no participamos del acuerdo con las autoridades tras una larga discusión en la cual estuve presente, porque tal como lo señalé ayer, no compartimos el equilibrio macroeconómico fijado por el Gobierno. Este conjunto de medidas es consecuente, mirado desde el punto de vista de lo que la autoridad de Gobierno ha decidido hacer en materia de equilibrio macroeconómico, pero se hace a costa del sector privado, y mantener las tasas de interés altas perjudica la producción nacional. Por lo tanto, el Gobierno decidió un equilibrio macroeconómico que permitirá un crecimiento de 4 por ciento para el país, cosa que no compartimos, porque el costo de este proyecto de ley se podría financiar si el país creciera solamente tres puntos más en su Producto Geográfico Bruto, pues el 30 por ciento de su crecimiento termina, de todas maneras, readecuándose tributariamente. Una fórmula de financiar efectivamente la caída de cuatro puntos de los aranceles se obtiene con el crecimiento del país. Aquí, la autoridad ha fijado un crecimiento que no es satisfactorio y que lo obliga sistemáticamente a subir los impuestos.

Como hemos sido muy claros y consecuentes con la postura de aumentar los impuestos, rechazaremos nuevamente esta alza, aunque haya habido una negociación y se haya disminuido en 10 por ciento ese aumento. Ahora, a todos los automovilistas, a todas las personas, a la clase media que ha logrado tener un vehículo, se le subirá el impuesto a la bencina en 40 por ciento.

Las otras modificaciones que vienen en el proyecto de ley, porque se han anunciado varias que no aparecen en él, se refieren a la zona franca, la que ha perdido competitividad, pues la disminución de cuatro puntos del arancel produce una diferencia de dos puntos, debido a que tienen una tasa de 9 por ciento. En ese sentido tendrá que haber una solución al problema, independientemente de que se planteé que esto no es facultad parlamentaria y que requiere iniciativa del Ejecutivo. Al respecto quiero señalar que no soy partidario de entregarle al Ejecutivo facultades que son nuestras. En esta Cámara, sistemáticamente se escuchan reclamos de que no tenemos facultades para una serie de iniciativas; sin embargo, le entregamos al Ejecutivo facultades que son nuestras. Si es necesario adecuar la zona franca del país, producto de la realidad y de la disminución de los arancelas, que el Ejecutivo proponga un proyecto de ley, pero no le entreguemos la decisión de hacer frente a este cambio macroeconómico que se ha producido como consecuencia de este paquete de medidas, independiente de si corresponda o no que sea declarado inconstitucional, como aquí se ha planteado.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Huepe.

El señor HUEPE.-

Señor Presidente, como el debate no se ha planteado concretamente respecto del artículo 2°, sino sobre el conjunto de cambios que se incorporaron en el Senado, quiero hacer una breve referencia al total de las modificaciones, que son mínimas.

Comparto lo planteado por el Diputado señor Martínez en cuanto a que debemos hacer un esfuerzo por lograr acuerdos en la Cámara en aquellas cosas en que es posible hacerlo. De lo contrario, se desvalorizaría el rol que juega esta Corporación.

La segunda observación general se refiere al problema macroeconómico y de si esta Cámara puede aceptar con entusiasmo la rebaja de determinados tributos o de aranceles, que significa una disminución del crédito fiscal y decir livianamente que eso no lo compensa y que es problema del Gobierno ver cómo se las arregla.

Debe haber una relación y legislar con seriedad, pues si aprobamos una rebaja de aranceles que significa una disminución del ingreso fiscal, obviamente me parece mucho más razonable aprobar aquellos tributos que permitan compensar esa disminución.

Todo esto es fruto del debate que tuvimos ayer. De manera que los planteamientos de la Diputada señora Matthei sobre el valor del dólar en cuanto a que el ingreso exagerado de divisas ha significado una disminución de su precio, con el consiguiente perjuicio de tipo inflacionario, por el aumento de emisión que ello significa y la disminución de competitividad de los exportadores fueron analizados ayer.

Ahora quiero referirme a los cambios que se produjeron y plantear que, en realidad, aquellas cosas que se presentan como objetivo logrado en la negociación de ayer no son tales. No se trata de minimizar la negociación, que siempre es positiva. Aquí nadie pretende sacar ventaja sobre quién modificó más su criterio, pero tratemos de ser objetivos sobre los cambios que efectivamente se produjeron en el día de ayer en el Senado. ¿Cuáles fueron?

En primer lugar, la rebaja arancelaria. Se dice que hay una declaración del Diputado señor Munizaga, que habrá preocupación especial por aquellos lugares en que pueda haber competencia desleal; que si hay subsidios en otros países, se mirará con especial preocupación. En verdad eso se planteó en la Comisión, lo conversamos por el caso concreto que se produce en la zona que yo represento, la del carbón. Incluso en el día de ayer hubo una declaración de los parlamentarios de la zona, expresando su preocupación por este problema.

La posibilidad de sobretasa arancelaria está abierta, pero no desde ayer, sino desde el sábado, cuando el señor Ministro de Economía dio una conferencia de prensa anunciando estas medidas. Dice textualmente:

"El Gobierno impulsará la puesta en práctica de todas estas medidas con decisión. Estaremos muy atentos para considerar los eventuales casos de competencia desleal que pueden presentarse en el marco de profundización del proceso de apertura.

"Asimismo, consideraremos la necesidad de la contracción industrial que en algunos sectores específicos pueden suscitarse".

Lo señalado aquí por el Diputado señor Munizaga no es ninguna novedad, pues está planteado desde el sábado, por tratarse de un problema de objetivo de política económica. Un país no puede descuidar determinada zona, en especial si existe competencia desleal o subsidio a determinados productos que llegan del extranjero y que afectan nuestra producción nacional.

Siguiendo con el ejemplo, en el caso concreto del carbón, incluso, es competencia desleal el hecho de que llegue a menor precio, porque se usan fletes de retomo prácticamente a precio cero, lo cual provoca una situación dramática en la zona. Obviamente, será consideración de la política del Gobierno, porque también es papel del Estado contribuir a ciertos equilibrios regionales. Si en una política global del país algunas zonas tienen la suerte de ejercer una actividad productora de tipo exportador que las beneficia el Estado, también puede ayudar a distribuir y compensar los perjuicios en aquellas en que la apertura indiscriminada del mercado les puede provocar problemas enormes de cesantía, como el caso del carbón.

Este problema, al cual se refirió el Ministro de Hacienda en el Senado, lo compartimos plenamente, pero no constituye ninguna novedad, pues ya estaba planteado.

En cuanto a lo dicho por la Diputada señora Matthei como un logro, cuando se dice no se aplicará el impuesto de timbre a los exportadores, es bueno que se reconozca así. Es cierto que es un logro que debe tenemos tranquilos, pero eso estaba dicho en el mensaje enviado por el Ejecutivo. Cuando se discutió en la Comisión, se aclaró en repetidas oportunidades que eso no se aplicaría a los exportadores. El mensaje llegado al comienzo de esta semana, cuando se inició este proyecto, dice: "Cabe señalar también que se mantiene la exención a los créditos a las exportaciones chilenas". O sea, nunca estuvo cuestionado el hecho de que este impuesto se aplicaba a los exportadores. Creo correcto mantener esta situación.

¿Cuáles son los cambios fundamentales que se introdujeron ayer? La rebaja de aranceles se mantiene. Eso significa, efectivamente una disminución del ingreso fiscal de alrededor de 200 millones de dólares. ¿Cómo se esperaba inicialmente financiarla? Por una parte, con el impuesto a la Ley de Timbres y Estampillas, ahora a los créditos externos y también a aquellas negociaciones comerciales internacionales que implícitamente constituían un crédito, como el caso en que no hay un crédito bancario exacto, sino que el proveedor se lo otorga directamente al distribuidor en Chile. Eso se mantiene exactamente igual.

La segunda forma de financiamiento era el impuesto a la gasolina, que aumentaba en 50 por ciento. Ayer se redujo en 10 por ciento y el compromiso es bajarlo después en 5 por ciento, pero hay un impuesto real. Me alegro de que se reconozca así, porque eso significa que debemos velar también por los equilibrios macroeconómicos y fiscales, que son dos cosas distintas: si estamos produciendo una disminución del ingreso, el equilibrio fiscal debe compensarse de otra manera. También es importante señalar que en el día de ayer se acordó flexibilizar el uso de los fondos del petróleo, que estaban empozados con un objetivo único y ahora ha quedado abierta la facultad, como veremos en el artículo 2° transitorio aprobado ayer. El artículo 1° transitorio se refiere sólo a la disminución a 40 por ciento. El artículo 2° transitorio flexibiliza el uso del Fondo del Petróleo, que es muy importante, porque también contribuye al equilibrio fiscal: dineros que están empozados con un objetivo único, que no podían tener otro destino, ahora se faculta al Gobierno para que los utilice, con lo cual el equilibrio fiscal se mantiene, porque el presupuesto podrá usarlos para compensar la disminución del ingreso fiscal que pueda producirse.

También se planteó con claridad que el precio de la gasolina no iba a aumentar, y se dieron diversas razones. Primero, no afecta a todos los combustibles, como los relacionados con el transporte, que influye directamente en la industria, sino que sólo aumentará el valor de la gasolina de autos, porque el petróleo diesel es fundamentalmente importado y, probablemente, su precio disminuirá por efecto de los aranceles.

Segundo, el valor de la gasolina de autos tampoco va a aumentar ahora con estos mecanismos, pues también se analizó ayer el efecto del precio internacional del petróleo -estamos en un período de baja-, por lo cual no tendrá un efecto real en la gasolina.

Además, tenemos el expediente del uso de los fondos del petróleo; o sea, podemos dar la garantía total de que vamos a tener un aumento del ingreso fiscal que compensa la disminución del ingreso por los aranceles, pero, a su vez, no afectará el equilibrio fiscal.

Entonces, me parece positivo que se reconozcan estos aspectos. Si se sostiene que hay un cambio fundamental en el proyecto, los señores Diputados podrán analizarlo objetivamente y advertir que no es así. Pero el tema no radica en saber si el cambio fue mayor o menor en el Senado, o en quién se lleva la ventaja de esos cambios: si fue Renovación Nacional, porque se puso aquí firme, se abstuvo y después cambió su posición y votó a favor, y por eso logró el punto a), b) o c), o si fuimos nosotros y empezamos a pasamos la cuenta. Creo que eso no tiene mayor sentido. Espero que le demos la importancia real que esto tiene y que cuando legislemos lo hagamos con seriedad. Si estamos preocupados de los equilibrios de nuestra economía, debemos pensar en estos dos aspectos: el equilibrio macroeconómico significa que no se rompa, que no haya posibilidades de emisión y, en definitiva, cortar la válvula que alimenta la inflación, porque eso es lo que efectivamente beneficia a los sectores pobres de nuestro país. Aquí, el Parlamento tiene un importante rol que jugar para apoyar esos equilibrios macroeconómicos. Otra cosa es el equilibrio fiscal: cuando se producen ingresos para el Banco Central, por ejemplo, contribuyen al equilibrio macroeconómico, pero no al fiscal, porque no es lo mismo que los fondos ingresen al Banco a que lo hagan al Fisco.

En definitiva, éstas son las disposiciones fundamentales. Hay otros cambios en relación con los ingresos tributarios, mayores o menores, que se producen por efecto de este proyecto.

El otro punto dice relación con la zona franca, y también se planteó en la Comisión. Es obvio que si se reducen los aranceles del 15 al 11 por ciento, la zona franca, que tiene un arancel del 9 por ciento, pierde competitividad ¿Qué le pasará a esa zona, que ahora sólo tiene una diferencia de dos puntos con el arancel del resto del país? Ya no será negocio, entonces es obvio que debe reducirse su arancel.

Como le consta al señor Presidente y a los miembros de la Comisión, se planteó este tema e incluso se buscó dónde se podía introducir la modificación. En este momento se hizo notar que en el Senado se estaba discutiendo el proyecto de ley de zonas francas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó su primer tiempo, señor Diputado.

El señor HUEPE.-

Usaré mi segundo tiempo para terminar.

Todos los Diputados allí presentes escucharon la aceptación formal del señor Ministro de Hacienda, quien dijo que era obvio lo señalado, por lo cual se comprometió a rebajar los aranceles de la zona franca para mantener su competitividad.

Ese arancel era 9 por ciento cuando el resto del país tenía 15, es decir, pagaba el 60 por ciento de los aranceles generales. En términos matemáticos, considerando este porcentaje, ahora debería ser de 6,6 por ciento, pero a lo mejor es conveniente fijarlo en 5, todo lo cual podrá verse en la discusión del mencionado proyecto.

Si eso, que estaba absolutamente claro, se quiere explicitar ahora, miel sobre hojuelas, porque no hay un cambio fundamental respecto de lo que habíamos acordado en la Comisión y en esta Sala.

Me alegro de que los Diputados de la bancada de Renovación Nacional hayan cambiado su decisión. Eso es positivo para nuestro país.

