Labor Parlamentaria
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Antecedentes
- Senado
- Sesión Ordinaria N° 47
- Celebrada el 07 de mayo de 2003
- Legislatura Extraordinaria número 348
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Homenaje
HOMENAJE A PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALPARAÍSO CON MOTIVO DE SU 75° ANIVERSARIO
Autores
El señor
Señor Presidente ; señoras y señores Senadores; estimado Rector y amigo don Alfonso Muga Naredo; autoridades; señores profesores y alumnos:
En nombre del Comité de Senadores de la Unión Demócrata Independiente, quiero rendir homenaje a la Universidad Católica de Valparaíso, hoy Pontificia, en su septuagésimo quinto aniversario.
Aquellos a quienes podríamos llamar los "porteñólogos" más autorizados, vale decir, los que han dedicado parte importante de su tiempo al estudio y descripción del Valparaíso profundo, están de acuerdo en que la época más esplendorosa de nuestro querido puerto se desenvuelve durante la segunda mitad del siglo XIX.
Por esta razón, no extraña que desde 1880 la visión y la filantropía de aquel Valparaíso victoriano hayan promovido la necesidad de dar cauce a la educación superior en la zona. Ese año tuvo inicio un curso de leyes en el Liceo de Hombres. Fueron sus profesores Daniel Lastarria y Diego Cavada . Se cerró en 1903 y se reabrió en 1911 por iniciativa de Valentín Letelier.
En 1892, se creó la Corte de Apelaciones de Valparaíso. Enrique Foster Recabarren y Camilo Munita Gormaz , ministro y fiscal de la nueva Corte, respectivamente -y cito-, "atendiendo a los deseos manifestados por diversos padres de familia, y contando con la cooperación de un respetable y escogido número de abogados", impulsaron el proyecto de crear un Curso de Leyes de los Sagrados Corazones -y cito nuevamente- "al cual podrán ingresar, no sólo los alumnos que hayan hecho sus estudios en dicho establecimiento, sino también todos aquellos que lo deseen y cumplan con los requisitos reglamentarios". Ocho interesados respondieron al llamado, y con ellos se inició el curso en 1894. Su Director fue el reverendo padre Cosme Lohr , y sus primeros profesores, Leoncio Rodríguez , Zorobabel Rodríguez , Camilo Munita , Mariano Egaña y José Ramón Gutiérrez .
El curso se cerró a los dos años, pero se reabrió en abril de 1903, bajo la dirección del reverendo padre Mateo Crawley y con dieciséis alumnos. Los primeros estudiantes rendían examen ante una comisión de profesores de la Universidad de Chile, y más tarde, en Valparaíso ante comisiones locales. Entre ellos cabe mencionar a Eduardo Carvallo Gündelach y Rafael Raveau Soules , quienes, además de ser sus alumnos fundadores, fueron los primeros en recibir el título de abogado.
Posteriormente -como se recordó-, doña Isabel Caces de Brown quiso beneficiar a Valparaíso con una obra de "ilustración y piedad", legando a sus hijas cierto capital para cumplir ese deseo. Isabel y Teresa Brown Caces debían decidir la obra filantrópica. Optaron por crear una universidad católica, dependiente del Ordinario Eclesiástico. Ésta tenía que especializarse en las ciencias aplicadas y el comercio, a modo de politécnico, para que a los obreros les fuera posible perfeccionarse. El propósito era para entonces más vanguardista de lo que pudiera pensarse: elevar la condición social y nivel cultural del pueblo, con una orientación cristiana.
Se puso la primera piedra el 21 de septiembre de 1925, en el cuadrante comprendido entre avenida Brasil, por el oeste; avenida Argentina, por el norte; calle Chacabuco, por el este, y calle 12 de Febrero, por el sur.
El 13 de marzo de 1928, el primer Obispo de la recientemente creada Diócesis de Valparaíso, Monseñor Eduardo Gimpert , firmó el decreto que establece el nacimiento de la Universidad Católica de Valparaíso.
El 25 de marzo del mismo año iniciaron sus clases los primeros 250 estudiantes matriculados. Su primer rector fue Rubén Castro . Y las dos facultades con que inició su trabajo académico debían servir al propósito de sus fundadores: la industria y el comercio.
En 1947, la ya creada Universidad Católica de Valparaíso y el Obispado de Valparaíso firmaron un convenio con la Congregación de los Sagrados Corazones, y el viejo curso de leyes de este establecimiento se integró a la Universidad, dando origen a la prestigiosa Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de esa Casa de Estudios. Su primer Director fue el reverendo padre Eduardo Lobos , quien ya lo era antes de la fusión y cuya personalidad y carisma han quedado impresos para siempre en esa Escuela de Derecho.
Muchos caminos ha recorrido estos años la Universidad Católica de Valparaíso. Empero, quiero mencionar uno, distinto quizás, pero importante para la evolución del país en otros ámbitos: en 1958, esta Corporación inauguró oficialmente, en forma experimental, la televisión chilena, adelantándose así a las antiguas universidades santiaguinas, lo que demuestra de modo inequivo su capacidad de desarrollar obras pioneras y, además, su nivel técnico.
Actualmente, los más de 12 mil estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso se distribuyen en ocho facultades: Agronomía; Arquitectura y Urbanismo; Ciencias Básicas y Matemáticas; Ciencias Económicas y Administrativas; Ciencias Jurídicas y Sociales; Filosofía y Educación; Ingeniería, y Recursos Naturales, más sus respectivos institutos: Historia, Filosofía y Ciencias Religiosas, radicados en distintos campus y edificios emplazados en Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Quillota .
Su desafío de la hora presente es el de contribuir a que Chile, desde Valparaíso , pueda enfrentar el reto contemporáneo. Éste exige conocimientos y sabiduría, tecnología y ciencia, interacción de la razón y la fe, todos los cuales se afirman en una tradición académica, consolidada ya en el puerto en esta vieja Casa de Estudios.
Pronunciar el elogio en el aniversario de una institución es en sí mismo un honor para aquel a quien le es concedida esta posibilidad; pero hacerlo respecto de la Universidad Católica de Valparaíso, cuyo aporte a la intelectualidad es reconocido más allá de la ciudad que la cobija, e incluso de nuestras fronteras, constituye un verdadero deber, especialmente para quienes en algún momento de nuestras vidas hemos abrazado la vocación académica.
Por ello, el reciente reconocimiento como "Pontificia", otorgado por la Santa Sede a esta Casa de Estudios, le confiere la dignidad que se ha ganado por su trayectoria en Chile.
Desde Valparaíso, ahora Capital Cultural de Chile, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso será su emblema más señalado.
He dicho.