Queda pendiente el problema -desgraciadamente no soy constitucionalista- de inadmisibilidad del artículo que viene a continuación. Abordaremos esa situación en su momento, porque es una materia importante.

En resumen, la aprobación de estas modificaciones no alteran el contenido sustancial del proyecto, pues significan la reafirmación de lo que el Gobierno ya había planteado. No lo decimos así para damos un gusto, sino porque es bueno dar señales que reafirmen la existencia de una economía sólida, sin alteraciones en su rumbo. Eso contribuye a que el Fisco pueda enfrentar de una manera adecuada esta rebaja de aranceles, que tiene una incidencia positiva en el comercio exportador.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Estévez.

El señor ESTEVEZ.-

Señor Presidente, el artículo 2° en discusión ha sido modificado formalmente, ya que para los efectos prácticos queda igual. La redacción de la Cámara decía: "Fíjanse en 11 por ciento los derechos de aduanas...", mientras que la del Senado expresa: "Fíjanse en un 11 por ciento los derechos de aduana...". Es decir, hemos tenido un retroceso lingüístico al agregar un elemento impropio en la lengua española en este caso, como es el artículo indefinido "un".

Pero, en fin, votaremos a favor este artículo, pues no se altera la esencia del problema económico que está en discusión con la rebaja de aranceles. No deseamos entorpecerlo por un asunto meramente gramatical, aunque tiene cierta importancia defender nuestra lengua, como lo ha demostrado el debate de la Comunidad Económica Europea sobre la letra "ñ".

A propósito de esta modificación, se ha entrado en un debate más amplio respecto de la discusión del Senado, las atribuciones de la Cámara de Diputados y las normas de política económica. Sobre esto quiero señalar claramente lo siguiente.

En primer lugar, no me parece adecuado, con todo el respeto que me merecen las opiniones de mis colegas, que después de un acuerdo de esta naturaleza entremos en una especie de pequeña guerrilla sobre quién dijo, quién cambió, quién no cambió. Creo que la opinión pública puede juzgar perfectamente el resultado de esta gestión.

Sí, me parece necesario hacer resaltar que ha existido la capacidad para responder positivamente a una demanda económica compleja, en un hecho inédito en la historia del país, como es discutir en el Parlamento la rebaja de aranceles, combinada con un paquete de medidas del Banco Central y del Fisco en cuanto a los impuestos a los combustibles. Hemos sido capaces de responder en cuatro días a una necesidad económica, porque naturalmente, desde el punto de vista económico, la inestabilidad de estas normas produce distorsión e incertidumbre, logrando un buen resultado.

En este sentido, me interesa destacar que este hecho demuestra que en democracia es posible, con plena eficiencia, gobernar la economía; que no se requiere ni una dictadura ni poderes omnímodos para un manejo económico y que incluso los temas más delicados, como los relativos a los aranceles y a los impuestos, son susceptibles de ser discutidos por grupos amplios de personas, de cara al país, y responder con un resultado consistente.

Con esto ha ganado la democracia y el país, porque frente a todos los agentes económicos y a la opinión pública damos una señal clara, consistente, en la política económica del Gobierno y en la capacidad de nuestro país para resolver estas materias con oportunidad, eficacia y consistencia macroeconómica. Pienso que esto es lo importante de lo que ha ocurrido en la Cámara y en el Senado.

Sin perjuicio de eso, parece útil que revisemos nuestros sistemas de funcionamiento en cuanto al relevante aspecto de ver cómo procede la mecánica misma del debate y de los acuerdos.

Quiero tratar de precisar algunas otras cosas, solamente para los efectos de que nuestro silencio no implique la aceptación de ciertas opiniones a mi juicio erróneas.

Quiero rectificar -o por lo menos dar una opinión distinta- lo dicho por la Diputada Matthei y por el Diputado Longueira, respecto del sentido de la propuesta del Gobierno. No venía ninguna sugerencia de aumentar la carga tributaria del país, salvo que las cosas hayan cambiado tanto que los aranceles no sean un impuesto.

Nosotros hemos propuesto modificar hacia abajo la carga tributaria del país, es decir, disminuirla por la vía de reducir un impuesto en el arancel aduanero y compensarlo parcialmente con otros. Técnicamente, la proposición original del Ejecutivo consistía en una modificación de la carga tributaria, reduciéndola. No pretendía incrementar los impuestos en el país. Lo que hemos propuesto y aprobado es el reemplazo de impuestos aduaneros por impuestos a créditos externos y a combustibles.

En segundo lugar, propusimos que la reducción de impuestos aduaneros no se compensara plena y absolutamente con el incremento de los impuestos a los combustibles y de timbres y estampillas, porque tomamos en consideración una variable distinta, que es el encaje acordado por el Banco Central.

Al aprobar el Instituto emisor un 20 por ciento de encaje a los créditos externos de corto plazo, retiene cierta cantidad de dólares, lo que desde el punto de vista del equilibrio macroeconómico es equivalente porque retiene una cantidad de dólares de la demanda agregada.

Por lo tanto, hemos propuesto un paquete de medidas originalmente equilibrado, desde el punto de vista macroeconómico, porque toda la rebaja aduanera es compensada con impuestos específicos o con encajes del Banco Central. Si bien está equilibrado macroeconómicamente, desde el punto de vista de la demanda agregada del país, no lo era así desde la perspectiva fiscal, porque implicaba una reducción de los impuestos fiscales y una mayor ganancia del Banco Central.

En el Senado de la República no hubo acuerdo pleno para todo el impuesto compensatorio a los combustibles que estábamos proponiendo, sino que, como aquí se ha señalado, en lugar de aprobarse un alza del 50 por ciento de dicho impuesto, se ha aceptado el 40 por ciento por dos años, y el 35 por ciento desde 1993 en adelante.

Esto significa que, según nuestros cálculos, habrá un desbalance macroeconómico en este conjunto de medidas, equivalente a casi 20 millones de dólares en un año completo.

Este desbalance, que es posible absorberlo por la economía, dada la magnitud de los otros recursos en juego, significa una restricción para dar cumplimiento a determinados programas sociales del Gobierno. Y esta pérdida, motivada por no haberse aprobado en su plenitud el programa económico que estábamos planteando, implica que tendremos 20 millones de dólares menos de los recursos con que hubiéramos deseado contar para poder dar cumplimiento a las demandas sociales, que son muy importantes en la economía.

Sin embargo, aunque es conveniente la aprobación legislativa -aunque sea por un voto- de las medidas propuestas, sigue siendo muy importante lo que dije en primer lugar; esto es, que la política económica que sigue el país y el conjunto de orientaciones y medidas que estamos proponiendo refleje -siempre que sea posible- el más amplio consenso, porque eso nos da seguridad, fortaleza y consolida los caminos de la economía.

Por ello hemos preferido optar por una solución menos buena, desde nuestro punto de vista -o tal vez más buena, mirado desde un punto de vista distinto del nuestro-, pero que permita, al menos, conseguir el objetivo fundamental: que el país de una señal clara de que está siendo bien gobernado, con sentido preciso y que existe, un amplio respaldo interno en la política económica que se está aplicando. Esto tiene un valor político, económico y social, que nosotros destacamos.

Respecto de otros temas específicos que se han mencionado, quiero ser muy preciso al señalar que hemos reiterado al país, a través de la comunicación de los Ministros, que el precio de la gasolina no subirá en el próximo futuro, en términos reales, por efectos de esta iniciativa. Es evidente que no podemos asumir un compromiso en caso de que el día de mañana, por ejemplo, se duplique el precio del petróleo en el mercado internacional. Hemos indicado que no subirá el precio de la gasolina por efectos de esta ley. Es decir, si la disposición impositiva o el impuesto que se está sugiriendo produjera como efecto un incremento de precio real en dólares del combustible que se vende en el país, eso será compensado transitoriamente -mientras sea necesario- con el Fondo de Estabilización del Petróleo.

Con esto queremos decir que el impuesto que se está creando no será trasladado a público en un aumento del valor real de la gasolina. Esto es exactamente lo que hemos acordado, porque no podríamos haberlo hecho fijando por ley, en forma definitiva, un precio, independientemente de lo que ocurra en el Medio Oriente o en los mercados mundiales del petróleo en un futuro próximo.

Esta información no la doy a conocer a los colegas, porque ellos tienen muy claro el sentido del acuerdo, sino a la opinión pública.

En tercer lugar, me parece inadecuado que a partir de este tipo de discusiones legislativas les cuelguen -por así decir- temas completamente ajenos o distintos a él. Sin embargo, al pedimos aclaraciones sobre otras materias, hemos estimado conveniente proporcionarlas abordando temas que, al igual que el Gobierno, como parlamentarios de la Concertación también los respaldamos.

Por ejemplo, se ha mencionado como un tema relevante el de la Zona Franca. Al respecto, puedo informar que de ninguna manera el proyecto de rebaja de aranceles tenía como objetivo reducir la existencia de zonas francas en el país. Esto no se propuso, ni era idea del Gobierno ni tampoco nuestro objetivo que la rebaja de aranceles redundara en la eliminación de las zonas francas actualmente existentes. Por tanto, existía el ánimo y la disposición de mantener, al menos, las ventajas que tienen los lugares de zona franca, e incluso incrementarlas, ante los cambios que se han producido con países vecinos.

Sí nos parecía, y es nuestra opinión, que era mejor incorporar este elemento en el proyecto de ley de Corfo que trata el tema de la Zona Franca, y que se encuentra en segundo trámite en el Senado. Se ha optado por presentar una indicación cuya admisibilidad discutiremos posteriormente. Pero, desde el punto de vista del contenido, quería ratificar nuestra opinión al respecto.

Lo mismo sucede con el compromiso que hemos dado a conocer con mucha claridad, en el sentido de que, al postergarse las contribuciones,...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Terminó su primer tiempo, señor Diputado.

El señor ESTEVEZ.-

...la totalidad de lo que la gente pagará será destinado, finalmente, al financiamiento municipal. Esto es el 30 por ciento del impuesto adicional para las municipalidades y, tal como lo aclaramos en su oportunidad, hoy ratificamos que estará destinado a gastos municipales.

Por último, la necesidad de tener un tipo de cambio real alto nos ha movido a presentar este paquete de medidas económicas. El objetivo central de las medidas de encaje de los créditos externos a corto plazo y del impuesto de timbres y estampillas a tales créditos -lo hemos dicho reiteradamente-, es defender el tipo de cambio. Además, en el caso del impuesto, se busca compensar el equilibrio macroeconómico, y tiene la gran virtud de que se cumplen dos objetivos a la vez.

Las medidas de encaje y del impuesto de timbres y estampillas están orientadas a reducir los créditos de corto plazo, porque, en nuestro diagnóstico, ellos están presionando a que baje el tipo de cambio. También se rebajan los aranceles, porque entendemos que hay una segunda presión a la baja del tipo de cambio, esta vez estructural, relativa ja la solidez exportadora del país. Tanto esta medida como la anterior tienen por objeto evadir la valoración de nuestra moneda en el mercado con medidas económicas que permitan mantener un tipo de cambio real, alto, para favorecer el desarrollo exportador y competitivo del país.

Ese es el sentido original del paquete. Naturalmente, hoy ratificamos, una vez más, que ése es nuestro propósito en relación con la política económica.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra la Diputada señora Matthei.

La señora MATTHEI.-

Señor Presidente, nuevamente haré uso de la palabra. Entendí que solamente nos íbamos a referir al artículo 2°, y por ello interrumpí lo que estaba diciendo. Sin embargo, como la discusión ha ido por otro lado, retomo la palabra.

En primer lugar, estoy de acuerdo con el 80 por ciento de lo recién dicho por el Diputado Estévez. Me alegro de que haya habido aquí una intervención técnica para explicar cuáles son los alcances del proyecto de ley en discusión, en forma seria y ordenada.

Concuerdo con él en el sentido de que no estamos aquí para sacar pequeñas ventajas políticas, de si fui yo, ustedes, o los demás los que obtuvieron ciertos logros. Somos Diputados de la República y nuestro compromiso con el país es legislar bien. Creo que hoy día todos estamos contribuyendo a eso.

En segundo lugar, concuerdo también con el señor Diputado, en cuanto a que aquí no hay absolutamente ningún aumento de impuestos. Es importante que esto se entienda bien, porque no se puede hacer demagogia con este tipo de medidas.

Si se observa cuáles son las medidas que alteran la recaudación fiscal, ya sea aumentándola o disminuyéndola, se podrá advertir que son tres de ellas, en lo que se refiere a impuestos. Por un lado, la rebaja de aranceles disminuye la recaudación en 200 millones de dólares. Los aranceles son impuestos; el que no lo entienda así, no sabe de economía.

En seguida, se aumenta en 80 millones de dólares la recaudación fiscal por la vía de un impuesto a la gasolina, y en 50 millones de dólares más por concepto del impuesto de timbres y estampillas, el cual se aplicaba anteriormente a los créditos internos y ahora también se empieza a emplear sobre los créditos externos, excluyendo, naturalmente, a los exportadores.

Los invito a sumar y a restar. Si se restan 200 millones de dólares y suman 80 y 50, se obtiene un resultado negativo de 70 millones de dólares. Por lo tanto, no veo dónde se están aumentando los impuestos.

En cuanto al equilibrio macroeconómico que incluye el equilibrio fiscal y otras materias, empiezo a discrepar del Diputado Estévez. Tenemos diferencias en nuestra apreciación.

En primer lugar, el encaje del 20 por ciento encarece todos los créditos del país, los externos y no solamente los de corto plazo.

En segundo lugar, el futuro de una economía como la chilena, es decir, una economía pequeña que ha vaciado su estrategia de desarrollo en la apertura hacia el comercio exterior, depende y está ligado tanto a la apertura de la cuenta corriente -el intercambio de bienes, básicamente- como a la apertura de la cuenta de capitales, lo cual significa el intercambio de créditos financieros de dineros. En efecto, la apertura de la cuenta de capitales permite la libre entrada y salida de capitales que buscan en qué países se dan las mejores oportunidades, y es esta apertura la que ha permitido inversiones extranjeras importantes en nuestro país, las cuales eran absolutamente indispensables.

Es cierto que el encaje del 20 por ciento afecta particularmente, y en forma mucho más profunda, a los créditos de corto plazo, pero también perjudica a los créditos de más de un año. En este punto, quiero hacer una crítica muy severa al Banco Central. El encaje del 20 por ciento demuestra para mí una incapacidad para lidiar con los problemas que traen las economías abiertas. En lugar de buscar fórmulas que realmente solucionen esos problemas, manteniendo la apertura de la cuenta de capitales y de nuestro país al comercio internacional, lo que se ha hecho es tomar la medida más fácil: cerrar.

Hemos venido diciendo, desde hace mucho tiempo, que es conveniente abrir aún más la cuenta de capitales, para permitir la inversión, en el extranjero, de los bancos y de las AFP, lo que aquí hemos postergado. En todo caso, ese es un problema del Banco Central y no de los parlamentarios. Sí, quiero dejar en claro que seguiremos criticando públicamente esta actitud del Banco Central, la que, además, se ha visto empañada por el hecho de que se den conferencias de prensa en conjunto con los señores Ministros de Hacienda y de Economía. ¿Dónde está la independencia del Banco Central? Todo lo que signifique coordinación del Banco Central con el Ejecutivo es bienvenido; pero aquí estamos en una relación que no es solamente de coordinación, sino de subordinación.

En cuanto a las zonas francas, estamos de acuerdo en que tenían un arancel del 9 por ciento, el cual, comparado con el arancel promedio del país, del 15 por ciento, les daba ciertas ventajas en la medida en que baja del 15 al 11 por ciento. Obviamente, al tener un arancel de 9 por ciento, deja de ser atractivo; más aún cuando en países limítrofes se instalan otras zonas francas con arancel cero. Por lo tanto, no me importa demasiado cómo se traducirá la facultad, pero ésta tiene que existir y preocuparse de las zonas francas de las regiones Primera, Duodécima, y también de la existente en la Isla de Pascua. Tenemos que buscar la manera de mantener esos polos de desarrollo.

Respecto de la coherencia de nuestra votación con la de ayer, quiero ser sumamente clara. Si observamos, por ejemplo, cuál fue la actitud de algunos partidos de la Concertación durante la tramitación de las Leyes Cumplido, podemos ver que hubo cambios continuos. Y eso es parte de todo lo que significa la labor legislativa cuando uno negocia y trata de mejorar los proyectos. En consecuencia, señalar una supuesta falta de coherencia es una tontera, por decir lo menos. Quiere decir que uno tendría que ser como los burros, votar siempre igual, sin dar lugar al perfeccionamiento.

En todo caso, deseo manifestar que aquí no ha habido falta de coherencia. Si la hubiere -entiendo que puede haberla-, es lícita y parte de nuestra labor legislativa; pero no la ha habido. Es una acusación falsa.

Nosotros nos abstuvimos ayer en la votación en general, justamente porque vimos que el paquete de medidas no nos satisfacía y debía ser materia de negociación. Nos hubiese encantado que esa negociación se hubiese podido llevar a efecto en la Cámara; desgraciadamente, no fue posible, como tampoco fue factible en el pasado. Nos abstuvimos en la mayoría de los artículos, sencillamente porque creíamos que no era coherente el paquete.

Por lo tanto, cuando hay aquí un partido que dice no compartir los equilibrios macroeconómicos, ahí sí que veo falta de coherencia, porque justamente ese partido votó ayer a favor del proyecto, en general.

Eso era lo último que quería decir. Renovación Nacional ha mantenido la coherencia. Desde un principio dijimos que no estábamos de acuerdo con el conjunto de medidas y que lo íbamos a tratar de mejorar. Se ha logrado perfeccionar en el Senado, con el aporte generoso de parte de todos, y hoy en día Renovación Nacional va a votar a favor porque estamos convencidos de que el conjunto de medidas que se ha logrado no perjudica en nada a los consumidores, rebaja los impuestos y permite avanzar en la apertura de nuestra economía y, por lo tanto, en el desarrollo futuro de nuestro país.

He dicho.

Aplausos en la Sala.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Cerda.

El señor CERDA.-

Señor Presidente, más allá de las diferentes interpretaciones, estimo que lo fundamental para el país, al ser aprobado este proyecto del Ejecutivo, es que se está aplicando una política de Estado, más allá de las diferentes posiciones políticas.

El país entenderá que el Parlamento ha aprobado un paquete coherente de medidas que permitirán profundizar su vía de apertura al comercio exterior, defender especialmente a los consumidores chilenos, rebajar los aranceles y mejorar la situación de la industria exportadora. Por lo tanto, debo destacar el apoyo prácticamente unánime a este proyecto, con una pequeña disminución del impuesto a la gasolina, que ha sido compensado con la posibilidad de utilizar recursos del Fondo Estabilizador del Petróleo, con lo cual no se produce desequilibrio en las cuentas fiscales.

Por eso, al aprobarlo, para el Gobierno hay una claridad absoluta en lo que significa el equilibrio macroeconómico. Y esto permitirá que el ingreso real de los trabajadores se incremente en la misma medida en que podamos disminuir la inflación.

Lo que me extraña en esta discusión es la actitud de la UDI que ayer, tanto en la Cámara como en el Senado, aprobó la rebaja a los aranceles, pero que ahora se niega a aceptar cualquier impuesto que signifique compensar la pérdida de ingresos para el Estado. Si se aprobara únicamente la rebaja de ingresos, que no sólo es por el caso de los aranceles, sino para beneficiar nuestra política, en general, sólo quedan dos posibilidades.

Una, romper el equilibrio macroeconómico. Esto, ni el Gobierno ni nosotros lo aceptamos, porque significa acelerar la inflación y, por lo tanto, ir en perjuicio de los sectores más postergados de nuestro país.

Dos, para compensar la disminución de los ingresos, habría que disminuir el gasto social en educación, en salud o en vivienda. Creo que todos los sectores de este Parlamento no sólo desean que no se reduzca, sino que, en lo posible, cada día sea mayor.

Por ese motivo, nos alegramos por las soluciones encontradas para este proyecto. Pienso, sinceramente, que los diferentes sectores comprenderán que estas medidas van en beneficio de Chile y de los chilenos, y no de un grupo político de Gobierno o de Oposición.

Escuché las críticas de la Diputada señora Matthei, tanto respecto del encaje del 20 por ciento, que encarece los créditos, como al Banco Central. Concuerdo con ella en lo relacionado con la entidad emisora -que es autónoma- porque debiera haber tomado medidas de ese tipo, hace tres o cuatro meses, cuando el Banco se vio obligado a comprar dólares para que no bajara del 5 por ciento. Para evitar una emisión, tuvo que ir colocando cada vez mayor cantidad de papeles en el mercado, los que, como en el último tiempo ya eran insuficientes para lograr su objetivo, provocaron una aceleración de la inflación.

Con las medidas de este proyecto, se llegará a un IPC no superior al 18 por ciento, que es la meta que el Gobierno se fijó.

Por esas razones, también, debo aclarar que el impuesto que se establece para los créditos de corto plazo, en este momento es una decisión adecuada. Lo que se quiere es quemar estas divisas, que entran generalmente, con carácter especulativo, lo más rápidamente posible. Pero éste no es un encaje permanente. Es una medida absolutamente flexible.

Cuando los bancos y el sistema financiero chilenos intervengan en el comercio exterior -según lo dispuesto por el Banco Central- para financiar operaciones de esta naturaleza de terceros países dentro de la Aladi, ello significará que Chile inicia, con gran fuerza, una apertura de capitales, la que se incrementará en el futuro y constituirá la solución al problema más que imponer estos encajes, que ahora era necesario implantar, en forma drástica, para impedir que, una inmensa cantidad de dólares continuara llegando al país, esencialmente, repito, con carácter especulativo. Esta medida, permitirá a los bancos participar en el financiamiento del comercio exterior, dentro de los países de la Aladi, y denotará que Chile no sólo tendrá un incremento en esta apertura de capitales, sino que, también, venderemos servicios, que, en nuestro caso, están mucho más desarrollados que en otros países.

Por eso, me parece oportuna la iniciativa del Gobierno y, en cuanto al encaje, una regla transitoria. En todo caso, quiero dejar constancia, que el señor Ministro de Hacienda especificó que la modificación del impuesto de timbres y estampillas, no afectará las operaciones de los exportadores chilenos.

Por último, en relación con el ampliamente debatido tema de la zona franca, debo señalar que en la Comisión de Economía nos ha tocado trabajar intensamente en proyectos sobre esta materia. Es indudable que las zonas francas no pueden quedar con un diferencial de sólo dos puntos. Esta situación tiene que mejorarse. Pero la indicación sobre este punto, que más tarde tendrá que resolver la Cámara, la considero inadmisible por inconstitucional, porque es una facultad que no la ha solicitado el Presidente de la República, quien, sin duda, presentará una indicación de este tipo en la Comisión Mixta, si ella se formara. Debemos tener flexibilidad, pero dentro de las cosas posibles; no plantear ni aprobar en el Congreso iniciativas que el día de mañana permitan crear puertos libres, porque eso sería lisa y llanamente, el derrumbe de las zonas francas. En este aspecto, seguimos insistiendo, aunque ésta es materia de otro proyecto, en la inconveniencia de la privatización -como es el caso de ZOFRI- porque ello implica privatizar privilegios que se otorgan a distintas zonas.

Por eso, a la espera del debate que origine la indicación referida a dicha facultad -estoy seguro que si va a la Comisión Mixta se solucionará en la mejor forma con el concurso de todas las bancadas-, reitero nuestra satisfacción por la aprobación de un proyecto que cuenta con el apoyo de la inmensa mayoría de los chilenos, y en el caso de la rebaja de los aranceles, con la unanimidad de todos los sectores políticos. Ello nos permitirá seguir avanzando para consolidar una economía que, cada día en forma creciente, logre un desarrollo económico eficaz que, al mismo tiempo, sea equitativo para todos los sectores del país, especialmente para los más postergados.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.-

Señor Presidente, en esta oportunidad quiero referirme a algunas opiniones anteriores.

No necesito explicar la votación de nuestro Partido, pues tanto la Cámara como el Senado, la conocen y saben que ha sido invariable en toda la tramitación del proyecto. No obstante, quiero precisar -tal como lo señalé ayer-, que la votación general de un proyecto misceláneo como éste no tiene mucho sentido. Fundamenté con bastantes razones porqué lo hacíamos de esa manera, señalando también en esa ocasión que aprobaríamos toda disminución de impuestos -como los aranceles-, y rechazaríamos todo aumento de ellos, como el de timbres y estampillas y, por cierto, el de la bencina.

Hay que aclarar el punto. Es muy difícil explicarle a un taxista, por ejemplo, que no hay alza de impuestos, en circunstancias de que él ve que subirá la bencina. Por lo tanto, no hay que confundir; aquí se baja un impuesto -los aranceles- y se suben dos: el de timbres y estampillas y el de la gasolina. Tal como lo propone el Ejecutivo, es evidente que, desde el punto de vista fiscal, esto es neutro.

Ahora, me sorprende que ayer gran parte de la argumentación se refiera a que esto era neutro fiscalmente y viene propuesta una disminución; sin embargo, las autoridades económicas no han señalado qué programa social se disminuirá.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor LONGUEIRA.-

El Diputado don Andrés Palma me lo explicará después.

Aquí se arma gran escándalo cuando se sugiere disminuir impuestos. Sucede que se aprobará que el aumento no sea del 50, sino del 40 por ciento, y no tengo conocimiento de los programas sociales -el de los jubilados, como se decía ayer, u otros- que se dejarán de realizar.

Por lo tanto, hay que terminar con la argumentación de que cada vez que se propone disminuir impuestos, se hace a costa del programa social. Evidentemente ello no es así.

En la Comisión de Hacienda, tal como en la discusión de la Ley de Presupuestos, expresé que había una subestimación de los ingresos propuestos por el Ejecutivo para este año. En esa Comisión, el Director de Presupuestos señaló que, efectivamente, hay una proyección de mayores ingresos contemplados en la Ley de Presupuestos, de 80 mil millones de pesos más -que equivalen, más o menos, a 200 millones de dólares-, que ingresan este año al Presupuesto y que no estaban considerados. Tal como lo manifesté antes, esto le significa al Fisco un punto de crecimiento del Producto Geográfico Bruto. En carga tributaria, es un 30 por ciento y representa aproximadamente 80 millones de dólares.

Por lo tanto, es efectivo que se ha propuesto un paquete neutro en materia fiscal; pero no aceptamos -como lo dije ayer- que el único mecanismo para financiar reducciones o caídas en la recaudación fiscal sea subir impuestos. Es obvio que en este proyecto de ley se suben dos impuestos y, también, que se está dilatando otro -que cuenta con mayor consenso porque va a las municipalidades-, que es el reavalúo de los bienes raíces no agrícolas.

Esta caída de recaudación se puede suplir con la venta de empresas estatales que el Gobierno decidió no privatizar. Por lo tanto, una vía para compensarla es, a modo de ejemplo, la privatización.

El Gobierno optó, reitero, por un concepto de privatización que no compartimos. Por lo tanto, es muy importante precisar.

El señor SOTA.-

Ese es otro debate.

El señor LONGUEIRA.-

Es otro debate; lo mencioné a modo de ejemplo.

El señor PALMA (don Andrés).-

¿Me concede una interrupción?

El señor LONGUEIRA.-

Sólo se la otorgo para que me explique cuáles son los programas sociales que se dejan de hacer con esta disminución.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Andrés Palma.

El señor PALMA (don Andrés).-

Señor Presidente, la modificación propuesta por el Senado al programa tributario no implicará este año reducir ningún gasto, por la sencilla razón de que el Gobierno se había comprometido en esta Cámara, antes de enviar los proyectos, a mantener constante el precio de la gasolina. Para ello, parte de lo que se está recaudando -y, efectivamente, como lo ha dicho el Diputado Longueira, hay mayores ingresos, pero también es cierto que hay programas de mayor gasto público- se destinará a subvencionar el precio de la gasolina.

La modificación del Senado significa menores ingresos, porque la tasa tributaria es menor; pero, al mismo tiempo, se podrá utilizar el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo, para subvencionar el precio de la gasolina.

Por lo tanto, habrá menos ingresos, pero también menores gastos. Por ese efecto, no será necesario reducir ningún tipo de gasto social.

Agradezco la interrupción al Diputado Longueira, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Hago presente a la Sala que a las 14:30 termina la discusión y que sólo falta que intervenga el Comité Radical.

Puede continuar el Diputado señor Longueira.

Restan 4 minutos de su tiempo.

El señor LONGUEIRA.-

Señor Presidente, quiero precisar para que no nos confundamos.

El artículo 1° de la ley que creó el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo dispone: "Créase el Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo... los con el objeto de atenuar las variaciones de los precios de venta internos de los combustibles derivados del petróleo, motivadas por fluctuaciones de sus cotizaciones internacionales.".

Es decir, el Fisco sacará recursos de este Fondo, que los chilenos ya han estado enterando.

Aquí se criticó que el Gobierno pasado hiciera uso del Fondo de Estabilización de Precios del Petróleo. Sin embargo, no han transcurrido ni tres meses desde que aprobamos la creación de dicho Fondo -que tiene recursos suficientes para traspasarlos- y ya le echamos mano para fines que no son los contemplados específicamente en la norma legal.

No nos confundamos. Hoy se les está afectando a todos los que compran combustibles, con un impuesto, que es el que se propone en este proyecto.

Está claro lo que se ha hecho.

Se habla del cambio sustancial del proyecto de ley que la Cámara envió al Senado. No es así. No nos equivoquemos. De las modificaciones del Senado, tres son formales.

Al artículo 2° se le introdujo un cambio de redacción, y quedó peor.

En cuanto al impuesto a la bencina, se sube un 40 y no un 50 por ciento.

Se corrige un error de fecha en el artículo sobre reavalúo de los bienes raíces no agrícolas. Se propone lo relacionado con la zona franca, que efectivamente es algo obvio; de lo contrario, se acaba la zona franca.

Por lo tanto, no hay cambio sustancial. Estamos citados para aprobar modificaciones formales del proyecto de ley. Pero para todo el mundo es claro que en esta iniciativa hay dos puntos diferentes: uno, la reducción de aranceles, disminución de impuestos que la UDI aplaude y votará favorablemente, como ya lo ha hecho, tanto aquí como en el Senado; el otro, el aumento de impuestos. En general, modifica tres tipos de impuestos distintos, independientemente de que esto sea neutro desde el punto de vista fiscal. Se aumentan dos, y la UDI, al igual como lo hizo en la reforma tributaria, votará en contra.

Concedo una interrupción...

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Ha terminado el tiempo.

Le corresponde hacer uso de la palabra al Comité Radical, para concluir el Orden del Día.

El señor DEVAUD.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor DEVAUD.-

Señor Presidente, sólo para anunciar nuestro voto favorable a las modificaciones y expresar que no haremos comentarios respecto del acuerdo político logrado en el Senado.

Es todo.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación la modificación del Senado al artículo 2°.

Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad.

El señor FANTUZZI.-

Con mi voto en contra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobada con un voto en contra.

En votación la modificación del Senado al artículo 6°, sobre cifras relativas a la bencina.

Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 64 votos; por la negativa, 12 votos. Hubo 2 abstenciones.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Aprobada la modificación del Senado al artículo 6°.

Como consecuencia de lo anterior y con la misma votación, debieran ser aprobados el nuevo número 4 y los artículos transitorios 1° y 2°.

Si le parece a la Sala, se aprobarán.

Aprobados.

En votación la primera modificación al artículo 7°, que es una precisión que introduce el Senado.

Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad.

Aprobada.

En votación la modificación del Senado al artículo 9°.

Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad.

Aprobada.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Respecto del artículo 10°, nuevo, la Mesa tiene las siguientes consideraciones para declararlo inadmisible.

En primer lugar, el artículo tuvo origen en una indicación discutible en cuanto tenga que ver con las ideas matrices del proyecto, las cuales quedaron fijadas en el primer informe de la Comisión de Hacienda de la Cámara y son las siguientes:

"1.- Rebajar la tasa general de aranceles a las importaciones de 15 a 11 por ciento.

"2.- Hacer extensivo el impuesto de timbres y estampillas a los créditos externos.

"3.- Elevar el impuesto específico a las gasolinas automotrices, y

"4.- Aprobar disposiciones complementarias de la reducción de los derechos aduaneros.".

En verdad, resulta difícil pensar que la situación específica de la Zofri o la posibilidad de reducir o suprimir impuestos en las regiones Primera y Duodécima, tengan que ver con la rebaja de las tasas generales de aranceles; parece que tampoco tiene que ver con disposiciones complementarias. Pero esto es una duda.

La segunda razón es que los señores Senadores tuvieron la iniciativa, en circunstancias de que es una materia, obviamente, privativa del Presidente de la República, en cuanto tiene la iniciativa exclusiva en el área económica.

En la anterior democracia, incluso, se permitía que el Congreso Nacional delegara las facultades, aun cuando esto ni siquiera estaba contemplado en la Constitución. Pero, según la actual, parece un subterfugio delegar en el Presidente facultades sobre materias que son exclusivas de su ámbito. Se podrá argumentar que el Presidente si quiere las usa o no; pero, entonces, hay una especie de presión política o moral para que el Presidente las use, porque para eso se le entregan. En todo caso, sobre materias económicas, el Presidente tiene iniciativa exclusiva.

En tercer lugar, para que proceda la delegación de facultades, el Presidente tiene que solicitarla, cosa que, en esta materia, no ha hecho. El Presidente no ha solicitado expresamente al Congreso delegación de facultades sobre esta materia.

Por tanto, se declara inadmisible el artículo 10°.

El señor SCHAULSOHN.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Schaulsohn.

El señor SCHAULSOHN.-

Señor Presidente, concuerdo con la resolución de la Mesa de declarar inadmisible el artículo 10°.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor SCHAULSOHN.-

Además, deseo formular una cuestión de orden reglamentario, para tranquilidad de los señores Diputados que parecen molestos porque estoy haciendo uso de la palabra.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor SCHAULSOHN.-

Señor Presidente, continúo con su venia.

Es evidente que esta indicación de origen parlamentario es inconstitucional, por las razones que la Mesa ha dado. La principal de ellas: el texto expreso del artículo 61 de la Constitución. Las facultades delegadas sólo las puede pedir el Presidente de la República. Y aquí hubo un cambio fundamental con relación a la Constitución de 1925, de manera que no hay ninguna duda.

Pero quiero plantear lo que pasa ahora.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¿Me permite, señor Diputado?

Sobre esta materia, procederé a decir lo que pasa. Si usted tiene alguna objeción, la manifiesta después.

El señor SCHAULSOHN.-

Es que tengo un asunto reglamentario, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Claro, pero no hemos llegado al punto.

Ya se declaró inadmisible. Ahora, se consulta si alguien cuestiona esta declaración. Después la Mesa dirá lo que sigue.

Si usted tiene alguna duda o algún cuestionamiento, lo hace presente en esa oportunidad.

El señor SCHAULSOHN.-

Me parece razonable. Está bien.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Consulto: ¿alguien cuestiona la declaración de inadmisibilidad de la Mesa?

Nadie.

A juicio de la Mesa, corresponde formar una Comisión Mixta, conforme al artículo 68 de la Constitución, que dice en su inciso segundo: "Si las adiciones o enmiendas fueron reprobadas, se formará una Comisión Mixta...".

El verbo "reprobar" se puede entender de dos maneras. Una, en su sentido estricto y literal. Pero, sin duda, se estaría torciendo el espíritu del constituyente, porque la verdad es que declarar "inadmisible" es lo mismo que "reprobar".

En el Diccionario de la Real Academia, "inadmisible" -como es obvio- es lo contrario de "admisible". "Admisible" es lo mismo que "aceptar". La "admisión" es justamente lo contrario de declarar "inadmisible". Ahora, "reprobar" es lo mismo que "desechar". "Reprobar" está usado en el artículo 68, y "desechar" en el artículo anterior. Resulta que "desechar", según el Diccionario de la Real Academia, es lo mismo que "no admitir". Y como "desechar" es lo mismo que "no admitir", y "admitir", entonces, es lo contrario de declarar "inadmisible", e "inadmisible" es lo mismo que "reprobar", corresponde formar una Comisión Mixta.

Aplausos en la Sala.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Por lo tanto, pido a la Sala que indique los parlamentarios que formarían la Comisión Mixta.

El señor SCHAULSOHN.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Schaulsohn.

El señor SCHAULSOHN.-

Señor Presidente, su argumentación nos ha dejado gratamente sorprendidos a todos. Pero quiero hacerle una pequeña reflexión al respecto.

La palabra "desechar" la usa el artículo 67, que se refiere a la situación en que la Cámara revisora desecha la totalidad de un proyecto. En cambio, la palabra "reprobar" la utiliza el artículo 68, que se refiere al caso en cuestión, cuando la Cámara revisora reprueba alguna de las indicaciones formulada por la Cámara de origen.

De manera que la analogía que Su Señoría ha hecho entre las palabras "desechar" y "reprobar", para los efectos de dar lugar a la Comisión Mixta, bien podría sostenerse que no corresponde en este caso, por cuanto no estamos "desechando", sino "reprobando" una indicación.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

¿Me permite? El Diccionario dice "desechar" es lo mismo que "reprobar"; son sinónimos.

El señor SCHAULSOHN.-

Está bien.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Desechar es lo mismo que no admitir.

El señor SCHAULSOHN.-

Podría plantearse el siguiente problema. Nosotros estamos declarando inadmisible una indicación; al declararla inadmisible, ni siquiera la discutimos. Para desechar o reprobar, primero hay que discutir, y aquí no estamos discutiendo nada. Tanto es así, que la Constitución mandata al Presidente para no dar siquiera cuenta de las disposiciones contrarias a la Constitución.

Asumiendo que corresponde una Comisión Mixta -aun cuando dejó planteada la duda razonable de si la declaración de inadmisibilidad de una indicación da o no lugar a su formación, pienso que hay un vacío legal-, sólo quiero decir dos cosas.

Primero, es muy poco lo que la Comisión Mixta puede hacer en este caso, por cuanto, a mi juicio, el Presidente de la República no puede presentar indicaciones en las Comisiones Mixtas, las cuales se constituyen para resolver diferencias entre la Cámara de Diputados y el Senado, sobre la base de un texto preexistente que contiene las diferencias.

Si el Presidente de la República pudiera presentar indicaciones, la Comisión Mixta resolvería sobre cuestiones no conocidas previamente, ni por el Senado ni por la Cámara, respecto de las cuales, entonces, mal podría haberse planteado diferencias susceptibles de ser resueltas por ella.

En segundo lugar, como se trata de rebajar impuestos, sólo el Presidente de la República podría sanear esta indicación. La manera natural sería establecer en la ley la rebaja de impuestos que se propone en el artículo 10°, y no como delegación de facultades. Pero ésta no es una iniciativa parlamentaria; es sólo del Presidente de la República. Y en la medida en que el Presidente de la República no puede presentar indicaciones a la Comisión Mixta, a mí me parece que hay una situación insanable desde el punto de vista jurídico.

En consecuencia, lo único que puede hacer la Comisión Mixta es ponerse de acuerdo en desechar el artículo 10e, por inconstitucional, y dar curso al proyecto sin él por cuanto no hay manera alguna, en mi opinión, de subsanar el problema presentado a raíz de la indicación inconstitucional del Senado.

Hago esta precisión porque cuando tratemos el informe de la Comisión Mixta, probablemente se plantearán estas consideraciones, que los señores Diputados que la integrarán, por resolución de la Mesa, deben tener en cuenta.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En todo caso, sobre esta materia, hay muchas opiniones y se verán en el camino, en especial por los miembros de la Comisión Mixta.

Tiene la palabra el Diputado señor Bombal.

El señor BOMBAL.-

Señor Presidente, ¿procede que el Ejecutivo presente indicaciones en la Comisión Mixta?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Por ejemplo, en el caso del Estatuto Docente, el Presidente presentó indicaciones. Es algo discutible; yo no me atrevo a dar una opinión.

La tesis del Diputado señor Schaulsohn tiene sus razones; pero en la Cámara y en el Senado se ha operado con otra mecánica en las Comisiones Mixtas, donde han surgido redacciones distintas y muchas veces fruto de indicaciones del Ejecutivo.

El señor ESPINA Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, simplemente, con respecto a este último punto valdría la pena fijar un criterio, entre otras cosas, porque gran parte de las disposiciones transitorias de "las leyes Cumplido" tuvieron origen en indicaciones que el Ejecutivo presentó en la Comisión Mixta. Esto implicaría que adolecerían de nulidad absoluta y no tendrían vigencia. Igual cosa podría haber ocurrido en otros proyectos de ley.

Por lo tanto, es un punto que no resolveremos ahora, pero tiene efectos políticos importantes. Además, ya hay precedentes.

Este tema debe resolverse, porque no vaya a ocurrir que nos encontremos con vicios de nulidad en leyes tan importantes como las señaladas, que tendríamos que dejar sin efecto.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Esta es una materia que tendrán que ver los señores parlamentarios que integren la Comisión Mixta.

Tiene la palabra el Diputado señor Rojo.

El señor ROJO.-

Señor Presidente, estoy totalmente de acuerdo con la tesis del Diputado señor Schaulsohn. Aún más, la iniciativa que se originó en el Senado también es improcedente porque, de acuerdo con el artículo 61, inciso segundo, esta iniciativa sobre tributos sólo pudo tener su origen en la Cámara de Diputados y, en consecuencia, mal puede ahora llegar a la Comisión Mixta.

Esta materia debería reglamentarse en un proyecto separado.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Me informan que los miembros que integrarán la Comisión Mixta serán los Diputados señores Huepe, Estévez, Longueira, Devaud y Munizaga

Si le parece a la Sala, así se acordará.

Acordado.

Si le parece a la Sala, se suspenderá la sesión hasta las 15:45 horas, para discutir los proyectos de acuerdo y entrar a la hora de Incidentes.

El señor ESPINA.-

Señor Presidente, ¿podría autorizarse el funcionamiento de las Comisiones?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).- No, señor Diputado, salvo que la Sala lo autorice.

Tiene la palabra el Diputado Estévez.

El señor ESTEVEZ.-

Señor Presidente, una consulta para después proponer una solución. Si la Comisión Mixta pudiera reunirse en el día de hoy, sería prudente que, desde ya, se citara a la Sala para dar cumplimiento al requisito de las cuatro horas de anterioridad. Por acuerdo unánime, la citación podría llevarse a efecto antes de las cuatro horas, para que no tengamos que esperar hasta las ocho de la noche. Si fuera así, ¿no sería conveniente citar a una nueva sesión a las cuatro de la tarde?

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Para responder a la inquietud del Diputado señor Estévez, -que tiene razón- propongo que la Sala dé el acuerdo para citar a sesiones especiales, a partir de las 17 horas en adelante, en forma sucesiva, en espera de que termine su trabajo la Comisión Mixta.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Hay varias proposiciones.

Se podría citar a sesiones desde las 17 horas, para darle tiempo a la Comisión de Constitución, ya que asiste invitado el Ministro de Justicia.

Esta sesión se reanudará a las 16 horas, para votar los proyectos de acuerdo y dar lugar a la hora de Incidentes, y se autoriza a las Comisiones para sesionar simultáneamente con la Sala.

Si le parece a la Sala, así se acordará.

Acordado.

Si suspende la sesión hasta las 16 horas.

Se suspendió la sesión a las 14:48 y se reanudó a las 16.

El señor DUPRE (Vicepresidente).-

Continúa la sesión.

Se suspende por 5 minutos.

Se suspendió a las 16:03 horas y se reanudó a las 16:09.

3.2. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio Rechazo de Modificaciones. Fecha 20 de junio, 1991. Oficio en Sesión 11. Legislatura 322.

No existe constancia del Oficio de Ley por el cual se rechazan las modificaciones del proyecto, pasando a Trámite Comisión Mixta.

4. Trámite Comisión Mixta: Senado-Cámara de Diputados

4.1. Informe Comisión Mixta

Fecha 20 de junio, 1991. Informe Comisión Mixta en Sesión 11. Legislatura 322.

?INFORME DE LA COMISIÓN MIXTA RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY, EN QUE REBAJA LA TASA DE LOS ARANCELES A LAS IMPORTACIONES, INTRODUCE MODIFICACIONES A OTRAS NORMAS DE CARÁCTER TRIBUTARIO Y POSTERGA LA VIGENCIA DEL REAVALÚO DE BIENES RAÍCES NO AGRÍCOLAS.

BOLETÍN Nº 382-05.

Honorable Cámara de Diputados,

Honorable Senado:

La Comisión Mixta constituida al efecto tiene el honor de proponeros la forma y modo de resolver las diferencias surgidas durante la tramitación del proyecto de ley de la referencia.

Previa citación del señor Presidente del Senado la Comisión Mixta se constituyó el día de hoy, con la asistencia de los HH. Senadores señores Eduardo Freí Ruiz-Tagle, Jaime Gazmuri Mujica, Sergio Onofre Jarpa Reyes, Jorge Lavandero Illanes y Sergio Romero Pizarro, y de los Diputados señores Mario Devaud Ojeda, Claudio Huepe García, Jaime Estévez Valencia, Pablo Longueira Montes y Eugenio Munizaga Rodríguez. Asistieron, además, el H. Senador señor Máximo Pacheco Gómez y los Diputados señores Jorge Schaulson Brodsky y José Antonio Viera Gallo.

La Comisión Mixta eligió por unanimidad como Presidente al H. Senador señor Romero, y se abocó de inmediato al cumplimiento de su cometido.

Luego de debatir ampliamente la admisibilidad constitucional del artículo 10, nuevo, agregado por el H. Senado, que motivó la formación de la Comisión Mixta, al ser rechazado por la H. Cámara de Diputados, vuestra Comisión Mixta coincidió, unánimemente, en que la indicación que dio origen a dicho precepto requería el patrocinio de S.E. el Presidente de la República, el cual no se ha formulado.

En consecuencia, sin emitir pronunciamiento sobre el fondo, resolvió con el voto favorable de la totalidad de sus integrantes, proponeros acoger el planteamiento de la H. Cámara de Diputados, y por tanto, eliminar del proyecto de ley el artículo 10, nuevo, del Senado.

Acordado en sesión celebrada el día de hoy, con el voto unánime de los señores integrantes de la Comisión Mixta precedentemente mencionados.

Sala de la Comisión, a 20 de junio de 1991.

JOSE LUIS ALLIENDE LEIVA

Secretario Accidental

4.2. Discusión en Sala

Fecha 20 de junio, 1991. Diario de Sesión en Sesión 12. Legislatura 322. Discusión Informe Comisión Mixta. Se aprueba.

MODIFICACIONES ARANCELARIAS Y TRIBUTARIAS Y POSTERGACIÓN DE LA ENTRADA EN VIGENCIA DEL REAVALÚO DE LOS BIENES RAÍCES NO AGRÍCOLAS. INFORME DE COMISIÓN MIXTA.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Corresponde, tratar el informe de la Comisión Mixta recaído en el proyecto sobre modificaciones arancelarias y tributarias.

El señor Secretario le dará lectura. Es muy breve. En todo caso, después se distribuirá copia a todos los señores Diputados.

El señor LOYOLA (Secretario accidental).-

Dice así: "Honorable Cámara de Diputados, Honorable Senado:

"La Comisión Mixta, constituida al efecto, tiene el honor de proponeros la forma y modo de resolver las diferencias surgidas durante la tramitación del proyecto de ley de la referencia.

"Previa citación del señor Presidente del Senado, la Comisión Mixta se constituyó el día de hoy, con la asistencia de los Honorables Senadores señores Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Jaime Gazmuri Mujica, Sergio Onofre Jarpa Reyes, Jorge Lavandero Illanes y Sergio Romero Pizarro, y de los Diputados señores Mario Devaud Ojeda, Claudio Huepe García, Jaime Estévez Valencia, Pablo Longueira Montes y Eugenio Munizaga Rodríguez.

"Asistieron, además, el Honorable Senador señor Máximo Pacheco Gómez, y los Diputados señores Jorge Schaulsohn Brodsky y José Antonio Viera-Gallo.

"La Comisión Mixta eligió por unanimidad como Presidente al Honorable Senador Romero, y se abocó de inmediato al cumplimiento de su cometido.

Luego de debatir ampliamente la admisibilidad constitucional de} artículo 10, nuevo, agregado por el Honorable Senado, que motivó la formación de la Comisión Mixta al ser rechazado por la Honorable Cámara de Diputados, vuestra Comisión Mixta coincidió, unánimemente, en que la indicación que dio origen a dicho precepto requería el patrocinio de Su Excelencia el Presidente de la República, el cual no se ha formulado.

"En consecuencia, sin emitir pronunciamiento sobre el fondo, resolvió, con el voto favorable de la totalidad de sus integrantes, proponeros acoger el planteamiento de la Honorable Cámara de Diputados, y, por tanto, eliminar del proyecto de ley el artículo 10, nuevo, del Senado.

"Acordado en sesión celebrada el día de hoy, con el voto unánime de los señores integrantes de la Comisión Mixta precedentemente mencionados.".

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Sobre esta materia, ofrezco la palabra.

El señor HUEPE.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor HUEPE.-

Señor Presidente, primero una observación de forma que vale la pena no dejar pasar. Es la mención que el Senado hace cuando se refiere al Honorable Senador Pacheco y los Diputados tales o cuales. El trato debe ser similar. Además, estaba presente el Diputado Huenchumilla, que no está indicado allí. Creo que si se mencionan los parlamentarios que no eran miembros de la Comisión Mixta, debieran figurar todos. Eso fundamentalmente.

Cabe agregar que el tema quedó como iniciativa, para que fuese planteado en la Sala. Si bien en esta ocasión no se hizo específicamente, fue porque no llegó una indicación del Ejecutivo que patrocinara el artículo en cuestión. Pero, si hubiese llegado, tal como lo había planteado el señor Schaulsohn en la mañana, con la aquiescencia de bastantes sectores en la Cámara, lo más probable es que el criterio predominante habría sido que no correspondía tratarse por ser una materia nueva, a la Comisión Mixta sólo le compete dirimir conflictos entre una rama y otra del Congreso. Se recomendó que las Salas encargaran a las respectivas Comisiones de Constitución, Legislación y Justicia el estudiar este antecedente a futuro, sin perjuicio del precedente que nos señalaba en la mañana el Diputado señor Espina; porque es bueno clarificar de una vez por todas, si el Ejecutivo tiene o no atribuciones para introducir modificaciones o indicaciones cuando el proceso legislativo ha llegado a la Comisión Mixta.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En realidad, el informe se elaboró muy rápidamente. Hay pequeños errores formales. Yo también tengo segundo apellido y todos somos "Honorables" y el Diputado Huenchumilla existe. Pero, bueno; además tengo un cargo, en fin. La sustancia es lo importante.

Lo que sí habría que decidir en la Sala es si se acepta lo que ha dicho el Diputado señor Huepe, en orden a que las Comisiones de Constitución, Legislación y Justicia, tanto de la Cámara como del Senado, en nuestro caso, la de la Cámara, evacúe un informe sobre esa materia controvertida, que es cómo funcionan las Comisiones Mixtas y qué rol tiene el Ejecutivo en ellas, si es que tiene alguno.

El señor SCHAULSOHN.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Schaulsohn.

El señor SCHAULSOHN.-

Señor Presidente, considero que como este tema es tan relevante para el correcto desarrollo del proceso legislativo, y nos va a penar en tan reiteradas oportunidades, constituye una materia a la que debiéramos buscar la manera de elevar al Tribunal Constitucional, para que existiese un precedente legal definitivo y obligatorio sobre el punto. No estoy seguro de cuál sería la manera más expedita; pero es evidente que si hay un número de Diputados que cumple con el requisito de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, podríamos elevar la consulta.

Personalmente, me inclino por ese criterio, por la sencilla razón de que se trata de sentar un precedente definitivo y permanente, y éste es un aspecto clave no regulado en forma clara en el proceso legislativo. Es un hecho que en el tercer trámite no se admiten indicaciones, por ejemplo, y la Comisión Mixta es parte del tercer trámite.

Sería bueno que este asunto se resolviera, más que por las Comisiones de Constitución, Legislación y Justicia de las respectivas Cámaras, por el Tribunal Constitucional. Me atrevo a sugerir, que la Mesa haga las consultas y reúna un número de parlamentarios que formule una presentación al Tribunal y le pida un pronunciamiento sobre esta materia.

En subsidio, la sugerencia de la Comisión Mixta es también adecuada, pero me parece mejor que fuera el Tribunal Constitucional.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

El problema es que para que proceda tiene que haber una contienda, una controversia, que, en este caso, no la hay. Entonces, no estamos en condiciones de recurrir a ese expediente, salvo que hubiera una contienda en un proyecto de ley concreto.

Tiene la palabra el Diputado señor Huenchumilla.

El señor HUENCHUMILLA.-

Señor Presidente, sólo para hacer una precisión.

La Comisión Mixta aceptó el criterio de la Cámara de Diputados, pero sólo en función de que, de acuerdo con el artículo 61 de la Constitución Política, la petición de delegación de facultades le compete al Presidente de la República, no pudiendo el Congreso, por sí y ante sí, otorgarle facultades al Presidente que éste no ha solicitado. Por lo tanto, no es efectivo que se aceptara el criterio de la Cámara porque, si hubiera llegado el patrocinio -se dice en el informe- del Presidente de la República, se habría aceptado. Porque allí entramos a otro tema que, a mi entender también es muy discutible.

Primero, estoy de acuerdo con los argumentos dados por el Honorable señor Schaulsohn; pero aunque el Ejecutivo hubiera patrocinado el artículo 10 en los términos en que está redactado, tengo mis dudas si podríamos haber delegado facultades en el Presidente, porque el inciso segundo del artículo 61 dice que no es posible en aquellas materias que dicen relación con las garantías constitucionales. Y en ese artículo 10 se estaba legislando en relación con el orden público y el económico, entre los cuales tenemos la igualdad tributaria, la no discriminación en materia económica, el desarrollar cualquiera actividad lícita, el derecho de propiedad, etcétera. De tal manera que me parece que allí también tenemos otro punto susceptible de discusión.

Esa es la precisión que quería hacer, señor Presidente.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En todo caso, no es el momento de entrar al fondo del punto, sino de saber si vamos a encomendar o no a nuestra Comisión de Constitución, Legislación y Justicia el estudio de esta materia.

Tiene la palabra el Diputado Andrés Palma; luego, el Diputado Horvath.

El señor PALMA (don Andrés).-

Señor Presidente, sólo quiero ratificar que la consulta era muy precisa y respaldar la sugerencia de la Comisión Mixta, en orden a que la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara emitiera un pronunciamiento sobre esta materia.

He dicho.

El señor HORVATH.-

Señor Presidente, en tomo a este punto y yendo al fondo, sólo quiero consultar, por su intermedio, a algún miembro de la Comisión Mixta, si realmente se asumió por parte del Ejecutivo un compromiso para salvar la situación de desmedro en que quedan las zonas extremas.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado Estévez.

El señor ESTEVEZ.-

En la Comisión Mixta no correspondía tratar el tema y no fue discutido. Sin embargo, yendo al fondo del asunto, que interesa al señor Diputado, naturalmente existe esa preocupación y solamente lo que ha obstaculizado este despacho es una circunstancia de orden constitucional.

Para proceder en esta materia, es intención -puedo señalarlo- del señor Ministro de Hacienda, primero, de enviar con urgencia un proyecto al Parlamento para modificar el arancel actual de las zonas francas, equivalente al 9 por ciento, rebajándolo en proporción a la disminución general de aranceles que hubo en el país. Esto lo reduciría al 6.6 por ciento, en forma matemática, aunque puede ser menor. Eso puede ser de despacho fácil e inmediato y hacerse en forma muy rápida.

A continuación, y prácticamente en forma simultánea, vendría una segunda iniciativa legal, que ya tomaría el conjunto de los aspectos planteados, para su discusión en el Parlamento.

Existe el ánimo; sólo que se hará en dos proyectos de ley diferentes para no demorar el problema más serio que se nos ha creado ahora, cual es la situación de funcionamiento, dado que el diferencial se ha reducido estrechamente.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Munizaga.

El señor MUNIZAGA.-

Señor Presidente, era prácticamente para responder al Diputado Horvath, lo que ya ha hecho el Diputado Estévez.

En todo caso, me quedaría señalar que el Senador Jarpa informó en la Comisión Mixta que había conversado con el Ministro, quien habría dado amplias garantías de que, en el proyecto que se está tratando en el Senado, relativo a las zonas francas, estará el artículo pertinente que permitirá que el problema quede solucionado con una disminución de los aranceles.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra el Diputado señor Pérez, don Ramón.

El señor PEREZ (don Ramón).-

Señor Presidente, sobre lo planteado por el colega Munizaga, debo expresar que no me parece conveniente incluir a las zonas francas en el proyecto que está tratando el Senado, por cuanto esto tiene que ver con otro asunto: la privatización.

Pienso que -tal como lo señaló el colega Estévez- este tema debe ser objeto de otra iniciativa.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

En votación el informe de la Comisión Mixta.

Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad.

Aprobada.

En votación la proposición de que la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia evacúe un informe sobre el problema de cómo debe operar la Comisión Mixta y, en particular, si el Presidente de la República puede formular indicaciones.

Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad.

Aprobado.

El señor SOTOMAYOR.-

Pido la palabra.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor SOTOMAYOR.-

Señor Presidente, quiero saber si el acuerdo es para determinar si el Presidente de la República puede o no formular indicación a materias que debe conocer una Comisión Mixta, o para que se informe sobre cuál es el mecanismo que debe usar este tipo de Comisión.

Hablan varios señores Diputados a la vez.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Un informe sobre el poder o no poderles como el blanco y el negro. Lo uno implica lo otro.

El señor SOTOMAYOR.-

Informa lo que corresponde, no más.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Así es.

Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda.

El señor FOXLEY (Ministro de Hacienda).-

Señor Presidente, quiero expresar, en términos muy breves, pero también muy profundos, el reconocimiento del Gobierno por el tratamiento expedito y rápido dado a este proyecto de ley que reduce aranceles y modifica la composición tributaria, que -como se sabe- es parte de un paquete de medidas económicas. Me parece que ésta es la primera vez que un conjunto de medidas de este tipo es sometido a la aprobación del Congreso. El Parlamento, particularmente esta Cámara, le ha dado un respaldo ejemplar, en un plazo muy breve, lo cual es doblemente meritorio, porque sabemos el enorme recargo de proyectos que hay en este momento.

Deseo manifestar, muy especialmente, nuestro reconocimiento a los Diputados de los partidos de la Concertación que han apoyado y defendido este proyecto con mucha claridad y vigor, lo que demuestra que estamos trabajando juntos por un mismo futuro del país y compartiendo los mismos ideales y proyectos.

También, quiero agradecer a aquellos señores Diputados de la Oposición que nos acompañaron en esta iniciativa y destacar que el Congreso haya respondido al Gobierno, en un plazo tan breve, en un proyecto que, obviamente, tiene una repercusión muy grande en los agentes económicos y en la opinión pública.

Para el país, es un ejemplo de cómo está funcionando la democracia y cómo puede ser eficaz para resolver con prontitud los problemas de un país y su gente.

He dicho.

El señor VIERA-GALLO (Presidente).-

Muchas gracias, señor Ministro.

Hago presente a la Sala que, como ya se despachó la proposición de la Comisión Mixta recaída en el proyecto que rebaja aranceles y modifica otras normas de carácter tributario, quedan sin efecto las sesiones citadas con posterioridad a ésta con el mismo objeto.

4.3. Oficio de Cámara Origen a Cámara Revisora

Oficio Aprobación Informe Comisión Mixta. Fecha 20 de junio, 1991. Oficio en Sesión 12. Legislatura 322.

No existe constancia del Oficio de Ley por el cual se aprueba el Informe de Comisión Mixta, pasando a Trámite Comisión Mixta en Cámara Revisora.

4.4. Discusión en Sala

Fecha 20 de junio, 1991. Diario de Sesión en Sesión 11. Legislatura 322. Discusión Informe Comisión Mixta. Se aprueba.

ENMIENDAS A NORMAS TRIBUTARIAS Y POSTERGACIÓN DE VIGENCIA DE REAVALÚO DE BIENES RAÍCES NO AGRÍCOLAS. INFORME DE COMISIÓN MIXTA

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

En tanto se ordenan las indicaciones recibidas con relación a la iniciativa que hemos estado discutiendo, solicito la autorización de la Sala para que el Honorable señor Romero, Presidente de la Comisión Mixta, formada para conocer de las discrepancias surgidas entre ambas ramas del Congreso en cuanto al proyecto que rebaja las tasas de los aranceles a las importaciones, introduce modificaciones a otras normas de carácter tributario y posterga la vigencia del reavalúo de bienes raíces no agrícolas, informe acerca del acuerdo a que se llegó, a fin de que el Senado se pronuncie de inmediato.

Si no hay observaciones, así se aprobaría.

Aprobado.

--Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:

Proyecto de ley:

En segundo trámite, sesión 8a, en 19 de junio de 1991.

Informes de Comisión:

Hacienda, sesión 10a, en 19 de junio de 1991.

Mixta, sesión 11a, en 20 de junio de 1991.

Discusión:

Sesión 10a, en 19 de junio de 1991 (se despacha).

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Romero.

El señor ROMERO.-

Señor Presidente, deseo dar cuenta, en forma breve, de que la citada Comisión Mixta acaba de acoger, por unanimidad, el planteamiento de la Cámara de Diputados en el sentido de rechazar el artículo 10, nuevo, relativo a las zonas extremas del país, propuesto por el Senado. El Ejecutivo formulará indicación sobre el particular en el proyecto relativo a la Zona Franca de Iquique, pendiente en la Comisión de Hacienda.

La iniciativa que nos ocupa ha sido despachada, por lo tanto, nos encontramos ahora en espera del informe del Secretario de la Comisión Mixta, a fin de hacerlo llegar formalmente al Senado y a la Cámara de Diputados.

He dicho, señor Presidente.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

¿Habría acuerdo para aprobar el criterio señalado en los términos en que acaba de expresar el Honorable señor Romero?

El señor RÍOS.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Tiene la palabra Su Señoría.

El señor RÍOS.-

Tengo entendido que la Cámara de Diputados rechazó ese artículo por razones de inconstitucionalidad; sin embargo, he sido informado de que el proyecto que autoriza la transferencia a título gratuito de inmuebles fiscales a la Fundación Pablo Neruda contemplaba una disposición exactamente igual, que esa rama del Congreso acogió.

Señor Presidente, no soy constitucionalista, pero concluyo que la Carta básicamente entrega al Ejecutivo la responsabilidad sobre el manejo de los recursos públicos.

El nuevo artículo 10, propuesto por el Senado, no dispone que el Presidente de la República rebaje o suprima determinado impuesto en la Primera y Duodécima Regiones, sino que sólo consagra una facultad.

Por tal motivo, antes de emitir un pronunciamiento acerca de la materia, deseo que se me informe respecto de las dos situaciones a que hice referencia.

He dicho.

El señor LAVANDERO.-

Pido la palabra.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Lavandero.

El señor LAVANDERO .-

Señor Presidente, efectivamente, antes de que la Comisión iniciara su funcionamiento, todos concordamos en que esta norma, en conformidad a la actual Constitución -y también a la anterior-, era inconstitucional.

Ciertamente, no representa la única inadvertencia, pues en otras oportunidades también ha sucedido; sin embargo, ello no puede constituirse en una situación permanente.

El artículo 62 de la Constitución Política señala las materias que son de iniciativa exclusiva del Presidente de República; y entre ellas figura la de "Imponer, suprimir, reducir o condonar tributos". De manera que la disposición que se pretende incorporar es inconstitucional.

El predicamento de la Cámara de Diputados fue aceptado por la unanimidad de los miembros de la Comisión Mixta.

Sin embargo, el Presidente de la República puede mandar una indicación al respecto en el proyecto de ley que trata algunas situaciones de la CORFO y de la ZOFRI.

El Jefe de Estado no quiso hacer suya la norma en comento, razón por la cual la Comisión Mixta no tuvo otra alternativa que rechazarla. Y, lógicamente, no podía patrocinarla, porque una disposición de esa naturaleza implicaba muchas presiones para que la aplicara.

Por ese motivo, señor Presidente , la Comisión -incluso, con la presencia del Senador señor Jarpa , quien firmó la indicación- se pronunció unánimemente. Y, por supuesto, el Ministro de Hacienda se comprometió a hallar una solución en el proyecto a que hice referencia.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Papi.

El señor PAPI.-

Señor Presidente, no entraré a discutir el fondo ni las razones de lo que aquí se ha señalado. Pero no puedo estar de acuerdo en que se insista en esa disposición incluyéndola en el proyecto sobre la CORFO, que, si bien tiene relación con la ZOFRI, también se refiere a una materia muy importante: la solución al problema del endeudamiento, donde está incluida la deuda agrícola.

En consecuencia, me parece que seguir ese camino es equivocado, porque significaría dilatar más el despacho de tal iniciativa. De modo que hay que buscar otra alternativa, para no postergar más lo atinente a la deuda agrícola, que ya es bastante grave.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor OMINAMI ( Ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción).-

Señor Presidente , quiero reiterar aquí el compromiso que contrajimos, en nombre del Gobierno, durante la discusión del proyecto sobre medidas económicas que se realizó ayer en el Senado, en el sentido de buscar solución a los problemas existentes en las zonas extremas, y a la vez, nuestra disposición a establecer una franquicia en Isla de Pascua. Y convinimos en que el mecanismo más expedito es la presentación de una indicación al proyecto relativo a la CORFO y a la Zona Franca de Iquique -se está discutiendo en el Senado-, procediendo con toda la celeridad que el caso amerita, porque tenemos perfecta conciencia de las dificultades planteadas en las Zonas Francas de Iquique y de la Duodécima Región a raíz de la aprobación de la iniciativa sobre rebaja de aranceles.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Vodanovic.

El señor VODANOVIC.-

Señor Presidente, creo que la discusión es bastante ociosa, porque entiendo que la Comisión Mixta se limitó a consignar lo que era obvio: el rechazo de una disposición manifiestamente inconstitucional por "pecado de origen". De manera que el Senado no tiene otra alternativa que aprobar la sugerencia de dicha Comisión, salvo que se pretenda desecharla e insistir en algo inconstitucional.

Por lo tanto, todas las consideraciones que se puedan hacer están -en lenguaje usual- "fuera de tiesto".

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Romero.

El señor ROMERO.-

Señor Presidente, creo que la discusión no está centrada en dónde el Ejecutivo debe enviar una indicación, pues es soberano para hacerla llegar en el proyecto que estime más conveniente. Pero sí es claro que la Comisión Mixta, por la unanimidad de sus miembros, resolvió aceptar el predicamento de la Cámara de Diputados.

En consecuencia, me parece que debemos votar la proposición de la Comisión Mixta.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Lo manifestado por el Honorable señor Romero corresponde al procedimiento que debe seguirse en la Sala. Aquí no procede discutir las consecuencias de una resolución. La solución del problema que surja deberá ser materia de una moción o de un mensaje.

En consecuencia, se someterá a votación la sugerencia de la Comisión Mixta, sin perjuicio de las aclaraciones que Sus Señorías deseen hacer.

Tiene la palabra el Senador señor Palza.

El señor PALZA.-

Señor Presidente, tan sólo deseo manifestar nuestra complacencia por el informe y su aprobación unánime. El pronunciamiento de la Comisión Mixta supera un error respecto al sentido que se pretendía dar al nuevo artículo 10.

Empero, debo consignar que la intencionalidad de quienes patrocinamos parte de dicha norma obedece a la necesidad de suprimir el 9 por ciento -y lo hago presente, justamente, porque se hallan en la Sala los señores Ministros respectivos- que afecta a la Primera y Duodécima Regiones, pues la rebaja arancelaria dispuesta en las medidas económicas del Gobierno crea una distorsión en la economía de las zonas extremas. Daremos nuestra aprobación al informe de la Comisión Mixta en la seguridad y confianza de que el Gobierno, basado en el compromiso a que se refirió el señor Ministro de Economía , sabrá interpretar las aspiraciones de los habitantes de aquellas Regiones en una indicación al proyecto relativo a la CORFO y a la ZOFRI, cuyo despacho no se va a retrasar, porque el plazo de su urgencia termina el 4 de julio próximo y se está cumpliendo el segundo trámite constitucional.

El señor CALDERÓN.-

Pido la palabra.

El señor LAVANDERO.-

¿Me permite, señor Presidente?

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Con anterioridad pidió la palabra el Honorable señor Calderón.

El señor LAVANDERO.-

Es sólo para leer la disposición constitucional, señor Presidente .

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Creo que está clara. Pero léala, señor Senador.

El señor DIEZ.-

Es el artículo 61.

La señora FELIÚ.-

Es el artículo 61.

El señor LAVANDERO.-

No es el artículo 61, sino el 62, que en el inciso cuarto dice:

"Corresponderá, asimismo, al Presidente de la República la iniciativa exclusiva para:

"1° Imponer, suprimir, reducir o condonar tributos de cualquier clase o naturaleza, establecer exenciones o modificar las existentes, y determinar su forma, proporcionalidad o progresión;".

Se envió un oficio al Presidente de la República, a través de la Cámara de Diputados, solicitándole patrocinio para el artículo en comento, y no lo otorgó.

Por lo tanto, en virtud de la disposición constitucional mencionada, la norma propuesta por el Senado es absolutamente inconstitucional.

He dicho.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

A la Mesa no le cabe ninguna duda de que la Comisión Mixta consideró dicha norma de la Carta Fundamental. En consecuencia, ruego a Sus Señorías concretarse a la proposición de ese organismo.

El señor DIEZ.-

Pido la palabra.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

La había solicitado antes el Honorable señor Calderón.

El señor CALDERÓN .-

Señor Presidente, aun después de la lectura del precepto constitucional citado por el Senador señor Lavandera, no tengo clara la inconstitucionalidad.

Sin embargo, debo hacer presente que, si no legislamos acerca de esta materia, dejaremos a las Regiones extremas sin zona franca, lo cual constituirá un gran problema para sus habitantes; todos conocemos el papel que juegan aquéllas.

No me opondré al informe de la Comisión Mixta. Pero, tomaré las palabras del Ministro señor Ominami para exigir celeridad en el tratamiento del proyecto relativo a las zonas francas y, a la vez, la supresión del 9 por ciento que estableció la ley N° 18.211 para posibilitar el desarrollo de las Regiones extremas, cuya situación económica hoy día es deplorable.

En consecuencia, teniendo en cuenta la celeridad a que se refirió el Ministro señor Ominami ; que estos problemas han sido expuestos al Presidente de la República en diferentes oportunidades, particularmente en sus viajes a nuestras Regiones -conocemos los problemas del norte y lo que sucede en la zona sur-, y la exigencia de aquéllas en el sentido de suprimir el mencionado 9 por ciento, daré mi voto favorable, con el condicionamiento señalado.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Diez.

El señor DIEZ .-

Señor Presidente, para no crear precedentes poco precisos, debemos dejar constancia de que lo aprobado ayer por el Senado fue una facultad al Jefe del Estado para rebajar o suprimir determinados impuestos. Esta Corporación no rebajó ni suprimió tributos.

Por lo tanto, no es aplicable el número 1° del artículo 62 de la Constitución. El Senado otorgó una facultad al Presidente de la República en tal sentido. Y dicha facultad, sin iniciativa de él, violó el artículo 61 de la Carta Fundamental, que expresa textualmente: "El Presidente de la República podrá solicitar autorización al Congreso Nacional para dictar disposiciones con fuerza de ley". Se le dio la facultad de dictar una disposición con fuerza de ley sin que la hubiera solicitado. Y ahí está la inconstitucionalidad manifiesta.

En consecuencia, al Senado no le queda otro camino que aceptar el predicamento de la Comisión Mixta. Si no, estaríamos insistiendo en una norma inconstitucional, aprobada por inadvertencia de la Sala a las altas horas de la madrugada en que este proyecto fue despachado.

He dicho.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Senador señor Lagos.

El señor LAGOS .-

Señor Presidente, ayer en la mañana expuse en el Honorable Senado el planteamiento de diferentes gremios y organizaciones sociales de la Primera Región de Tarapacá en el sentido de reiterar una solicitud hecha a Su Excelencia el Presidente de la República en su último viaje a la zona: la derogación del ya referido 9 por ciento, pues la rebaja arancelaria que aprobamos deja a la Zona Franca de Iquique, con su extensión a Arica y hacia el sur, sin ninguna posibilidad de seguir operando.

Por lo tanto, insisto en la supresión inmediata del 9 por ciento, porque la Zona Francia de Iquique, con relación a su comercio internacional, se halla prácticamente paralizada.

He dicho.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Ruego a los señores Senadores referirse específicamente al tema en discusión, a fin de pasar con prontitud a los asuntos pendientes de la tabla.

Tiene la palabra el Honorable señor Papi.

El señor PAPI.-

Señor Presidente , quiero plantear algo muy concreto.

No tengo inconveniente en dar mi aprobación al informe que nos ocupa, donde se señala que la Comisión Mixta acordó declarar la inconstitucionalidad de la norma. Pero se dijo que se habría tomado el compromiso de incluirla en la iniciativa atinente a la CORFO y a la ZOFRI. Es lo que entendí, y con ello estoy en desacuerdo.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Tiene la palabra el Honorable señor Romero.

El señor ROMERO.-

Señor Presidente , aclaré que la Comisión Mixta no se refirió a determinado proyecto. De modo que el Ejecutivo -como lo indiqué- es soberano para presentar la indicación que corresponda en la iniciativa que le parezca conveniente.

En todo caso, el informe de la Comisión Mixta -para no sentar el precedente de discutir una materia sin documento escrito- ya está a disposición de la Mesa y puede ser distribuido para que lo conozca la Sala.

El señor DIEZ.-

Primero debe darse cuenta a la Sala del informe. Después podremos pronunciarnos sobre él.

El señor VALDÉS (Presidente).-

Pido al Senador señor Romero que tenga la amabilidad de hacer llegar el informe a la Mesa.

Tiene la palabra el Honorable señor Thayer.

El señor THAYER .-

Señor Presidente, creo que el debate sobre la citada indicación está agotado. Lo que se halla en discusión es el informe de la Comisión Mixta -a él se ha referido el Honorable señor Romero, y debemos votar "Sí" o "No"- y no lo que el Gobierno hará después.

Por eso, tomando en cuenta el objetivo de esta sesión y la tarea que tenemos por delante, solicito cerrar el debate y votar el informe.

El señor VALDÉS ( Presidente ).-

Doy cuenta al Senado, por lo tanto, del informe de la Comisión Mixta recaído en el proyecto de ley que rebaja la tasa de los aranceles a las importaciones, introduce modificaciones a otras normas de carácter tributario y posterga la vigencia del reavalúo de bienes raíces no agrícolas, que en su parte dispositiva pertinente dice lo que sigue:

"Luego de debatir ampliamente la admisibilidad constitucional del artículo 10, nuevo, agregado por el H. Senado, que motivó la formación de la Comisión Mixta, al ser rechazado por la H. Cámara de Diputados, vuestra Comisión Mixta coincidió, unánimemente, en que la indicación que dio origen a dicho precepto requería el patrocinio de S.E. el Presidente de la República , el cual no se ha formulado.

"En consecuencia, sin emitir pronunciamiento sobre el fondo, resolvió con el voto favorable de la totalidad de sus integrantes, proponeros acoger el planteamiento de la H. Cámara de Diputados, y por lo tanto, eliminar del proyecto de ley el artículo 10, nuevo, del Senado.".

Las expresiones formuladas hasta el momento indican una disposición favorable de la Sala para acoger la proposición que plantea la Comisión Mixta.

Tiene la palabra el Honorable señor Ríos.

El señor RÍOS.-

Señor Presidente, mantengo mi posición contraria, pues considero que no corresponde cambiar la opinión manifestada anteriormente con respecto a la constitucionalidad de disposiciones como la que ahora es objeto de reparo.

A pesar de las explicaciones que han dado distinguidos constitucionalistas, pienso que el legislador puede otorgar determinadas autorizaciones al Presidente de la República , quien las ejercerá. De modo que no está quebrándose el precepto fundamental referido a la iniciativa exclusiva del Primer Mandatario para imponer, suprimir, reducir o condonar impuestos.

Por tal motivo, voto en contra del informe.

El señor CANTUARIAS.-

Yo también voto en contra, señor Presidente.

--Se aprueba el informe de la Comisión Mixta, con los votos contrarios de los Honorables señores Ríos y Cantuarias.

4.5. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen

Oficio Aprobación Informe Comisión Mixta. Fecha 20 de junio, 1991. Oficio en Sesión 12. Legislatura 322.

Valparaíso, 20 de junio de 1991.

Nº 1217

A S.E. EL PRESIDENTE DE LA H. CÁMARA DE DIPUTADOS

Tengo a honra comunicar a V.E. que el Senado ha dado su aprobación al informe de la Comisión Mixta encargada de estudiar la forma y modo de resolver las divergencias producidas entre ambas Cámaras, respecto del proyecto de ley que rebaja la tasa de los aranceles a las importaciones, introduce modificaciones a otras normas de carácter tributario y posterga la vigencia de reavalúo de bienes raíces no agrícolas.

Lo que comunico a V.E. en respuesta a su oficio N° 366, de 20 de junio de 1991.

Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL VALDES S.

Presidente del Senado

JOSÉ LUIS LAGOS LÓPEZ

Secretario Subrogante del Senado

5. Trámite Finalización: Cámara de Diputados

5.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo

Oficio Ley a S. E. El Presidente de la República. Fecha 21 de junio, 1991. Oficio

No existe constancia del Oficio por el cual se aprueba el Proyecto de Ley, enviado al Presidente de la República para su promulgación.

6. Publicación de Ley en Diario Oficial

6.1. Ley Nº 19.065

Tipo Norma
:
Ley 19065
URL
:
http://www.leychile.cl/N?i=30432&t=0
Fecha Promulgación
:
21-06-1991
URL Corta
:
http://bcn.cl/2cxro
Organismo
:
MINISTERIO DE HACIENDA
Título
:
REBAJA TASA DE ARANCELES QUE INDICA; MODIFICA OTRASNORMAS DE CARACTER TRIBUTARIO Y POSTERGA VIGENCIA DELREAVALUO DE BIENES RAICES NO AGRICOLAS
Fecha Publicación
:
25-06-1991

REBAJA TASA DE ARANCELES QUE INDICA; MODIFICA OTRAS NORMAS DE CARACTER TRIBUTARIO Y POSTERGA VIGENCIA DEL REAVALUO DE BIENES RAICES NO AGRICOLAS

   Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

   Proyecto de Ley:

   Artículo 1°.- Introdúcense las siguientes modificaciones al decreto ley N° 3.475, de 1980:

   1. Agréganse las siguientes expresiones al inciso final del N° 3 de su artículo 1°, suprimiendo el punto final (.):

   "y siempre que digan relación con importaciones que no se hubieren afectado con el impuesto establecido en el artículo 3°.";

   2. Incorpórase como artículo 3°, nuevo, el siguiente:

   "Artículo 3°.- En reemplazo de los impuestos establecidos en las demás disposiciones de esta ley, estará afecta al impuesto único establecido en este artículo la documentación necesaria para efectuar una importación o para el ingreso de mercaderías desde el exterior a zonas francas, bajo el sistema de cobranzas, acreditivos, cobertura diferida o cualquier otro en que el pago de la operación o de los créditos obtenidos para realizarla se efectúe con posterioridad a la fecha de aceptación del respectivo documento de destinación aduanera o de ingreso a zona franca de la mercadería.

   Este impuesto tendrá una tasa de 0,1% que se aplicará por cada mes o fracción de mes que medie entre la fecha de aceptación o ingreso y aquella en que se adquiera la moneda extranjera necesaria para el pago del precio o crédito, o la cuota de los mismos que corresponda, y se calculará sobre el monto pagado por dicha adquisición, excluyendo los intereses. En todo caso, la tasa que en definitiva se aplique no podrá exceder del 1,2%.

   Para los efectos del presente artículo, se incluirán entre los documentos necesarios para efectuar una importación o para el ingreso a zona franca, todos aquellos que se emitan o suscriban con ocasión del pago o la constitución de garantías a favor del exportador extranjero o de los bancos que intervienen en la operación.";

   3. Incorpórase como artículo 10, nuevo, el siguiente:

   "Artículo 10.- Tratándose del impuesto del artículo 3°, corresponderá al banco o a la entidad que venda las divisas recargar en el valor de la operación el impuesto e ingresarlo en arcas fiscales, debiendo para dicho efecto solicitar la documentación que señale el Servicio de Impuestos Internos. En los demás casos, el pago del impuesto será efectuado por el importador o quien ingrese la mercadería a zona franca.";

   4. Agrégase el siguiente inciso final, nuevo, al artículo 14:

   "Cuando el impuesto del artículo 3° deba ser ingresado en arcas fiscales por el banco o entidad que venda la moneda extranjera, el tributo se devengará al momento de dicha venta. En los demás casos, el impuesto se devengará cuando se efectúe el pago al exterior.";

   5. Incorpórase el siguiente N° 4, nuevo, al artículo 15:

   "N° 4.- El impuesto del artículo 3°, dentro del mes siguiente a aquel en que se devengue.", y

   6.- Sustitúyese el N° 1 del artículo 24, por el siguiente:

   "1.- Documentos que den cuenta o se emitan en relación con préstamos o créditos otorgados del exterior por organismos financieros multilaterales, y los relativos a la emisión de bonos que se coloquen en el exterior emitidos o suscritos por el Fisco o el Banco Central de Chile.".

   Artículo 2°.- Sustitúyese el artículo 1° de la Ley N° 18.687, por el siguiente:

   "Artículo 1°.- Fíjanse en un 11% los derechos de aduana que deben pagarse por las mercaderías procedentes del extranjero al ser importadas al país, que actualmente están establecidos en un 15% en el Arancel Aduanero o en otras disposiciones legales que los impongan.".

   Artículo 3°.- Sustitúyese en el artículo 10 de la ley N° 18.525, la expresión "y 20%" por ",20% y 24%".

   Artículo 4°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la ley N° 18.483:

   1.- Reemplázase, en los artículos 3° y 5°, el porcentaje "15%" por "11%";

   2.- Sustitúyense, en el artículo 11, los porcentajes "8%" y "15%" por "6%" y "11%", respectivamente, y 3.- Sustitúyese el artículo 6° transitorio, por el siguiente:

   "Artículo 6° transitorio.- Hasta el 31 de diciembre de 1994, el crédito fiscal señalado en el artículo 11 de esta ley será, respecto del valor FOB de las exportaciones del 11%, con el máximo de 11% establecido en dicho artículo.".

   4.- Sustitúyese, en el artículo 11 bis, el porcentaje "8%" por "6%".

   Artículo 5°.- Sustitúyese en el artículo 11 de la ley N° 18.634 la frase "11% del precio neto de factura" por "73% del arancel aduanero vigente determinado sobre el precio neto de factura".

   Artículo 6°.- Reemplázase en el inciso quinto del artículo 6° de la ley N° 18.502, la frase: "A partir del 1° de enero de 1990, el" por el término "El", y sustitúyese la frase "gasolinas automotrices será el menor valor entre 3 UTM/m3 y el vigente al 31 de diciembre, de 1989, expresado en UTM/m3", por la siguiente: "gasolinas automotrices será de 3,4893 UTM/m3".

   Artículo 7°.- La presente ley regirá a contar de su publicación en el Diario Oficial, sin perjuicio de las normas especiales de vigencia o aplicación que se establecen a continuación:

   1.- Lo dispuesto en los N°s. 1, 2, 3, 4 y 5 del artículo 1°, se aplicará respecto de la mercadería importada cuya fecha de aceptación del respectivo documento de destinación aduanera o de ingreso a zona franca ocurra a contar de la fecha de publicación de esta ley en el Diario Oficial.

   2.- Lo dispuesto en el N° 6 del artículo 1°, regirá para los préstamos o créditos autorizados o registrados a contar de la publicación de esta ley en el Diario Oficial, así como para las renovaciones o prórrogas efectuadas a partir de dicha fecha de aquellos autorizados o registrados anteriormente. Respecto de las renovaciones o prórrogas, se tomará como fecha incial para el cálculo del impuesto la contenida en la documentación que dé cuenta de éstas, y

   3.- Lo dispuesto en el artículo 2° regirá a contar del día 17 de junio de 1991 respecto de los derechos que deban pagarse por las mercaderías que inicien su trámite de importación a contar de dicha fecha. Los derechos pagados en exceso como consecuencia de esta norma darán origen a devolución por parte del Servicio de Tesorerías, a solicitud de los afectados en un plazo máximo de 6 meses, previa certificación del Servicio Nacional de Aduanas, que tendrá un plazo máximo de 30 días para estos efectos, contado desde la fecha en que sea requerida por el interesado. Para estos efectos, el monto pagado deberá expresarse en dólares de los Estados Unidos de América, y la suma a devolver se determinará con el tipo de cambio vigente a la fecha de devolución, que con carácter general fije el Banco Central de Chile.

   4.- Lo dispuesto en el artículo 6° regirá a contar del 1° de enero de 1993.

   Artículo 8°.- Introdúcense las siguientes modificaciones a la ley N° 19.000, de 26 de septiembre de 1990:

   a) Intercálase, en el inciso tercero de su artículo 2°, la expresión "y hasta el plazo que se fije en la nueva Ley de Rentas Municipales para su entrada en vigencia o a más tardar el 31 de diciembre de 1992", después de la frase "Restablécese desde el 1° de junio de 1990", y

   b) Sustitúyese, en su artículo 3°, la expresión "el 1° de julio de 1991" por "en el plazo en que entre en vigencia la nueva Ley de Rentas Municipales o, en todo caso, el 1° de enero de 1993".

   Artículo 9°.- Facúltase al Presidente de la República para rebajar, por una vez, la tasa anual del impuesto territorial de los bienes raíces no agrícolas y aumentar el monto de la exención general habitacional de los citados bienes, a contar del plazo que se fije en la nueva Ley de Rentas Municipales o, en todo caso, del primer semestre de 1993.

   El Presidente de la República ejercerá esta facultad en el caso que con ocasión del reavalúo de los bienes raíces no agrícolas, a contar del plazo que se fije en la nueva Ley de Rentas Municipales o, en todo caso, a contar del 1° de enero de 1993, al comparar en moneda de igual valor las proyecciones anuales del monto total girado antes de este reavalúo con el que corresponda girar después del reavalúo basado en los avalúos nombrados, este último resultare superior en más de 10% al primero.

   Para los efectos de cumplir con lo dispuesto en los incisos anteriores, el Presidente de la República deberá rebajar la tasa anual de los bienes raíces no agrícolas de acuerdo con la siguiente tabla: al 1,9%, 1,8%, 1,7%, 1,6%, 1,5%, 1,4%, 1,3%, 1,2%, 1,1%, 1,0%, 0,9%, 0,8%, 0,7% y hasta un tope de 0,6%. Aumentará, además, el monto de la exención general habitacional de los citados bienes raíces respecto del valor vigente al 1° de julio de 1992 en un 10%, 20%, 30%, 40%, 50%, 60%, 70%, 80%, 90% y hasta un tope de 100%, de tal forma que la combinación de ambas variables permita mantener el monto de la proyección del giro total anual para los bienes raíces no agrícolas después de efectuado el proceso de reavalúo, en un valor que no exceda, en más de 10% respecto de la misma proyección anual antes de efectuado el citado reavalúo. Con todo, si aplicando los límites de las variables señaladas aún se excediere del 10% indicado, deberá considerarse un porcentaje de rebaja de la tasa del impuesto territorial y uno de aumento de la exención general habitacional, cuya combinación permita mantener la proyección del giro total anual para los bienes raíces no agrícolas después de efectuado el proceso de reavalúo, en un valor que no exceda, en caso alguno, el señalado 10% respecto de la misma proyección anual antes de efectuado el citado reavalúo.

   En todo caso, estas facultades deberán ejercerse para los efectos de la emisión del Rol de Contribuciones y los Boletines de Cobro a partir de la cuota de contribuciones de los bienes no agrícolas siguiente al plazo que se fije en la nueva Ley de Rentas Municipales para su entrada en vigencia o, en todo caso, a la primera cuota de contribuciones correspondientes a 1993.

   Artículo 1° transitorio.- El impuesto específico a las gasolinas automotrices a que se refiere el artículo 6° de la ley N° 18.502, será de 3,6186 UTM/m3 hasta el 31 de diciembre de 1992.

   Artículo 2° transitorio.- Durante el período que media entre la publicación de esta ley y el 31 de diciembre de 1991 podrá modificarse el precio de referencia superior a que se refiere al artículo 2° de la ley N° 19.030, sin los límites establecidos en dicho artículo, en lo que respecta a las gasolinas automotrices, con el propósito de compensar el efecto sobre el precio interno de dichas gasolinas como consecuencia de lo dispuesto en el artículo 1° transitorio de esta ley.".

   Y po cuanto he tenido a bien aprobarlo y sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto como Ley de la República.

   Santiago, junio 21 de 1991.- PATRICIO AYLWIN AZOCAR, Presidente de la República.- Alejandro Foxley Rioseco, Ministro de Hacienda.

   Lo que transcribo a usted para su conocimiento.- Saluda atentamente a Ud.- Marta Tonda Mitri, Subsecretario de Hacienda Subrogante.